Skip to main content

«Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo, que tú, Jehová, eres el Dios, y que tú haces que su corazón se vuelva a ti» (1ª de Reyes 18: 37).

El pueblo se apretujó alrededor de Elías, mirando el altar de piedra, anteriormente derribado, pero ahora reparado y a punto. Lo observaron mientras cavaba una zanja alrededor del altar, y mientras preparaba la leña y el sacrificio. Miraron con incredulidad cuando Elías ordenó que se echaran cuatro cántaros de agua sobre el sacrificio, la leña y el altar. Para sorpresa de todos, Elías ordenó que le trajeran cuatro cántaros más de agua para derramar. Luego, pidió cuatro cántaros más, e hizo lo mismo.

La leña, que antes estaba seca, estaba ahora empapada con agua preciosa que corría hacia abajo, a los lados del altar, y llenaba completamente la zanja. Sin lugar a dudas, era poco probable encender allí una sola chispa y, mucho menos, hacer fuego.

Imposible iniciar fuego

De esta manera, Elías preparó el escenario para lo que él sabía qué Dios haría. Se aseguró de que la gente entendiera que era humanamente imposible iniciar fuego. Estos preparativos centraron deliberadamente la atención de la gente en Dios y en lo que solo Dios podría hacer.

Era evidente para todos que los sacerdotes de Baal habían fracasado. En este punto, la pregunta que ocupaba todas las mentes, excepto la de Elías, era: «¿Podría el Señor Dios hacer algo mejor?»

«Cuando llegó la hora de ofrecer el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: “Jehová, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu siervo y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, Jehová, eres el Dios, y que tú haces que su corazón se vuelva a ti”» (1 Rey. 18: 36-37).

Elías arriesgó todo y clamó al Señor Dios, pidiendo que respondiera a su oración, mediante fuego. Él sabía cuál sería su destino en manos de la multitud infiel si Dios guardaba silencio. ¡Oró para que Dios hiciera lo que él sabía que era la voluntad de Dios!

Elías había estado en la presencia de Dios

Elías había estado en la presencia de Dios. En soledad, había orado y dedicado tiempo, sin prisas, para conocer la voluntad de aquel que lo llamó. Ahora, en público, actuó: elevó su oración y vivió su vida con total confianza en el Dios vivo, que fue, es y siempre será.

En el exacto momento en que Elías terminó su oración, Dios contestó: «Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y hasta lamió el agua que estaba en la zanja» (versículo 38). Todo lo que estaba sobre el altar, el agua y hasta el altar mismo de piedra fueron completamente consumidos. ¡No quedó nada!

Esta respuesta del Señor, Dios del cielo, provocó, a su vez, una clara respuesta de parte de la multitud. Nadie pensó en Elías en ese momento. Solo pensaron en Dios. «Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: “¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!”» (versículo 39)

¡Es hora de que el fuego de Dios vuelva a caer! No me refiero al fuego que quema la madera, la piedra y el agua, sino el fuego del Cielo que consume el orgullo, la lujuria, el fariseísmo y la incredulidad. Nosotros necesitamos que el fuego del Cielo queme nuestra amargura hacia aquellos que nos han hecho daño, y el orgullo, que nos impide desarrollar una relación sana con Dios y con nuestro prójimo.

Medita

«Mientras Elías oraba, no repercutieron gritos sobre las alturas del Carmelo. Oró como quien sabía que Jehová estaba allí, presenciando la escena y escuchando sus súplicas. Los profetas de Baal habían orado desenfrenada e incoherentemente. Elías rogó con sencillez y fervor a Dios que manifestase su superioridad sobre Baal, a fin de que Israel fuese inducido a regresar hacia él» (Elena de White, Profetas y reyes, página 112).

En la práctica

  1. ¿Qué necesitas que queme el «fuego del Cielo» en tu corazón? Pídele ahora mismo a Dios que elimine todo lo que te aparta de él.
  2. ¿Cómo puedes responder ante las maravillas que Dios hace por ti? ¿Con quién puedes compartir tu testimonio sobre las bendiciones de Dios?

Participa en las reuniones por Zoom

Cada miércoles de estos 40 días, tendremos un encuentro por Zoom (6:30 AM).

Tema: Vive como Elías – 40 Días de Oración 2025
Cada semana, el miércoles.
Únete a la reunión de Zoom:
https://us02web.zoom.us/j/87603273658?pwd=WqRTlihGm778cuKW8GbCvOqGVYzk5J.1

ID de reunión: 876 0327 3658
Código de acceso: 223988

Leave a Reply