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ancianosJunto al pastor, los ancianos y ancianas tienen un papel clave en el cuidado de los miembros y en el mantenimiento de su fe.

Ya debes haber percibido que una iglesia solo tiene movimiento porque las personas, movidas por el Espíritu Santo, actúan. Porque las mujeres y los hombres dedican tiempo, influencia, esfuerzos y recursos para hacer que el evangelio sea real en la vida de los demás.

Quien ayuda a liderar una iglesia paga el precio de eso, pues exige abnegación, compromiso y mucha responsabilidad. Pero también cosecha incontables bendiciones, incluyendo la de ver gente con un hermoso brillo en los ojos al descubrir el poder del evangelio, y la felicidad de quien tiene su fe fortalecida en cada una de nuestras reuniones.

Gracias a Dios, muchos han abrazado el ancianato como oportunidad para el desarrollo espiritual. En Sudamérica, he visto a los más jóvenes, a los más experimentados, mujeres, hombres, todos unidos con los pastores para hacer una iglesia más viva, relevante y basada en la Palabra de Dios.

Lo que hacen ancianas y ancianos, está en armonía con el ide proferido por Cristo en Mateo 28:19. Hacer discípulos no es solo preparar a otros para ampliar el alcance y vivir el evangelio. Hacer discípulos es incentivar el cuidado de todos los miembros hacia cada persona que visita nuestros templos; hacia cada persona que encontramos en las calles, en los hospitales, en una parada de autobús o incluso en una red social.

El resultado del trabajo y dedicación de los ancianos no se puede medir. Mi corazón se llena de gratitud al pensar en cada uno de ellos, quienes diariamente se dejan usar por el Señor; que trabajan por poner la misión divina antes de sus intereses personales; porque invierten tiempo y se convierten en bendición para quienes los rodean.

Dios tiene propósitos maravillosos para aquellos que le sirven y hacen de su vida un ministerio. Nunca olvidemos las palabras del apóstol Pedro en su primera carta, capítulo 2, versículo 9: «Vosotros sois linaje escogido».

¡Que Dios conserve a nuestros ancianos firmes hasta Su breve regreso!

Autor: Stanley Arco es pastor y el actual presidente de la Iglesia Adventista para ocho países de Sudamérica.
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Revista Adventista de España