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autobús misioneraMarisol Terán Chambi, maestra y miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, comprendió el verdadero significado de ser misionera en todo lugar y en todo momento para llevar las enseñanzas de la Biblia a otras personas. Su vocación y su fe dieron como resultado que cada vez más niños quisieran conocer las historias bíblicas, y que 25 adolescentes fueran bautizados.

Con una identidad adventista fortalecida, la maestra se convirtió en la líder de su proyecto misionero para los niños. El resultado de su trabajo es la formación de un discipulado entre las nuevas generaciones, incluyendo la creación de un club de conquistadores.

El «Autobús Misionero»

Su labor comenzó en el entorno virtual. Con el inicio de la pandemia y el cierre de las iglesias, organizó un grupo virtual para seguir enseñando a los niños sobre el amor de Jesús. El proyecto fue creciendo y, en cuanto los templos pudieron reabrirse, ella promovió un encuentro presencial.

Marisol iba de casa en casa, buscando niños para caminar juntos hasta la iglesia más cercana. Con el tiempo, una nueva persona se unió a esa misión: Ramiro, un conductor de autobús escolar que ofreció su día libre del sábado para llevarlos al templo.

Ramiro no era miembro de la Iglesia Adventista, pero aun así se involucró en el proyecto. Su vehículo se hizo conocido como el «Autobús Misionero» y, al dedicarse a buscar y llevar a los niños, también decidió entregar su vida a Jesús por medio del bautismo.

El Autobús Misionero también se transformó en sala de clases. Durante un período en que la iglesia a la que asistían estaba en construcción, Marisol y Ramiro no desistieron de llevar el mensaje a los niños, y allí mismo, dentro del vehículo, los pequeños cantaban, oraban y aprendían más sobre la Biblia.

«Para mí es algo sorprendente. Un milagro que Dios ha hecho en sus vidas, verlos pequeños y, en estos cinco años, haberlos visto crecer no solo en estatura, sino en fe y amor a Dios y al prójimo. Es una alegría para mi vida», explica Marisol sobre el grupo pequeño que formó con los niños.

Testimonio en el Concilio Quinquenal para ocho países de Sudamérica

Juan Pablo, de 14 años, entregó su vida a Jesús por medio del bautismo durante el primer día del Concilio Quinquenal de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para ocho países de Sudamérica, iniciado el pasado viernes 7 de noviembre en Brasilia. En un auditorio lleno de pastores de la denominación e invitados, Juan y su padre estaban profundamente emocionados por el momento.

Los presentes se conmovieron al escuchar la historia contada por Marisol, quien refleja en sí misma identidad, liderazgo, cuidado por las nuevas generaciones y formación de discípulos.

«Estoy tan emocionado que me cuesta procesar las palabras y los pensamientos», -destacaba Juan Pablo- quien también decía que fue Marisol quien más lo motivó a tomar esta decisión. Desde el principio, ella siempre estuvo presente. «Otra cosa que me motivó fue mi hermanito, que aún no está bautizado, y espero motivarlo para que también se bautice, que esté tan emocionado como yo», resaltaba el adolescente.

«Para mí es emocionante ver cómo Dios obra, cómo nos bendice y hace milagros. Tantos niños han sido bautizados, y ver ahora a Juan siendo bautizado, fruto del Grupo Pequeño, del Autobús Misionero, fruto de la Iglesia Adventista de Mercedario, en Bolivia, me llena de gratitud hacia Dios», expresaba Marisol con emoción.

Gratitud de un padre emocionado

Juan Gutiérrez, padre de Juan Pablo, expresó su gratitud a Dios por la decisión de su hijo. «Los sentimientos y las emociones me desbordan por completo. Como padre, es una gran bendición que mi hijo haya sido bautizado», afirmaba.

«Los planes de Dios son perfectos, y sé que él tiene muchos para mi hijo. Deseo de todo corazón que encuentre ese camino de servir al prójimo, de llevar el evangelio. Como padre, me siento realizado, con muchas lágrimas de emoción y gratitud delante de mi Creador»- subrayaba Juan Gutiérrez-.

Y es que cuando a la vocación educativa se le suma la fe más vívida, cualquier lugar puede convertirse en un aula para llevar a los niños a Cristo. Incluso un autobús.

Autora: Maita Tôrres, de noticias.adventistas.org.
Imágenes: Gustavo Leighton.

Publicación original: Del autobús al aula transformadora

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Revista Adventista de España
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