Un vacío existencial
La 6 veces medallista olimpica Simone Biles provocó una gran conmoción en todo el mundo cuando decidió retirarse de la final por equipos de gimnasia de los Juegos de Tokio, optando en última instancia por dar prioridad a su salud mental.
Michael Phelps, nadador estadounidense, siendo uno de los deportistas olímpicos más condecorados de todos los tiempos, reveló en 2018 que luchó contra la depresión y contempló el suicidio después de los Juegos Olímpicos de 2012. Él comentaba lo siguiente: “Somos seres humanos, ¿verdad? Somos seres humanos. Nadie es perfecto, así que sí, está bien no estar bien. Está bien pasar por altibajos y montañas rusas emocionales, Pero creo que lo más importante es que todos necesitamos pedir ayuda a veces cuando pasamos por esos momentos”.
Y añadió: “Necesitamos a alguien en quien podamos confiar. Alguien que nos deje ser nosotros mismos y nos escuche. Que nos permita ser vulnerables. Alguien que no intente arreglarnos. Llevamos muchas cosas, mucho peso sobre nuestros hombros, y es un reto, especialmente cuando tenemos las luces puestas en nosotros y todas estas expectativas que se nos echan encima”.
Jesus nos dice : ” Vengan a mí”
Hace 2000 años, Jesús entendió lo que le pasaba a la gente de su época. Hay registros memorables de encuentros con la mujer de Samaria; con la prostituta de Magdala; el ladrón en la cruz; el ciego de nacimiento; el paralitico de Bethesda; los leprosos del camino; el joven rico; el fariseo en la noche; la mujer con flujo de sangre; la hija de Jairo; y hasta un muerto llamado Lázaro.
Todos tenían cargas pesadas, impuestas o elegidas, heredadas o adquiridas.. no lo sé. Pero eran cargas en las que sólo podemos ver las señales externas y cicatrices de la opresión que causaban en su receptor o receptora. Pero Jesús fue mas allá y los liberó del peso de una culpa por estar señalados y condenados por la sociedad.
Ese encuentro entre el pastor y su oveja herida fue transformador, salvador, restaurador, redentor, emancipador, y liberador. Fue amor a primera vista.
Hoy en día, la separación de Dios se sigue cobrando víctimas con cargas pesadísimas que nosotros solos no podemos soportar. Por eso Jesús dice;
“Vengan a mí” todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso” (Mateo 11:28)
Es tan sencillo lo que pide Jesús, tan abarcante, tan vigente y tan oportuno, que nadie esta excluído de esta invitacion.
Jesús llevará nuestra carga
Mas adelante sigue Jesús diciendo:
“Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma” (Mateo 11:29).
En otras palabras: toma de la vida, y ejemplo de Jesús, una manera y forma de ser en tu diario vivir. Jesús puede calmar tus tormentas y olas internas. Puede convertir tus miedos y angustias mas profundas en certeza y esperanza de perdón y salvación.
Y para finalizar Jesús te garantiza:
“Vengan a mí” …”Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana” (Mateo 11:30)
Jesús te ofrece hoy cambiar tu carga pesada por la mejor carga que se puede tener: El amor de Dios y su perdón para tu vida. La seguridad de su salvacion, y la certeza en la bendita esperanza de que así como nos creó y redimió, vendra pronto a rescatarnos de este mundo de pecado.
¿Sabes donde conseguir a ese Jesús que te esta invitando a seguirle? El mismo te lo dice:
— “Vengan a mí”…”Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí”. (Juan 14:6)
Hay solucion en Jesús. Lo que el pecado nos quitó, Dios nos lo da
“Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo”. (Juan 14:27)
¿Quieres aceptar al Señor Jesús en tu vida? “Pues todo el que invoque el nombre del Señor será salvo” (Romanos 10:13)
Ora conmigo:
Señor quiero conocerte, gracias por tu amor infinito y la oportunidad de descubrir tus planes para mi vida. Te abro mi corazón y acepto tu providencia y voluntad, quiero seguirte y entregarte mis cargas para llevar tu caracter en mi vida. En Jesús. Amen.
Autor: Amenothep Zambrano, corresponsal de la revista adventista en Badalona.
Imagen: Photo by Brannon Naito on Unsplash