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El impacto que ha tenido la 60ª Asamblea Mundial de la Asociación General en San Antonio, Texas el pasado mes de Julio, ha sido importante y positivo en muchos sentidos. El primer impacto ha sido económico para la ciudad. Según las propias autoridades locales desde la Oficina de Convenciones y Visitantes de San Antonio, se esperaba una inyección de unos 41 millones de dólares en la economía local, lo que hizo que la población se volcara dando la bienvenida a todos los adventistas que viajaron hasta San Antonio.

Los medios de comunicación se hicieron eco desde el primer momento del evento. El propio director ejecutivo de la Asociación de Hoteles y Hospedajes de San Antonio, John Clamp, comentó en declaraciones al diario Business Journal: “Esto es nada menos que espectacular para la industria hotelera”. El impacto previsto hizo que las autoridades preparasen más de 200 personas o “embajadores” que dieron la bienvenida a los adventistas en el aeropuerto, además de brindarles información sobre medios de transporte, lugares de restauración, así como lugares turísticos e incluso ayudarles con el equipaje, según informó la emisora de televisión KSAT, afiliada local de la ABC network.

Una emisora de radio local, WOAI, señaló que la Sesión de la Asociación General coincidía con el momento en el que los residentes de San Antonio se marchan fuera de la ciudad por vacaciones y coincidiendo con el 4 de Julio, fiesta de la Independencia de los Estados Unidos. Avisó a los residentes que si usaban el aeropuerto podría ser un viaje más estresante de lo normal.

“Las masas súper grandes de personas en el aeropuerto hará más difícil que puedan llegar a la puerta de embarque a tiempo, es preferible que impriman su tarjeta de embarque antes de salir de casa, hagan un equipaje ligero de forma que pase los controles de seguridad rápidamente, y lleguen pronto al aeropuerto de modo que pueda navegar entre la muchedumbre,” dijo la emisora de radio, citando a Nora Castro, una portavoz del aeropuerto.

El esfuerzo que hicieron los texanos para dar la bienvenida a los adventistas llegó incluso a los restaurantes. Muchos restaurantes en San Antonio añadieron al menú la opción vegetariana. En algunos hoteles donde se hospedaron los delegados, como el hotel Grand Hyatt, se distribuyeron folletos con una lista a dos caras de “restaurantes con oferta vegetariana.”

“San Antonio es famoso por su buena comida, y los miembros de la Oficina de Convenciones y Visitantes desean que los Adventistas del Séptimo Día experimenten el sabor del Sur de Texas a pesar de sus restricciones alimenticias”, dijo la televisión KSAT. “Muchos restaurantes han cambiado o ampliado sus menús durante … la sesión en un esfuerzo de crear una experiencia memorable para los invitados y grandes ingresos para la comunidad.”

La Iglesia Adventista ha dado buen testimonio sobre el estilo de vida, no solo al punto de modificar la mayoría de menús de los restaurantes de la ciudad, también en la promoción del ejercicio físico como parte del estilo de vida. La mañana del domingo 5 de julio se celebró una carrera de 5 kilómetros en la que se dio la bienvenida a participantes de todas las edades. El sentimiento general entre los corredores era el aprecio por el personal de la ciudad de San Antonio. “Ha sido realmente un placer trabajar con los funcionarios de San Antonio,” dijo Pat Humphrey, director del departamento de Ministerios de Salud de la Unión del Suroeste (Southwestern). La policía y los funcionarios involucrados eran genuinamente amables y serviciales, guiando a toda persona que perdió la ruta”. 

Cada corredor que cruzó la línea de meta estaba flanqueado por cientos de extraños animándolos en los últimos pasos. Muchos de los que ya había terminado estaban también en la recta final escoltada con vallas, “chocando los cinco” con los corredores que seguían llegando. La unidad entre estos extraños era palpable dándose ánimos los unos a los otros.

Paralelamente a la 60ª Asamblea Mundial de la Asociación General se organizó un evento. Unos 550 jóvenes adultos de 18 a 35 años se reunieron para llevar a cabo el proyecto “Impacto San Antonio” en el hotel Marriott Rivercenter entre el 2 y el 11 de julio. Durante la experiencia de 10 días se hicieron servicios de adoración, dinámicas y sesiones de trabajo seguidas de proyectos de servicio comunitario por las tardes.

Se desarrollaron unos 20 proyectos de servicio y extensión misionera durante esos días. Uno de los proyectos que impactó positivamente al sector desfavorecido de San Antonio se llevó a cabo en colaboración con las agencias locales para servir a un refugio para desamparados, un hospicio para personas con VIH / SIDA, y un centro que trabaja para combatir la raíz del problema de consumo de alcohol y drogas.

Otra forma que dejó huella fue a través de jóvenes y unidades de limpieza de la vecindad. Se realizaron también proyectos de paisajismo urbano dejando una marca duradera en el entorno de la ciudad. Además, hubo jóvenes que se ofrecieron para pintar casas y ayudar a los propietarios que no podían realizar el trabajo, dejando una mejora en la vivienda de estos vecinos.

El Ministerio de Arte en la calle contó con un grupo de jóvenes y con la autorización de la ciudad para enseñar a otros jóvenes a pintar mensajes positivos y del Evangelio en algunas paredes en San Antonio. Junto con algunas iglesias locales asociadas al proyecto se proporcionó mano de obra para algunas mejoras en las instalaciones de estas congregaciones locales que les permitirá conectar y servir a su comunidad aún mejor.

Otra actividad abierta a la ciudadanía de San Antonio fue una Expo-Salud interactiva para niños en un vecindario con familias de pocos recursos, donde muchas personas luchan con enfermedades cardíacas y diabetes a causa de un mal estilo de vida y nutrición. Otras actividades más conocidas y populares también se agregaron a la lista de iniciativas llevadas a cabo en el centro de la ciudad, como “abrazos gratis”, “agua gratis”, y “¿necesitas orar?”

Un proyecto especial contó con un autobús para evangelizar a través de actividades patrocinadas cada día patrocinado por un ministerio de televisión Adventista diferente. Este autobús se desplazó por diferentes barrios de la ciudad donde había iglesias adventistas o donde las congregaciones han establecido grupos pequeños llamados “Hogares de Esperanza” haciendo encuestas personalizadas e identificar mejor las necesidades de la población local para ofrecer ayuda de forma más eficaz. Entre otras cosas, se promovía la programación familiar cristiana disponibles en su área.

La trata de personas es un grave problema contra los derechos humanos. En San Antonio existe una coalición contra la trata de personas, a la que se asociaron los adventistas ofreciendo cursos de formación durante las mañanas y eventos de sensibilización durante las tardes en el centro de la ciudad. Lamentablemente San Antonio tiene una de las tasas más altas de lucha en el país contra este crimen contra la humanidad.

A través de muchas personas, medios, ideas, iniciativas y actividades, los Adventistas del Séptimo Día han dejado una huella indeleble en el paisaje de la ciudad, en la oferta gastronómica, en la vida de muchas familias desfavorecidas, en los hogares de personas de escasos recursos, en la mente de los oficiales de policía que atendieron a las visitas con una sonrisa y fueron correspondidos con otra, por no hablar del personal del aeropuerto, sorprendido ante la gran avalancha de pasajeros y ser testigos de un orden extraordinario gracias al civismo de los visitantes al llegar y despedirse de San Antonio. La Iglesia, vaya donde vaya, con su sola presencia ha sido y sigue siendo testimonio de Cristo ante multitudes.

Revista Adventista de España