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Hoy es el último de los 40 días de oración «Vivamos como Elías». Ojalá este reavivamiento que hemos experimentado, de la mano del pastor Don MacLafferty.

«Vive Jehová, Dios de Israel, en cuya presencia estoy…» (1ª de Reyes 17: 1).

Con estas palabras comenzó Elías su ministerio, y con esta misma convicción estamos hoy llamados a vivir: delante del rostro de Dios, con fidelidad, valentía y fe inquebrantable.

Hoy, como en los días de Elías, el altar de Jehová está arruinado (1ª de Reyes 18: 30). La apostasía, la indiferencia espiritual y la adoración a los «Baales» modernos han secado el corazón de muchos. Pero Dios busca hombres y mujeres como Elías, testigos vivos de su verdad, que reparen el altar, se alcen en medio del error y proclamen que solo Jehová es Dios.

Como Elías, debemos clamar con fervor para que el fuego del Cielo vuelva a descender. La lluvia no caerá si primero no se repara el altar espiritual. Elías oró con angustia para que Dios detuviera al pueblo en su carrera impía. ¿Estamos nosotros clamando con esa misma intensidad? En tiempos de sequía espiritual, necesitamos buscar a Dios temprano, intensamente, constantemente.

Elías consagró su vida a Dios

Elías consagró toda su vida a la obra de Dios (Ver Elena de White, Profetas y reyes, página 87). No vivía para agradar a los hombres, sino para cumplir la voluntad del Cielo. Hoy también debemos vivir como si cada día estuviéramos delante del trono celestial. Dios busca valientes que no se dobleguen ante el miedo ni ante la popularidad.

Elías no se escondió detrás de las masas. Se presentó solo ante el rey. No pidió permiso, porque lo enviaba uno mayor que el rey.
El altar destruido no es solo el símbolo del abandono del culto. Es también el símbolo de una vida desordenada, una comunión olvidada, una fe superficial. Dios nos llama a restaurarlo, piedra sobre piedra, con oración, estudio de la Palabra, y obediencia plena.

Aunque Israel sufría hambre, no se arrepentía. Esto debe ser una advertencia para nosotros. Las crisis no garantizan conversión, pero pueden preparar el corazón para que la verdad lo transforme. Y Dios aún nos hace la misma promesa: «Si se humilla mi pueblo, […] y buscan mi rostro […]; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra» (2ª de Crónicas 7: 14).

Este es el tiempo de restaurar, de confrontar el pecado con santidad, de vivir como si estuviéramos siempre delante del rostro de Dios. Que se levanten los Elías de hoy. Que el fuego de lo Alto purifique nuestros altares. Que la lluvia del Espíritu sea derramada sobre corazones consagrados.
«¡Convertíos, pues, y viviréis!» (Ezequiel 18: 32).

Medita

«Es esencial que se levanten obreros que abran los oráculos de Dios ante toda nación, tribu, lengua y pueblo. Personas de todos los niveles y capacidades, con diversidad de dones, han de ponerse en pie vestidas con toda la armadura de Dios, cooperando armoniosamente para alcanzar un fin común. Han de estar unidas en la obra de proclamar la verdad a todas las naciones y pueblos. Cada obrero debe cumplir la labor que se le ha asignado» (Elena de White, El Cristo triunfante, página 352).

En la práctica

1. Dedica un momento adicional a la oración hoy, y enfoca tu plegaria en rogarle a Dios que te muestre, con toda certeza, qué obra tiene para tu vida.
2. Al terminar el día, conversen en familia sobre la importancia de ser amigos de Dios, y busquen estrategias para apoyarse en la fe cada día.

Cada miércoles de estos 40 días, tendremos un encuentro por Zoom (6:30 AM).

Tema: Vive como Elías – 40 Días de Oración 2025
Cada semana, el miércoles.
Únete a la reunión de Zoom:
https://us02web.zoom.us/j/87603273658?pwd=WqRTlihGm778cuKW8GbCvOqGVYzk5J.1

ID de reunión: 876 0327 3658
Código de acceso: 223988

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