Los adventistas del séptimo día aceptan la Biblia como su único credo y mantienen 28 creencias fundamentales que guían los principios de la organización. Estas creencias constituyen la comprensión y la expresión de la enseñanza de la Biblia por parte de la Iglesia. Y solo puede haber alteraciones en estas declaraciones en una asamblea mundial. El pastor Ted Wilson, presidente mundial de la Iglesia, declaró durante una reunión administrativa del año pasado que “apenas estamos ajustando el texto de modo que resulte más claro y útil”.
Otro documento que solo puede ser modificado en un congreso como este es el Manual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. La historia de este material es antigua. El Congreso de la Asociación General de 1882 votó la preparación de instrucciones para los oficiales de la Iglesia, que se imprimieron en la Review and Herald en forma de folleto en aquella época. Al año siguiente se propuso que esos artículos tomasen forma permanente por medio de un manual. “Es un documento, inclusive, con valor legal ante la justicia”, agrega el director jurídico de la Iglesia para ocho países sudamericanos, Dr. Luigi Braga.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día raramente revisa sus creencias fundamentales y manual. Así que, ¿por qué ahora?
Hay por lo menos seis razones por las que una denominación podría considerar una revisión del estado de sus creencias. Podría desear:
- Buscar un lenguaje y estructuras de la oración más fluidos.
- Buscar un lenguaje que sea más fácil de traducir a otros idiomas.
- Actualizar la terminología cuando el significado o el uso del lenguaje ha cambiado.
- Clarificar el lenguaje que puede no explicar claramente lo que la iglesia cree.
- Hacer frente a nuevas situaciones que requieren una aclaración o posicionamiento.
- Añadir un énfasis que no fue mencionado en declaraciones anteriores.
- Cambiar o agregar nuevas declaraciones que añaden o cambian el significado de las declaraciones anteriores.
En esta ocasión no hubo cambios en las creencias que estén representen la categoría 7, es decir, no se añadió nada nuevo ni cambió el significado sustancial de declaraciones anteriores.
El motivo de la actual revisión está incluido en la categoría 6, aunque no hubo grandes modificaciones textuales sí que hubo algunas menores.
CREENCIAS FUNDAMENTALES
Los delegados presentes en el 60º Congreso Mundial de la Iglesia Adventista votaron y aprobaron el martes 7 de julio algunos cambios del texto en la redacción de las 28 Creencias Fundamentales de la organización. El pastor Artur Stele, uno de los vicepresidentes mundiales de la Iglesia y que presidió las sesiones de aprobación de ese punto específico de la lista, resaltó la importancia de la tarea.
Explicó que las modificaciones son solo textuales y que, de ninguna manera afectan la base de las creencias adventistas. “Buscamos una manera de mejorar la redacción de nuestras doctrinas para que hubiese una actualización con un lenguaje más adecuado”, comentó. El proceso de modificación de algunos puntos implicó, inclusive, consultas a varias personas a lo largo de varios años. Personas de todo el mundo tuvieron la oportunidad de hacer sugerencias y recomendaciones para este material, que pasó, también, por el análisis de la Asociación Ministerial.
Redacción más clara
El pastor Herbert Boger, secretario ministerial asociado de la Iglesia para ocho países sudamericanos, destaca que “somos el pueblo de la Biblia y eso nunca va a cambiar. Lo que ocurre es que en el mundo las palabras cambian y las comprensiones cambian, por eso necesitamos actualizar el texto, expresar de forma más clara lo que la Biblia nos ha dicho y afirmado sobre las creencias que la Iglesia ya posee desde hace muchos años. No hicimos ninguna alteración de principio bíblico”.
Boger explica, además, que ese trabajo con las creencias fue realizado en el sentido de no dejar dudas en el texto final respecto lo que creen los adventistas. Él cita, por ejemplo, la cuestión de la Creencia número seis, La creación, en la que quedó más claro aún con el nuevo texto que Dios creó el mundo en seis días literales y no en días con un período de tiempo más prolongado. En la Creencia 11, llamada El crecimiento en Cristo, hubo una actualización de la redacción para dejar bien nítido el compromiso de los adventistas con las actividades en todos los aspectos de la vida, lo que incluye al área social. “La modificación textual de la Creencia número 23, que trata El matrimonio y la familia, quedó sin margen para la ambigüedad, aclarando nuestra comprensión sobre este tema. Amamos a todas las personas, pero entendemos bíblicamente que el matrimonio es entre un hombre y una mujer y eso se ha hecho más evidente aún de lo que ya estaba”, agrega Boger.
Los delegados respaldaron abrumadoramente las revisiones que aclaran ahora que el matrimonio es entre un hombre y una mujer en la creencia número 23. Los delegados consideraron y aprobaron las revisiones en 24 de las 28 Creencias el lunes, votando los cambios uno por uno. Se requería una aprobación por dos tercios de los votos para remitir un artículo de nuevo a la comisión revisiones.
En las creencias número 13, 14, 15, 16, 26, 27 y 28 no hubo ninguna modificación del texto, sino solo una reorganización de los textos bíblicos usados como referencia para la explicación del asunto.
Es importante recordar que la redacción final de las Creencias Fundamentales en español, aun no está disponible. Estas son las principales actualizaciones en algunas de las Creencias. Entienda cuáles son:
Creencia Número 1 – Las Sagradas Escrituras
– Modificación en una frase que aclara que los autores inspirados de la Biblia hablaron y escribieron movidos por el Espíritu Santo.
Creencia Número 2 – La Trinidad
– Pequeña actualización, diciendo solo que Dios es amor, en la última frase de la creencia.
Creencia Número 4 – El Hijo
– Son dos modificaciones principales. La primera es la que caracteriza a Jesús no como hombre, sino como humano. Y la otra es la que agrega que Él ascendió al Cielo para ministrar en el Santuario Celestial.
Creencia Número 5 – El Espíritu Santo
– Aclara sobre la personalidad del Espíritu Santo.
Creencia Número 6 – La creación
– Fueron agregados términos que dejan claro que la creación del mundo ocurrió en seis días literales recientes y hace una conexión más clara con el sábado. La razón principal de que la declaración de las Creencias Fundamentales sobre La Creación haya sido revisada en esta reunión de la AG es: La declaración existente ha sido reinterpretado por algunos para hacerla significar casi cualquier cosa que deseen acerca de los orígenes, incluyendo la evolución teísta. Así, el Consejo Anual de 2004 produjo una declaración que aclaró que la vida en la Tierra se llevó a cabo tal y como se indica en Génesis 1 y 2. Los que optaron por reinterpretar la Creencia Fundamental número 6 sostuvieron que la declaración del Consejo Anual 2004 no fue autorizada, ya que no fue votada en una sesión de la AG. Por lo tanto, la declaración de 2004 se afirmó en la sesión de la AG en 2010 con la petición de que la “sustancia del voto” se trabajase para incluirla en la Declaración de las Creencias Fundamentales. La declaración revisada y aprobada por esta sesión deja claro que Dios creó la vida en seis días reales, y con la adición del sábado, fue una semana tal y como la conocemos hoy en día. Puede leer más detalles del debate en la noticia de ANN-España: #GCSA15 #90 Los delegados aprueban la actualización de las Creencias Fundamentales.
Creencia Número 7 – La naturaleza humana
– A esta creencia se le cambió el nombre a La naturaleza de la humanidad en vez de la del hombre para actualizar el lenguaje inclusivo de ambos géneros.
Creencia Número 8 – El gran conflicto
– En esta creencia, cuando se habla del diluvio, ahora se hace una referencia más clara al texto de Génesis. La declaración anterior contenía una frase en la naturaleza “mundial” (worldwide) del diluvio bíblico. La intención de esa declaración era representar la enseñanza bíblica de que la inundación cubrió el mundo entero. No se previó que la palabra “mundial” (worldwide) sería re-interpretada por aquellos que no aceptan la historicidad de Génesis 1-11 en el sentido de “el mundo conocido”, que restringe el relato a una gran inundación regional. Por lo tanto, esta sesión de la AG cambió la palabra por “global”.
Creencia Número 9 – La vida, muerte y resurrección de Cristo
– Se modificó una palabra que presenta la resurrección de Cristo como corpórea. Se añadió el término “en cuerpo” (bodily) delante de “resucitado.” Ahora se ha aclarado que la resurrección de Jesús no era una continua influencia ni una experiencia espiritual, sino una resurrección real de Cristo en su persona, en su totalidad, incluyendo su cuerpo. Aunque la Escritura enfatiza este punto, es rechazado por muchos teólogos, que no reconocen la historicidad del relato bíblico. Por lo tanto, es importante añadir la palabra “en cuerpo”. Esta modificación es fruto de un trabajo no terminado, prorrogado a raíz de inquietudes planteadas hace 35 años.
Creencia Número 11 – El crecimiento en Cristo
– Se añadió una frase haciendo hincapié en que, como seguidores de Cristo, los adventistas deben ser ejemplos por medio de un ministerio que involucra, la responsabilidad social y el bienestar de la comunidad.
Creencia Número 17 – Los dones espirituales
– Se hizo un cambio menor: una palabra cambiada de “el cual” (which) a “el que” (that).
Creencia Número 18 – El don de profecía
– Algunas actualizaciones en el texto que dejan aun más claro que la Iglesia ve los escritos de Ellen White como fuente de autoridad, pero sin ser substituto de la Biblia, que sí es la principal fuente para los adventistas. Algunos sentían que con la declaración previa la Iglesia Adventista dio a la cofundadora Ellen G. White autoridad comparable a la de la Biblia. Los cambios se han hecho para eliminar esta ambigüedad potencial. Ellen G. White misma hizo hincapié en que su autoridad está sujeta a las Escrituras. La nueva redacción de esta declaración de ninguna manera disminuye la comprensión de la iglesia sobre la autoridad de la Biblia o la autoridad profética de Elena G. de White.
Creencia Número 23 – El matrimonio y la familia
– El texto ahora deja aun más claro que el matrimonio es entre el hombre y una mujer e incluye además que las personas solteras también son parte de la familia de Dios y no solo las parejas casadas. El término “compañeros” (partners) se cambió por “un hombre y una mujer”. El significado de la palabra “compañeros” con referencia al matrimonio ha cambiado en el uso social actual para indicar un compromiso de matrimonio ya sea con alguien del mismo sexo o del sexo opuesto. El significado actual no era frecuente en 1980, cuando se revisó por última vez la declaración. Esta modificación de redacción indica que la iglesia seguirá siendo fiel al concepto bíblico del matrimonio, a pesar de los cambios en la cultura contemporánea.
Creencia Número 25 – El matrimonio y la familia
– Se ha cambiado una frase de “la venida de Cristo es inminente” a “la venida de Cristo está cerca.” Este cambio no sólo tiene la ventaja de utilizar el lenguaje bíblico, también es una lectura más fácil y es más fácil de traducir a otros idiomas diferentes del inglés.
MANUAL DE IGLESIA
Los delegados del Consejo de fin de año 2014 de la Asociación General acordaron enmendar algunos capítulos del Manual de la Iglesia, incluyendo añadir nuevos detalles para especificar mejor las razones por las que los miembros pueden ser disciplinados.
Las 13 razones por las que los miembros pueden ser disciplinados — como deslealtad a la iglesia y violencia física — no cambian. Pero la sección que trata de forma más concreta con las relaciones extramaritales se ha ampliado para incluir detalles sobre definiciones específicas acerca de la conducta sexual.
La redacción actual de esta sección dice que los miembros pueden ser disciplinados por “violación del séptimo mandamiento de la ley de Dios en tanto que se relaciona con la institución del matrimonio, el hogar cristiano y las normas de conducta moral.”
La comisión de revisión del Manual de la Iglesia propuso sustituir esta frase por la siguiente: “violación del mandamiento de la ley de Dios, que dice: ‘no cometerás adulterio’ (Éxodo 20:14, Mateo 5:28), en tanto que se relaciona con la institución del matrimonio y el hogar cristiano, las normas bíblicas de conducta moral y cualquier acto de intimidad sexual fuera de la relación matrimonial y/o actos sexuales no consentidos dentro del matrimonio ya sean legales o ilegales. Tales actos incluyen, pero no se limitan, a abuso sexual infantil, incluye abuso de los vulnerables. El matrimonio es definido como una relación de unión pública, legal, monógama, heterosexual, entre un hombre y una mujer.”
Los delegados aprobaron por apabullante mayoría los cambios recomendados el pasado 15 de octubre. La revisión fue enviada como propuesta para ser votada en la 60ª Sesión de la Asociación General en San Antonio, Texas.
Muchas de las modificaciones del Manual de la Iglesia fueron ediciones menores.
En un capítulo, la palabra ya anticuada “ordenanza” fue quitada de la descripción de la Santa Cena, la ceremonia del lavamiento de pies y el bautismo. Otro capítulo añadió la palabra “discipulado” para enfatizar que las iglesias locales deberían centrarse más en la misión de sus miembros hacia la comunidad.
Se ha añadido una nueva sección para recomendar que los consejos de iglesia tengan una comisión de tesorería o estructura similar para revisar los procesos de presupuestos para enfocarlos de forma “amplia y dirigida hacia la misión”.
Además, las referencias a la Sociedad de Jóvenes Adventistas fueron eliminadas y reemplazadas por Ministerios de Jóvenes.
Pero las enmiendas propuestas que han atraído mayor atención de los delegados fueron: ajustar la redacción de quién puede dirigir a la congregación desde el púlpito; definir claramente que el matrimonio es entre “un hombre y una mujer” en oposición a la redacción anterior: “marido y mujer”; e identificar las razones para la disciplina respecto la inmoralidad sexual.
Algunos delegados protestaron por la eliminación de las palabras “séptimo mandamiento” de la sección de disciplina y otros dijeron que la sección necesitaba ser más específica, e incluir una frase como “mandar mensajes de texto inapropiados.”
La propuesta sobre “oradores no autorizados” buscó quitar detalles sobre quién, aparte de ministros ordenados, pueden hablar desde el púlpito. La propuesta sugiere omitir la frase que dice que los pastores que han sido “expulsados del ministerio” no deberían poder predicar.
La nueva redacción dice: “Sólo los predicadores dignos de confianza serán invitados al púlpito por la iglesia en armonía con las guías dadas por la asociación/unión. Los individuos que han sido desfraternizados o personas designadas que no han tenido la autorización de la iglesia, no se les debería dar acceso al púlpito.”
El delegado Chester Clark cuestionó por qué la comisión querría adoptar una posición que “simplemente parece que quiere cambiar una norma que se aplica alrededor del mundo a tener diferentes baremos o diferentes guías quizá en cada asociación/unión.”
Harald Wollan, secretario de la comisión de revisión del Manual de la Iglesia, explicó que el cambio permitirá a las iglesias a adherirse al manual. “La mayoría de laicos no tienen credenciales,” dijo Wollan, “así que lo que ha sido una práctica real contra el Manual de la Iglesia, deseamos que sea algo que el Manual de la Iglesia contemple realmente y pueda ser seguido.”
Puede descargarse aquí el documento en PDF de 11 páginas con todas las modificaciones propuestas en esta asamblea, aunque no es el documento definitivo con las propuestas aprobadas.
CONFIANZA EN LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA
Además de estas modificaciones en las 28 Creencias Fundamentales y en el Manual de Iglesia, los delegados afirmaron con un comunicado especial su compromiso y confianza en la autoridad de la Biblia como revelación infalible de Dios sobre la que se basa nuestra fe, creencias y estilo de vida.
Aquí está el texto íntegro de la declaración de confianza:
Como delegados ante el Congreso Mundial de la Asociación General 2015 en San Antonio, Texas, afirmamos nuestro compromiso con la autoridad de la Biblia como la revelación infalible de Dios y de su voluntad. En ellas Dios reveló su plan para redimir al mundo por medio de la encarnación, vida, muerte, resurrección, ascensión y mediación de Jesucristo. Como registro confiable de los actos de Dios en la historia desde la creación hasta la nueva creación y formuladas con instrucciones doctrinales y éticas, las Escrituras dan forma la experiencia intelectual y práctica de los creyentes.
Reconocemos que las Escrituras ofrecen una perspectiva divina para evaluar los desafíos intelectuales y éticos del mundo contemporáneo. Dadas las redefiniciones de las instituciones que Dios dio, como el matrimonio, por ejemplo, el compromiso con la revelación escrita de Dios continúa siendo más necesario que nunca. Solo la cosmovisión bíblica de un Dios amoroso que lucha por redimir a la creación del pecado y el mal provee a los creyentes un marco coherente para comprender la realidad y obedecer la ley de Dios.
Reafirmamos que en medio de la desesperanza y el relativismo del mundo contemporáneo, la Biblia presenta un mensaje de esperanza y certeza que trasciende el tiempo y la cultura. La Biblia da la certeza de que en Jesús nuestros pecados han sido perdonados y la muerte ha sido derrotada. Las Escrituras también anuncian que Él regresará pronto para poner fin al pecado y para recrear el mundo. Mientras esperamos la consumación de todas las cosas, la Biblia nos llama a vivir una vida santa y a convertirnos en heraldos del evangelio eterno, aprovechando toda oportunidad y medio para anunciar las buenas nuevas de palabra y de hecho.
Dada la importancia de las Escrituras, los beneficios de su estudio para la Iglesia, y los desafíos presentados por el mundo contemporáneo, los delegados ante el Congreso Mundial en asamblea llaman a todos los creyentes adventistas del séptimo día a leer y estudiar la Biblia diariamente y con oración. Además, debido a los desafíos especiales que enfrentan los nuevos conversos y los jóvenes, instamos a cada creyente a buscar maneras de compartir la Biblia con estos grupos de manera especial y a fomentar su confianza en la autoridad de las Escrituras. También instamos a los pastores y a los predicadores a que basen sus sermones en el texto bíblico y a que hagan de cada sermón una ocasión para defender la autoridad y la relevancia de la palabra de Dios.
Mostremos la belleza, el amor y la gracia de nuestro Señor Jesucristo revelados en las Escrituras. Pensemos y actuemos de acuerdo con la esperanza bíblica del pronto regreso de Jesús, nuestro Señor.