AMAF es la asociación de las esposas de pastor (y esposos de pastora). Una red de apoyo y sostén espiritual que trabaja en conjunto y bajo la tutela de la Asociación Ministerial, dado que, como consejero, tenemos al Secretario Ministerial de la Unión. Somos un equipo.
Por lo general, hablamos de esposa de pastor, porque son la gran mayoría, pero, por supuesto, incluimos a los esposos de las mujeres llamadas por Dios al ministerio pastoral.
Somos un departamento creado para asistir y apoyar a la otra mitad de la figura pastoral, dado que ésta tiene una situación, unas problemáticas y unas necesidades únicas.
La Asociación Ministerial para el Área Femenina (AMAF) fue reconocida a nivel internacional como un programa regular de la Asociación General en 1988, y por nuestra División Inter Europea (DEU) en 1991.
En nuestra Unión Adventista Española (UAE), durante este quinquenio, la llevamos adelante Loyda González (esposa del pastor Josué Reta, secretario de la UAE) y una servidora: Nancy Figueras (esposa del pastor Óscar López, actual presidente de nuestra Unión).
La figura de la esposa de pastor
La mayoría de las esposas de pastor proveen un apoyo positivo para la iglesia en general y para el trabajo de sus esposos en particular.
Están vinculadas al trabajo de sus esposos, mucho más que en otras profesiones.
Son apoyo, sostén, y esa parte fundamental para el marido en el desarrollo de su actividad, además de ser madres, trabajadoras, profesionales, estudiantes, emprendedoras y grandes influencers en su ámbito (las iglesias) aun sin proponérselo.
Quizás por eso mismo, intentamos llegar a ellas con una cercanía especial. Tratamos de crear espacios de confianza y cariño que no siempre puedes compartir con tus hermanos de iglesia.
Acompañamiento y apoyo
Ofrecemos el estar cerca, por Zoom, llamadas telefónicas o en persona. Nos acompañamos unas a otras en los momentos entrañables y también en los difíciles. Hacemos lo posible por encontrar ese espacio y aun así es probable que no lleguemos al 100%.
Por cierto que hemos podido celebrar una Convención Nacional de AMAF que ha sido de gran bendición, y que ha servido, sobre todo, para conocernos y crear lazos de amistad.
En este momento somos unas 70 esposas de pastor. Y como no siempre tenemos la oportunidad de estar cerca, en su momento creamos un grupo de mensajería que nos ayuda a saber unas de otras, y estar un poquito más cerca de lo cotidiano y poder orar unas por otras y por motivos específicos de nuestras familias. Juntas, celebramos los acontecimientos felices y nos acompañamos en los más complejos. Compartimos materiales o actividades y podemos ir sabiendo unas de otras.
Esposas de pastores jubilados y esposas de estudiantes de teología
Lo mismo hacemos con las esposas de los pastores jubilados. Intentamos mantenernos comunicadas para darnos soporte emocional.
Y también con las esposas (y novias) de los estudiantes de teología, que aunque tienen una organización aparte, cuentan con todo nuestro apoyo y consejos, para que estén lo mejor preparadas posible para los desafíos que, como esposas de pastor, tendrán.
Unidas en oración
Este espacio específico, que es AMAF, nos acompañamos y nos apoyamos para no pasar las pruebas solas. El enemigo ataca especialmente a nuestras familias pastorales, porque sabe lo importante que es la labor del pastor para el sostén de los hermanos. Por eso las esposas de pastor tenemos un grupo de apoyo al que pertenecemos. Somos una red de mujeres orando unas por otras; por nuestras familias pastorales, con sus desafíos únicos; por nuestros hijos; por el ministerio de nuestros esposos; por nuestras iglesias; etc.
«Preséntate tú mismo en todo como ejemplo de buenas obras y muestra en la enseñanza integridad y seriedad, con palabras sanas e irreprochables, de modo que el adversario se avergüence y no tenga nada malo que decir de ustedes» (Tito 2:7-8 RVC)
«Que la belleza de ustedes no dependa de lo externo, es decir, de peinados ostentosos, adornos de oro o vestidos lujosos, sino de lo interno, del corazón, de la belleza incorruptible, de un espíritu cariñoso y sereno, pues este tipo de belleza es muy valorada por Dios». (1ª de Pedro 3:3-4 RVC)
Autoras: Nancy Figueras y Loyda González, responsables de AMAF de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.