¿Es el sonido del motor de algún deportivo? Tal vez ¿el botón de inicio de un ordenador de última generación? ¿La imagen de un avión rompiendo la barrera del sonido o el llevar tu nuevo móvil en el bolsillo lo que te hace decir: ¡Wow! ¿Qué maravilla tecnológica?
¡400.000 km! Ésta es la clave del asunto. Es el resultado de sumar la longitud del cableado que conforma esta obra de ingeniería. Cada fibra dispone de uniones con otras seiscientas, unidas mediante unas setenta mil conexiones. Se ha estimado que el sistema consta de un mínimo de ¡cien billones de conexiones! (cien millones de veces un millón). Con tales cifras puede que tengas en mente el boceto del avión más grande del mundo, el Airbus 380. Pero no queda aquí el portento nanotecnológico: un milímetro cúbico aloja cuarenta mil fibras (“cables”) con unas mil millones de conexiones. ¿Qué se te ocurre que pueda ser?… ¿En blanco?
Bienvenido a uno de los mundos más desconocidos de la ciencia. Paradójicamente lo llevamos encima las 24h del día los 365,25 días del año.
¿Existe alguna posibilidad de que este “ordenador biológico”, que es nuestro cerebro nos sorprenda? Sobre todo cuando estamos viviendo en plena era informática, del diseño e innovación? Difícil asunto.
Comencemos. Pero, ¿por dónde?
Caminos
Suelo salir a correr con mucha frecuencia, montar en bici o hacer senderismo. Es una necesidad de estar en contacto con la naturaleza y a la vez de mantener en forma la maquinaria de nuestro maravilloso organismo. ¿Cuándo fue la última vez que saliste a caminar? No me refiero al camino hasta el trabajo, el supermercado o la universidad. Hablamos de uno de esos momentos de tranquilidad en un parque, cerca del mar, en la montaña, que te hacen decir: qué bello es vivir! Pues hablando de caminos: ¿Sabías de la existencia de los mismos en nuestro cerebro?
Poseemos “caminos”, constituidos por neuronas, las células que forman el sistema nervioso, el “cableado”, que recorre todo nuestro organismo, desde un cabello de la cabeza hasta el final del dedo gordo del pie. Esas neuronas nos permiten captar los millones de estímulos que llegan hasta nuestros sentidos procedentes del entorno que nos rodea y diferenciarlos en sabores, aromas, caricias, palabras, risas, paisajes, música, geometría… para formar finalmente un todo coherente, con formas, colores, brillos y significados. Estos caminos o circuitos mantienen las diversas funciones que desarrollamos como seres humanos, desde las puramente orgánicas y automáticas hasta las que nos distinguen como una especie única en el mundo animal. Pero, ¿Cómo es posible algo así?
Hasta hace algo menos de dos décadas nuestra idea sobre el cerebro era la siguiente: es una estructura muy compleja pero rígida. Tras ardua investigación nuestro propio cerebro nos ha ido rebelando su propia identidad y su mayor característica: la PLASTICIDAD! Por ello el término imprescindible para poder hablar de su funcionamiento es la NEUROPLASTICIDAD.
Quizás me digas: “bien pero con un ejemplo seguro que se entiende mucho mejor”. Pues vamos a ello.
Ejemplos
Uno de mis preferidos es el de los músicos. Si le hacemos una “foto” de la actividad cerebral a un músico, encontraremos grandes diferencia con respecto al cerebro de quienes no tocan instrumentos. Su área encargada de la audición, percepción de los diferentes matices musicales y la sincronización motora está increíblemente desarrollada. Se puede ver el aumento de la actividad en su lóbulo temporal, que además está más desarrollado.
Si no eres músico el siguiente ejemplo lo vas a encontrar mucho más cercano. ¿Recuerdas la primera vez que pisaste el embrague y pusiste la primera al aprender a conducir? Eso de la sincronización: mano- pie-volante era algo desorbitado, verdad? ¿Qué tal después de unos días o semanas?
Si lo tuyo son los deportes, te has preguntado cómo cambió tu revés a dos manos en el tenis, tu puntería en el baloncesto o tu sincronización en la natación? Claro, si es que al repetirlo varias veces me sale mejor, no? Pero… ¿por qué?
Antes de entrar en ello reflexiona un poco sobre los casos de personas que han perdido alguna capacidad como puede ser la visión, la audición, un problema de movilidad, etc. Solemos decir: Con el tiempo se va adaptando pero ¿qué trasfondo tiene esa adaptación a nivel cerebral?
La respuesta es: ¡CAMINOS!
Entre neurona y neurona se establecen puentes y conexiones mediante sinapsis, que constituyen lo que coloquialmente estamos llamando: caminos. Mediante complejas sustancias denominadas neurotransmisores se comunican con una efectividad inimaginable, controlando todos los finos y delicados parámetros que mantienen nuestro organismo en equilibrio, lo que conocemos como homeostasis.
PET
Para entrar en los pormenores de este asunto necesitamos recurrir a una técnica reciente que cada vez cobra más importancia en el mundo médico. Nos referimos al PET (siglas en inglés de: Tomografía por emisión de positrones), y sí, yo también puse esa cara cuando me la nombraron por primera vez. Volvemos de nuevo a un ejemplo para explicar cómo funciona.
Imagínate que vives en una colina desde donde divisas un pueblo. El pueblo representa nuestro organismo y los diferentes barrios que lo forman son nuestros órganos. Necesitamos descubrir para un estudio qué materiales se utilizan en los diferentes barrios y a qué ritmo. Para ello vamos a la carretera que pasa justo por la colina y que da acceso al pueblo. Marcamos los diferentes materiales que se transportan al pueblo con diversas etiquetas. La madera, la gasolina, el gas, el metal, etc. Esas etiquetas nos enviarán una señal específica desde donde se hayan situado y con nuestra cámara especial captaremos dicha señal, obteniendo finalmente una imagen de su situación y cantidad. De esta forma localizaríamos fácilmente las carpinterías, pues recibiremos una señal muy intensa en la imagen de las etiquetas de madera, gasolineras, o de las fábricas que utilicen metales.
El PET de la medicina nuclear hace algo parecido a esa captación de señales pero a un nivel mucho más complejo. Se marcan diferentes moléculas con diversos isótopos radiactivos que una vez introducidos en nuestro organismo acuden a su foco de actividad metabólica. En el caso del diagnóstico de tumores introducimos moléculas de glucosa marcadas. La glucosa es captada y utilizada a un ritmo mucho más intenso en la zona tumoral que en otras zonas del cuerpo. Aquí tienes las zonas que se activan según: escuches palabras, veas palabras, hables palabras o pienses palabras.
Per-sona
Con este método obtenemos una nueva fotografía de nosotros mismos como personas. Como per-sona: “ En el teatro griego y etrusco los actores llevaban máscaras que los identificaban con estereotipos y que al mismo tiempo servía como amplificador del sonido. Cuando los romanos adoptaron el teatro antiguo llamaron a las máscaras per-sona. Esta palabra “persona” se refería primeramente a la máscara, y después, por extensión, se aplicó a cada actor que se cubría con ella; de modo que cada personaje acabó llamándose persona: lo que es y lo que parece.
¿Cómo resolver el rompecabezas y acoplar el conjunto? Empecemos a enlazar: siglo XXI. 7.000.000.000 de personas. Cada una de ellas con su vida, su historia, su camino. Cada una de ellas dotada con un software y un hardware mucho más impresionante de lo hasta ahora conocido. Pues la solución está en los caminos de neuronas que relacionan todo nuestro organismo conectan el conjunto del sistema nervioso, haciéndonos capaces de realizar las obras más complejas y sofisticadas que podamos imaginar y todo ello en ¡CRISIS! ¿Crisis? Pero si hasta aquí ha sido todo maravilloso, Bueno, es una broma. La economía es la que anda en crisis. ¿De veras?
Si buscas en google OMS (Organización Mundial de Salud) encontrarás que en nuestro “primer mundo” tenemos diversas epidemias que constituyen las primeras causas de muerte. Entre ellas encontramos los ictus a nivel cerebral y el infarto de miocardio en los primeros lugares, el cáncer de pulmón y colon y la diabetes tipo II. Esta última frase ha descrito nuestra crisis en la construcción de caminos a nivel cerebral. El motivo principal de estas enfermedades es el sedentarismo y el sobrepeso, que resumido en tres palabras es: estilo de vida.
Podemos ponernos una máscara ajustándonos a la definición de persona. Algo que desde fuera parezca que todo marcha bien y así nos sentimos más cómodos con lo demás y con nosotros mismos. Pero tenemos nuestra verdadera foto. Aquella que manifiesta nuestra identidad objetiva y real. ¿Has pensado cómo es tu foto? Es el resultado de nuestra forma de actuar, nuestros temas de pensamientos, lo que solemos ver y oír, nuestros hábitos y costumbres.
Neuroplasticidad
Nuestro cerebro ha sido diseñado con una increíble capacidad plástica, la llamada: neuroplastidad. Aunque un ambiente desfavorable tiende a paralizarla, al igual que la progresión del desarrollo, el hacer caminos es posible a pesar de casi cualquier factor que se oponga. No será el resultado de un cupón de la lotería premiado. Será el premio al tiempo y al esfuerzo dedicados. Curiosamente aquellas cosas que denominamos prioridades en nuestra vida como la familia y la salud requieren de esa misma inversión: tiempo y esfuerzo. Seguro que tienen algo que ver la dedicación a crear “caminos” y la dedicación a lo que más nos importa. Así, lo que era un árido desierto en tu vida puede convertirse en uno de los más bellos caminos. Y con la creación de los nuevos vamos anulando viejos caminos que muchas veces necesitamos dejar de utilizar.
Permíteme finalizar con una antigua reflexión persa que creo que viene muy al caso:
“ Cuida tus pensamientos porque se convierten en palabras,
cuida tus palabras porque se convierten en acciones,
ten cuidado de tus acciones porque se convierten en hábitos,
cuida tus hábitos porque se convierten en tu carácter”
cuida tus hábitos porque se convierten en tu carácter”
El cerebro es el diseño más complejo y asombroso de la naturaleza. Hay quienes piensan que es el producto de millones de años de azarosa evolución, pero es tan fino y ajustado su infinito engranaje que me hace pensar en un Diseñador también infinito capaz de organizar algo así.
Autor: Amador Martín, estudiante de medicina. Naturalia 3, 2012. (Asociación Naturalia Ailarután para el estudio y la defensa de la naturaleza). Asociación Naturalia: Un espacio cálido y acogedor para la amistad, estudiar la Naturaleza, aprender a protegerla y acercarte a nuestro Creador. Nuestro compromiso con la naturaleza es un compromiso con el Creador.
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