¿Dedicas tu tiempo a lo realmente importante?
¿Dedicas tu tiempo a lo realmente importante? ¿Te gusta perder el tiempo o no lo manejas adecuadamente? Mira lo que indica Ellen G. White con relación a este tema: “Hay hombres y mujeres que pretenden servir al Señor y que se conforman con ocupar su tiempo y su atención en asuntos de poca importancia. Están satisfechos cuando se encuentran distanciados unos de otros. Si estuvieran consagrados a la obra del Maestro, no estarían luchando y combatiendo como una familia de niños mal educados. Cada mano estaría dedicada al servicio. Cada cual estaría en su puesto del deber, trabajando con el corazón y el alma como misioneros de la cruz de Cristo… Los obreros deberían llevar a su servicio las oraciones y la simpatía de una iglesia reavivada. Recibirían sus órdenes de Cristo, y no tendrían tiempo para contiendas y luchas.” (The Review and Herald, 10 de septiembre de 1903).
Tiempo de calidad
Puede ser que, en ocasiones, perdamos el foco y olvidemos que nuestro tiempo debiera basarse más en la oración, que genera relaciones trascendentes, y en la simpatía, que produce relaciones fraternales. Quizá debiéramos recordar que el tiempo está más vinculado con la calidad que con la cantidad, que no es una cuestión de segundos sino de lo primero, lo esencial, lo vital.
Pon el cronómetro de tu existencia a cero y mide lo que vale tu vida, dale sentido y misión. Te sugiero que te armes de valor y mires hacia lo realmente importante porque merece de tu tiempo.
De nuevo, ¿dedicas tu tiempo a lo realmente importante? Mientras contestas a la pregunta, te regalo este versículo: “En su momento, Dios todo lo hizo hermoso, y puso en el corazón de los mortales la noción de la eternidad, aunque éstos no llegan a comprender en su totalidad lo hecho por Dios.” (Eclesiastés 3:9)
Víctor Armenteros. Responsable de Ministerio de Gestión de Vida cristiana / Educación, de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
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