Día 9 de los Diez días de oración 2025: Pero tú cuando ores… NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN.
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DÍA 10. NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN
«Nadie diga cuando sea tentado: “Soy tentado por Dios” porque Dios no es tentado por el mal, y él no tienta a nadie» (Santiago 1:13, RVR1960).
¿Realmente hace eso Dios?
Dios es santo, es amor. Él no tienta a nadie; nosotros nos tentamos a nosotros mismos (Santiago 1:14, 15). Entonces, ¿a qué se refería Jesús cuando dijo en el Padre Nuestro: «No nos dejes caer en la tentación»? Jesús no estaba insinuando que Dios nos tienta a pecar y que debemos rogarle que no nos empuje allí.
¿Qué significa?
En griego, las palabras pueden tener más de un significado. La palabra para «guiar» es eisphero, que puede traducirse como ‘no nos dejes ir’, ‘no nos abandones allí’, ‘no nos permitas ir’. No significa ‘tentar’.
La palabra griega para ‘tentación’ es peirasmon, que puede traducirse como ‘prueba’» o ‘adversidad’. Por lo tanto, «no nos dejes caer en la tentación» puede significar: «Por favor, no me abandones porque solo me deslizaré en el pecado, o me quedaré en el pecado en el que ya me he metido» o «Si me pones a prueba, no me dejes solo ni me permitas quedarme demasiado tiempo por miedo a que me deslice en el pecado».
Dios permite pruebas para enseñarnos
A veces Dios permite situaciones específicas para ayudarnos a entender nuestro corazón y condición espiritual, para abrir los ojos y ver cómo estamos y qué necesitamos. «Eres desgraciado, miserable, pobre, ciego y desnudo» (Apocalipsis 3:17, RVR1960).
Cuando sabemos que estamos enfermos, vamos al médico. Pero, ¿cómo podemos tratar algo que desconocemos? Cuando vemos cómo somos, nos damos cuenta de lo pecadores que somos y sabemos que necesitamos a Jesús.
«Los que viven más cerca de Jesús son también los que mejor ven la fragilidad y culpabilidad de la humanidad, y su sola esperanza se cifra en los méritos de un Salvador crucificado y resucitado» (Elena de White, El conflicto de los siglos, páginas 523-525).
Pruebas para revelar el corazón
Dios puso a prueba al rey Ezequías (2ª de Crónicas 32:31). Proverbios 17:3 dice que Dios pone a prueba nuestros corazones. David oró: «Examíname, oh, Señor, y pruébame. Purifica mi conciencia y mi corazón» (Salmos 26:2, RVR 1960). Pedro afirma que las pruebas de fuego a veces tienen como propósito ponernos a prueba (1ª de Pedro 4:12).
«Una percepción de nuestra pecaminosidad nos impulsa hacia Aquel que puede perdonarnos, y cuando comprendiendo nuestro desamparo nos esforzamos por seguir a Cristo, Él se nos revelará con poder» (Elena de White, El camino a Cristo, página 65,2).
Jesús: nuestra única esperanza
Nuestro poderoso adversario intenta alejarnos de Dios. «Nuestro poderoso adversario constantemente procura mantener lejos de Dios al alma turbada» (Elena de White, La oración, página 271,3). Si nos separamos de Dios, caemos en el pecado.
Jesús subraya el secreto de la victoria: nuestra única esperanza es permanecer siempre en Él. «Cristo en ustedes, la esperanza de gloria» (Colosenses 1:27, RVR 1960). Solos no podemos cambiar ni desarrollar un corazón nuevo. Pero la promesa es clara: «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es» (2ª de Corintios 5:17, RVR 1960).
Frutos como evidencia de la conexión
Jesús dijo que podemos saber en qué punto estamos por nuestros frutos (Mateo 7:16). ¿Cómo se produce el fruto? Permaneciendo conectados con Cristo (Juan 15:1-5) y llenos de su Espíritu (Gálatas 5:22-23). «El profesar la religión coloca a los hombres en la iglesia, pero el carácter y la conducta demuestran si están unidos con Cristo» (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, página 630,5).
Si permaneces en Él, no necesitas entender cómo trabaja; sólo necesitas confiar. Él salva a todos los que acuden a Él (Hebreos 7:25). «La única defensa contra el mal consiste en que Cristo more en el corazón» (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, página 291).
Dios te llama a orar sin cesar, a caminar con Él en continua conciencia de Su presencia, dependiendo completamente de Él. «Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes» (Santiago 4:8, RVR 1960).
Oremos juntos
Tiempo de oración (30-45 Minutos)
Todos los grupos de oración tienen diferentes maneras de orar juntos. Dedica este tiempo a orar como el Espíritu Santo te guíe. Anímate a orar en frases cortas (1-3 frases).
Oración basada en Santiago 1:13
«Dios no puede ser tentado por el mal»
Padre, te damos gracias por haber enviado a Jesús para resistir y vencer el mal en nuestro lugar. Contigo no hay tinieblas, sólo bondad y luz. Sabemos que ya has vencido al pecado y a la muerte y que nos estás transformando a Tu semejanza. ¡Mantén nuestros ojos fijos en Ti!
«Ni Él mismo tienta a nadie»
Señor, por favor, mantennos alejados de las tentaciones que podrían separarnos de Ti. Enséñanos a huir de los deseos egoístas que nos seducen, y vuelve nuestros ojos a Tu carácter inmaculado. Ayúdanos a odiar lo que Tú odias y a amar lo que Tú amas.
Más sugerencias de oración
- Agradecimiento y alabanza: Da gracias por bendiciones específicas y alaba a Dios por su bondad.
- Confesión: Tómate unos minutos para confesarte en privado y dar gracias a Dios por su perdón.
- Guía: Pide a Dios sabiduría para los retos actuales.
- Nuestra Iglesia: Ora por las necesidades de la iglesia global y local.
- Pedidos locales: Ora por los miembros de la iglesia, familiares y vecinos.
- Escucha y responde: Dedica tiempo a escuchar la voz de Dios y responde con alabanzas o cantos.
Sugerencias de alabanzas
- Himnario Adventista: Día en Día (#364); Al andar con Jesús (#488); Tuyo soy Jesús (#327).
- Otras alabanzas: Entrego todo a Cristo; Cerca más cerca; Dame la fe de mi Jesús.
Autor: Pavel Goia, pastor ordenado, orador público, editor y autor de numerosos artículos y del libro «En Espíritu y Poder» que fue el libro texto de los 40 Días del crecimiento espiritual del año 2023 en nuestra Unión Española. En la actualidad, Pavel es asociado de la Secretaría Ministerial de la Asociación General y redactor jefe de la revista Ministerio.
