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Día 2 de los Diez días de oración 2025: Pero tú cuando ores… ENSÉÑANOS A ORAR. 

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DÍA 2. ENSÉÑANOS A ORAR

«Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos» (Lucas 11:1, RVR 1960).

El corazón de la vida cristiana

La oración es vital y esencial.

«Tomen tiempo para comenzar su trabajo con oración cada mañana. No piensen que esa es una pérdida de tiempo; son momentos que vivirán durante las edades eternas. De este modo se tendrá éxito y se obtendrán victorias espirituales» (Testimonios para la Iglesia, vol. 7, p. 185.3).

Los discípulos veían orar a Jesús con frecuencia. Notaron que Él tenía una vida de oración diferente a la de ellos. Los discípulos eran buenas personas espirituales. Tenían corazones dedicados y querían servir a Dios. Iban a la iglesia, guardaban el sábado, devolvían el diezmo fielmente y comían alimentos limpios. Todos en Israel, especialmente los discípulos, sabían cómo orar, ¿verdad?

Creemos que sabemos orar. Hasta los niños saben orar. Pero cuando los discípulos vieron orar a Jesús —y compararon sus oraciones con las de Él— se dieron cuenta de que no sabían orar. Por eso dijeron,
«Enséñanos a orar» (Lucas 11:1, RVR1960).

Suponemos que orar es muy sencillo. Y sí, Dios escucharía la oración más sencilla. Pero debemos mejorar continuamente nuestra vida de oración.

Los discípulos se dieron cuenta de que predicaban, pero nadie se impresionaba. Intentaban curar o expulsar demonios, pero no tenían poder. Le preguntaron a Jesús: «¿Cómo lo haces?». Jesús respondió: «Orando y ayunando.»

Jesús dice básicamente que no puedes hacer las cosas con tu propia sabiduría; sólo con el poder de Dios. Para que tengas éxito, necesitas orar seriamente. En el libro de Romanos, Pablo dice que el Espíritu Santo debe interceder por nosotros porque ni siquiera sabemos cómo orar (Romanos 8:26).

«La oración es el aliento del alma. Es el secreto del poder espiritual. … Descuídese el ejercicio de la oración, u órese espasmódicamente, de vez en cuando, según parezca propio, y se perderá la relación con Dios» (Elena de White, La oración, página 12.3).

Jesús oraba mucho y a menudo se pasaba toda la noche orando. «El Señor Jesús mismo, cuando habitó entre los hombres, oraba frecuentemente… Él es nuestro ejemplo en todas las cosas. … Como humano, la oración fue para Él una necesidad y un privilegio. Encontraba consuelo y gozo en la comunión con su Padre. Y si el Salvador de los hombres, el Hijo de Dios, sintió la necesidad de orar, ¡cuánto más nosotros, débiles mortales, manchados por el pecado, no debemos sentir la necesidad de orar con fervor y constancia!» (Elena de White, El Camino a Cristo, página 93.3).

Jesús hizo de la oración su prioridad, lo primero antes de empezar el día. «Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba» (Marcos 1:35, RVR1960). Jesús tenía un tiempo y un lugar para orar.

Cuando los discípulos dijeron: «Enséñanos a orar», Jesús no les dijo: «Orad con estas palabras», como un mantra. De hecho, les dijo claramente que no repitieran las mismas palabras cada vez que oraran (Mateo 6:7). Jesús mismo oró de otra manera en Juan 17, según las necesidades de cada situación.

«Orar es el acto de abrir el corazón a Dios como a un amigo» (Elena de White, La oración, página 15,2). Al orar abrimos nuestro corazón a Dios en una conversación sincera, como un diálogo. Si repites las mismas palabras cada vez que oras, se convertirá en rutina y ni siquiera pensarás en lo que dices.

Orar y estudiar la Palabra deben ir siempre unidos. A través de la oración hablamos con Dios; a través de la Palabra, Dios habla con nosotros.

Jesús llevaba una vida de oración. Oró temprano por la mañana, fue a un lugar específico para orar y conversó abiertamente con Dios. Él es nuestro ejemplo. Nos llama a orar como Él.

Oremos juntos

Tiempo de oración (30 – 45 Minutos)

Todos los grupos de oración tienen diferentes maneras de orar juntos. Les animamos a que dediquen los próximos 30-45 minutos a orar juntos, de la manera que el Espíritu Santo les guíe. Animamos a orar en frases cortas (1-3 frases). Esto permite que más personas oren varias veces. A continuación, se ofrecen algunos ejemplos de oraciones a través de las Escrituras basadas en el tema. También puede orar por otros pasajes e incluir otros temas en su tiempo de oración. Vea la Guía del Líder y las Peticiones de Oración de la Iglesia Mundial para ideas para orar (en la revista que puedes descargar arriba).

Oración a través de la Palabra de Dios – Lucas 11:1

«Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos».

«Jesús oraba en un lugar determinado»
Padre, enséñanos a orar como Jesús. Confesamos que ponemos excusas y nos distraemos y estamos ocupados. Ayúdanos a elegir el mejor momento y lugar para encontrarnos contigo cada día. Cambia nuestras prioridades y forma nuevos hábitos que nos lleven a Tu presencia.

«Señor, enséñanos a orar»
Sí, Señor, enséñanos a orar como Tú enseñaste a los discípulos. Gracias por el hermoso ejemplo de la Oración del Señor. Muéstranos cómo modelar nuestras oraciones y nuestras vidas según Tú. Llénanos del Espíritu Santo y usa nuestras oraciones para transformar nuestros hogares, nuestra iglesia, nuestra comunidad y Tu reino.

Más sugerencias de oración

Agradecimiento y alabanza: Dar gracias por bendiciones específicas y alabar a Dios por su bondad.
Confesión: Tómate unos minutos para confesarte en privado y dar gracias a Dios por su perdón.
Guía: Pide a Dios que te conceda sabiduría para los retos y decisiones actuales.
Nuestra Iglesia: Orar por las necesidades regionales y mundiales de la Iglesia (véase la hoja separada con los pedidos, en la revista que puedes descargar arriba).
Pedidos locales: Orar por las necesidades actuales de los miembros de la iglesia, familiares y vecinos.
Escucha y responde: Dedicar tiempo a escuchar la voz de Dios y responder con alabanzas o cantos.

Sugerencias de alabanzas

Himnario Adventista: Dulce oración (#376); Oye, oh, Señor (#35); ¡Oh, qué amigo nos es Cristo! (#68)
Otras alabanzas: El rey que viene; Fija tus ojos en Cristo; En momentos así.

Autor: Pavel Goia, pastor ordenado, orador público, editor y autor de numerosos artículos y del  libro «En Espíritu y Poder» que fue el libro texto de los 40 Días del crecimiento espiritual del año 2023 en nuestra Unión Española. En la actualidad, Pavel es asociado de la Secretaría Ministerial de la Asociación General y redactor jefe de la revista Ministerio.

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