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No aprendemos a vivir en la escuela. Tampoco existen los “másteres” de vida. A vivir se aprende viviendo ¿no? No hay libros que enseñen a vivir… ¿o si? La Biblia es el libro de los libros. En él Dios te habla acerca del bien y del mal, así como de sus consecuencias. Habla de ti, de tu identidad, del Amor que el Creador siente por tu persona, y de Su Plan para salvarte del pecado, el sufrimiento y la muerte. Su Amor (si, con mayúscula) está enlazado a tu libertad, pero no te librará de las consecuencias de tus actos. Tu Padre respeta tus decisiones, y tu deberás vivir con las consecuencias. Aprender a vivir es aprender a escoger. Tomar las mejores decisiones. Y las mejores, sabiendo que hay una vida eterna, y que este mundo es menos de un segundo de la eternidad, son aquellas que te acercan a Dios y a ese destino.

Recientemente aparecía en los medios el escándalo de políticos que habían obtenido sus másteres de manera ilícita. De pronto un montón de títulos desaparecían, misteriosamente, de su currículum. Este hecho me hizo reflexionar sobre la importancia de entender bien la diferencia entre conocimiento, sabiduría y verdadera inteligencia, desde el punto de vista de Dios.

Verdadera inteligencia: elegir bien

Según la Biblia, la verdadera inteligencia tiene más que ver con las elecciones que haces en la vida que con los títulos que tienes. La “titulitis” está mas relacionada con la memoria y la adquisición de conocimientos. La inteligencia está más en la línea de decidir bien para obtener de la vida las mejores consecuencias.

La sabiduría es comprender que, como supuestamente dijo Einstein, “Sólo me interesan los pensamientos de Dios, el resto son detalles”. Es el Señor quien puede ayudarte a tomar esas decisiones correctas. Es el Espíritu Santo quien te guiará en la vida, si le dejas, para que ésta sea transformada; y es el propio Jesús, tu salvador, a quien querrás parecerte, quien te alentará a la edificación de un carácter, y una vida, santos a su imagen, gracias a tu relación con Él y al poder del Espíritu Santo en tu vida.

Cuidado con la soberbia y el “racismo” intelectual

Estudiar está bien, de hecho cuanto más conocimiento tengas mas libre serás, porque tendrás más herramientas y recursos para defenderte en esta sociedad. Pero la vida es mucho más que eso. No te engañes, tus títulos no te hacen más inteligente, especialmente si tus elecciones de vida te hacen desgraciado. Alguien realmente inteligente sabe que cuanto más aprende, se da cuenta de que ignora mucho más. Por otro lado, todos sabemos mucho… solo que no todos sabemos las mismas cosas.

El conocimiento más importante al que podrás tener acceso es aquel que está relacionado con tu vida, con tu existencia aquí y con tu futuro eterno. 

6″Pues el Señor es quien da la sabiduría; la ciencia y el conocimiento brotan de Sus labios”. Proverbios 2:6.

Juzgar a alguien por su nivel académico demuestra una necedad y una falta de visión importante. No todos tenemos las mismas oportunidades en la vida. La “titulitis” mal enfocada solamente te llevará a ser más necio y mas orgulloso. Puede, incluso alejarte de Dios, de modo que a más distancia de la Verdad, mayor distorsión de la realidad. Debes entender que Dios es la fuente de todo conocimiento, y que ese conocimiento es tan intenso que transformará tu vida. Sólo el Creador es la Verdad. El que existe por sí mismo, el origen de todo. Y solo la Verdad te hará libre, porque sólo Él puede liberarte de tus cadenas y darte Vida, eterna y de calidad.

“Examínenlo todo y quédense con lo bueno. Eviten toda clase de mal. Que el Dios de la paz les conceda vivir totalmente consagrados a él, de modo que todo su ser —espíritu, alma y cuerpo— permanezca sin tacha para el día en que se manifieste nuestro Señor Jesucristo”. Juan 8:31-36

El conocimiento de Dios transforma

La sabiduría que emana del Creador no se queda en un mero conocimiento intelectual, te cambia por completo. El mundo se abre ante tí con una nueva perspectiva. Lo que antes tenía importancia, carece de valor; y lo que no valorabas, es de pronto importante. Ya no importan tanto los datos, sino si están en concordancia con el carácter de Dios, reflejado en Cristo y en Su Palabra. No te fíes nunca de la inteligencia de una sociedad alejada del Señor. Examina todo y retén lo bueno. 

“Dirigiéndose a los judíos que habían creído en él, dijo Jesús:

— Si se mantienen fieles a mi mensaje, serán verdaderamente mis discípulos, 32conocerán la verdad y la verdad los hará libres.

33Ellos le replicaron:

— Nosotros somos descendientes de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie; ¿qué significa eso de que “seremos libres”?

34— Yo les aseguro —les contestó Jesús— que todo el que comete pecado es esclavo del pecado. 35Y el esclavo no forma parte de la familia de modo permanente; el hijo, por el contrario, es siempre miembro de la familia. 36Por eso, si el Hijo les da la libertad, serán verdaderamente libres. 37Ya sé que ustedes son descendientes de Abrahán. Sin embargo, quieren matarme porque mi mensaje no les entra en la cabeza. 38Yo hablo de lo que he contemplado estando con el Padre; ustedes, en cambio, hacen lo que han aprendido de su propio padre”. (1º Tesalonicenses 5:21-23)

Sabiduría para alcanzar la Vida eterna

Hace tiempo, tuve la oportunidad de ver un vídeo de 5min en Youtube, que me impactó. No tanto por lo que decía, sino por el ejemplo que el pastor utilizó. Se trata de parte de un culto del pastor Francis Chan (desconozco su denominación religiosa), en el que el pastor usaba una cuerda para explicar nuestra vida aquí y la vida eterna. Tenía en la mano un trocito pequeño pintado en rojo, y la cuerda, gruesa, blanca y larga seguía y seguía, se enrollaba en sí misma y continuaba hasta detrás del telón. La parte roja era la vida en esta tierra. El resto de la cuerda “eterna” era la vida que Dios nos ofrece si aceptamos el regalo de su amistad y Su Salvación. Nuestra mente no abarca la eternidad.

¿Títulos? No son mas que trozos de papel que unos hombres dan a otros hombres por conocimientos de hombres… ¿Inteligencia? ¿sabiduría? ¿verdadero conocimiento? todo eso está en Dios, más allá de que la inteligencia sea una capacidad genética que podemos ampliar, o que haya múltiples tipos, el conocimiento absoluto se nos escapará siempre porque lo que realmente hace inteligente a un ser humano es aceptar que la sabiduría es el camino del conocimiento, que la Verdad transforma y salva, y que Jesús es la Verdad, el Camino y la Vida.

6″Jesús le dijo:

— Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar hasta el Padre si no es por mí”. (Juan 14:6)

Conclusión

¿Quieres ser inteligente? Busca a Dios. No hagas un dios de tus conocimientos o títulos, no permitas que te alejen del Señor. No te creas demasiado listo, en tu propia opinión (Proverbios 3:7). Porque la sociedad, te enseñará muchos conocimientos, y te dará muchos títulos, pero tal vez tengas, como Moisés, que cambiar e incluso desaprender algunos, para llenarte de los correctos y asumir que los verdaderamente importantes están únicamente en el Creador. El conocimiento de la sociedad pocas veces está alineado con la sabiduría de Dios. 

“Pongo hoy como testigos contra ustedes al cielo y a la tierra: te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige la vida y vivirán tú y tu descendencia. 20Ama al Señor tu Dios, obedécele y sé fiel a él; de esto depende la vida”. (Deuteronomio 30:19)

Toma las mejores decisiones: Vive de la mano de Dios; profundiza en el mayor de los conocimientos, busca al Señor de todo corazón y comprende que no hay nada mas sabio que una vida transformada a imagen de Cristo. No hay lecciones más importantes que las de Vida que nos dio el Maestro, ni examen mas importante que el de tu carácter.  (Proverbios 2 y 3)

Te propongo un máster de Vida, basado en el Plan de Salvación y el carácter de Cristo. Universidad: La vida. Libros: la Biblia y los libros de EGW. Requisitos: tu libre elección. Profesor: Dr. Espíritu Santo. Titulación: Salvo por la fe* . Futuro profesional: Evangelismo y Vida eterna.

 

“Llámame y te responderé; te comunicaré cosas importantes y recónditas, que no conoces”. (Jeremías 33:3)

“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano”  (Isaías 55:6).

*La fe es relación. Incluye amor, confianza y obediencia a la Ley.

Esther Azón. Lic. Teología y comunicadora. Productora TV, guionista y redactora web en HopeMedia. Editora de la Revista Adventista de España. 

Foto: Joanna Nix en Unsplash

 

Lic. Teología & Comunicadora Editora Revista Adventista Productora radio y TV/ Redactora Web en HopeMedia Edit/coordin. Quecurso.com

2 comentarios

  • RAFAEL dice:

    Leyendo el artículo de Esther, he de reconocer que tiene razón. Hoy en día se sobrevalora el tener un título universitario lo que muy acertadamente se llama “titulitis”. Me parece también ridículo valorar la sabiduría y conocimiento en base a los títulos que tiene. Yo que estudié en la Universidad conocí a personas inmensamente instruidas que en nada se diferencian de las personas que salen a la televisión a contar sus miserias. Lo que realmente nos hace felices no es el título o Master, es conocer a Dios y amarle. El que entiende esto es sabio.

    • Muchas gracias Rafael. Ciertamente no hay mayor sabiduría, ni prueba de inteligencia, que aprender de Dios y confiar en Él… Porque como Creador es la única Verdad absoluta que existe.
      “Solo me interesan los pensamientos de Dios, el resto son detalles” (Einstein) 😉
      Un abrazo en Jesús.

Revista Adventista de España