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Lección 5 para el 3 de febrero de 2024: CÓMO CANTAR LA CANCIÓN DEL SEÑOR EN TIERRA EXTRAÑA.

La fe bíblica implica a menudo tanto incertidumbre y suspenso como confianza y afirmación. A veces, la incertidumbre y el suspenso, especialmente ante el mal y la aparente ausencia de Dios, pueden ser casi insoportables.

Con todo, la incertidumbre nunca debe referirse a Dios, a su carácter amoroso y justo, ni a su fidelidad. Los salmistas pueden tener dudas sobre el futuro, pero a menudo apelan al amor y la fidelidad inquebrantables de Dios.

  • ¿Por qué permite Dios que existan el pecado y el sufrimiento? (Salmos 74 y 79)

    • Cuando el rey Nabucodonosor destruyó el Templo y arrasó Jerusalén, el pueblo de Dios quedó totalmente confundido (Salmo 79:1-4; 74:3-8).
    • ¿Hasta cuándo permitiría Dios el sufrimiento? ¿Hasta cuándo la victoria de los impíos? ¿Hasta cuándo el nombre de Dios blasfemado? ¿Hasta cuándo no perdonará el pecado? ¿Hasta cuándo permanecerá en silencio? (Salmo 79:5; 74:9-11).
    • Si el pueblo de Dios era destruido, ¿dónde quedaba la honra del Nombre de Dios? (Salmo 79:6-7, 12; 74:13-19).
    • Consciente de que el pecado los había llevado a esta situación, pide a Dios que escuche, recuerde su pacto, perdone el pecado, quite el sufrimiento, y actúe en favor de su pueblo (79:8-9, 11, 13; 74:20-23).
  • ¿Por qué permite Dios que sufran los inocentes? (Salmo 88)

    • El salmista, enfermo, espera la muerte, y no comprende por qué Dios no responde (Salmo 88:3-4, 9-14). Incluso acusa a Dios de ser el causante de su enfermedad y dolor (Salmo 88:6-8, 16-18).
    • No hay en el salmo 88 mención alguna de los pecados que podrían haber causado su enfermedad. En realidad, su sufrimiento (como en muchas ocasiones ocurre con nuestro sufrimiento) no derivaba de ningún pecado propio. Esta realidad hace del sufrimiento algo difícil de entender, inexplicable.
    • Solo hay una solución: clamar a Aquel que controla todo, y esperar a que, en su momento, actúe (Salmo 88:1-2).
  • ¿Por qué Dios no pone fin a nuestro sufrimiento actual? (Salmo 69)

    • ¿Hasta qué punto siente el salmista la lejanía de Dios?
      • Es como un ciervo que no encuentra aguas para beber (Salmo 42:1-3)
      • Está angustiado, herido, sin ganas de vivir (Salmo 102:2-4)
      • Le parece vivir en un desierto, como el pelícano, el búho o el pájaro solitario (Salmo 102:6-7)
      • Se siente hundido en el cieno, sin poder hacer pie, sin socorro de parte de Dios (Salmo 69:1-3)
    • No se calla, persiste en la oración (Salmo 69:13). Se autoexamina (Salmo 69:5-6). Declara su amor hacia Dios (Salmo 69:7, 9). Está seguro de que Dios no callará para siempre (Salmo 69:33-36; 42:5; 102:13).
    • Los salmos demuestran que la comunicación con Dios debe continuar, independientemente de las circunstancias de la vida.
  • ¿Han fallado sus promesas en las Escrituras? (Salmo 77)

    • ¿Te has sentido alguna vez como el salmista (Salmo 77:1-6)? Clama a Dios esperando respuesta, pero no la encuentra; en su desesperación rehúsa el consuelo; recuerda los momentos en los que cantaba a Dios y meditaba en Él. Y dice: «ahora, ¿se ha olvidado Dios de mí?, ¿dónde están sus promesas?» (Salmo 77:7-9).
    • La respuesta está en el pasado (Salmo 77:10-12; Josué 21:45). Dios ha hecho maravillas ante las naciones (Salmo 77:13-17). Abrió un camino en el mar y condujo a su pueblo por mano de Moisés y Aarón (Salmo 77:18-20).
    • Sin embargo, no todas sus acciones fueron obvias. En ocasiones, actuó sin que se notase su mano: “tus pisadas no fueron conocidas” (Salmo 77:19). Sea que se revele abiertamente, o que permanezca oculto, Dios actúa. Confiemos en Él.
  • ¿Por qué prosperan los impíos? (Salmos 37 y 73)

    • Muchos impíos prosperan y no sufren, aunque tienen a Dios apartado de sus vidas (Salmo 73:3-9); pero los que buscan servir a Dios padecen y sufren (Salmo 73:13-14).
    • Esto casi hizo resbalar los pies de Asaf (Salmo 73:2). Pero, cuando Dios condujo sus pasos al Santuario, comprendió al fin (Salmo 73:17).
    • Debemos ver la prosperidad del impío en su verdadera perspectiva. No debemos mirar el «hoy», sino «el fin». Cuando los impíos enfrenten el juicio divino dejarán de existir, perderán la feliz eternidad reservada al justo.

Para meditar:

«Es grande la misericordiosa bondad con que el Señor nos trata. Nunca dejará ni olvidará a los que confían en él. […] Hermanos míos que pensáis que estáis entrando en la senda tenebrosa, y que tal como los cautivos de Babilonia debéis colgar vuestras arpas sobre los sauces, convirtamos la prueba en un canto de gozo. Podéis decir: ¿Cómo puedo cantar con una perspectiva tan oscura delante de mí, con esta carga de aflicción y dolor sobre mi alma? […] Cuando llevemos nuestras peticiones al trono de la gracia, no olvidemos de ofrecer también himnos de agradecimiento. […] La vida eterna de nuestro Salvador nos proporciona un motivo constante de gratitud y alabanza». (Elena G. White, Mensajes selectos, tomo 2, p. 307).

«Debemos recordar con nitidez cada lágrima nuestra que el Señor ha enjugado, cada dolor que ha calmado, cada ansiedad que ha eliminado, cada temor que ha disipado, cada necesidad que ha satisfecho, cada misericordia concedida, y así fortalecernos para lo que aún nos espera delante en el peregrinaje». (Elena G. White, This Day With God, 19 de febrero).

Autor: Sergio Fustero, de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

 

Lic. Teología & Comunicadora Editora Revista Adventista Productora radio y TV/ Redactora Web en HopeMedia Edit/coordin. Quecurso.com

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