El testimonio de Oly
Gema bíblica
«Estén siempre preparados a responder a todo el que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen» (1 Ped. 3:15, DHH).
Relato:
Oly se acomodó en el asiento y ajustó su cinturón de seguridad. Estaba listo para un viaje en autobús sin sobresaltos hasta Kalimantan (Indonesia); este sería un fascinante viaje misionero. Durante un mes había aguardado con ansias ese momento, y ahora finalmente se estaba haciendo realidad. Miró a su alrededor, y vio varios de sus amigos ya acomodados en los asientos detrás de él.
Cuando se aprestaba a cerrar los ojos, el hombre que viajaba a su lado se inclinó hacia él.
—¿Adónde te diriges, jovencito? ¡Pareces entusiasmado! –dijo el extranjero.
Oly asintió.
—Estoy en camino a un viaje misionero para ayudar a cavar pozos de agua y construir baños para los habitantes de una aldea de Kalimantan –respondió Oly con una amplia sonrisa.
—¿Y por qué haces algo así? –preguntó el hombre–. ¿No es más divertido ir de paseo que dedicarse a algo así?
—La Biblia nos enseña a ayudar y servir a los demás, y eso es lo que quiero hacer –respondió Oly muy seguro de sí mismo.
—¡Veo que tienes grandes convicciones! –replicó el hombre con una señal de clara aprobación–. Cuéntame más. Me sorprende que haya jovencitos tan decididos.
Durante treinta minutos, Oly habló de cómo había conocido a Cristo. Imaginen: Oly era budista (o sea, pagano), pero fue a estudiar en una escuela adventista, y se convirtió al cristianismo. Le contó de las dificultades que tuvo que enfrentar cuando decidió seguir a Jesús.
—Lo siento, ya he hablado mucho. Le voy a dejar un libro –dijo Oly mientras se lo entregaba al hombre.
—Gracias, jovencito –dijo el hombre con una sonrisa–. Trataré de leerlo. Tus convicciones me han impresionado. Te deseo lo mejor. ¡Que Dios te acompañe!
Busca en la Biblia:
Lee Hechos 9:20-22. ¿Qué hizo Pablo, y qué fue lo que le dio semejante fortaleza?