Resulta que estamos acortando la Biblia moderna con el uso.
Es decir, aquellos que recurren a la Biblia, especialmente en las redes sociales, se centran cada vez más en un número reducido de versículos.
En la revista Premier Christianity, el Dr. Pete Phillips, director del Centro de Investigación CODEC de la Universidad de Durham, habla sobre el creciente fenómeno de los versículos terapéuticos o para «sentirse bien» que se comparten en Twitter y otras redes. Tal y como dice, «el hecho de publicar estos versículos que hablan sobre la influencia positiva y sanadora de la fe cristiana es un buen “ciberanzuelo” en la era de las redes sociales».
Los proveedores de la Biblia electrónica están utilizando un modelo centrado en datos que a menudo regurgita los versículos más tuiteados o compartidos por su comunidad de usuarios. El resultado es básicamente un bucle repetitivo de versículos diarios con efecto balsámico. Esto significa que aquellos que acceden a sus Biblias online, reciben muchos mensajes del tipo «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4,13) o «Porque yo sé muy bien los planes que tengo para vosotros» (Jeremías 29,11), pero muy pocos del resto de la Biblia.
Al parecer, no hay nadie que se encargue de elegir de forma deliberada una selección variada de versículos que transmita adecuadamente un abanico más amplio de enseñanzas bíblicas. El Dr. Phillips lamenta especialmente la ausencia de versículos sobre lo que denomina cristianismo «proposicional», o sea, «textos que exponen lo que Dios ha hecho por nosotros; cómo somos salvados y el poder de la cruz».
¿Estamos perdiendo la perspectiva doctrinal o proposicional de la Biblia?
El pronóstico no es muy favorable. Phillips acaba con una pregunta más bien desesperanzadora: «¿Significa esto que perdemos de vista la perspectiva doctrinal o proposicional al leer la Biblia online?» Y, si compartiésemos más que versículos terapéuticos, ¿llegarían únicamente a «oídos que no oyen, ojos que no ven y pantallas que no sienten»?
La situación es preocupante. Centrarse constantemente en versículos que nos hacen sentir bien se acerca peligrosamente a convertir la Biblia en un profeta que solo nos dice lo que queremos oír.
Es este tipo de profetas sobre los que nos advirtieron los verdaderos profetas.
Más versículos no es la solución
Pero, ¿añadir más versículos proposicionales a la lista, es realmente la solución? ¿No hay un problema mayor aquí?
La exposición a una mayor variedad de versículos bíblicos puede ofrecernos más que terapia, pero todo este enfoque sigue basándose en proporcionar a los lectores potenciales de la Biblia poco más que una perspectiva limitada. El mayor problema es que no podemos depender de los tweets, publicaciones de Facebook o versículos del día que llegan a nuestra bandeja de entrada para cumplir con la promesa de comprometernos con la Biblia.
Las redes sociales como medio de comunicación han traído consigo ciertas limitaciones. La Biblia por sí misma es mucho más que una colección de versículos, mucho más rica que un libro de referencia lleno de refranes, ya sean terapéuticos, proposicionales o lo que sea. Las Sagradas Escrituras son un conjunto de obras literarias completas, diseñadas para ser leídas como un todo. Estos libros están unidos con el fin de contar una historia que solo se puede asimilar, entender y vivir si se abarca por completo, se comprende en detalle y se acepta firmemente.
Las frases sensacionalistas no pueden conseguir esto.
Necesitamos alimentarnos de los textos en su contexto
Una dieta constante de fragmentos atomizados es un menosprecio a la Palabra de Dios. Respetemos y leamos la Biblia con visión de conjunto. Honremos la palabra de Dios dándole el regalo de nuestro tiempo y prestándole nuestra absoluta atención.
No necesitamos que nos entreguen una versión reducida de la Biblia con una serie de expectativas mermadas. En su lugar, podríamos volver a la Biblia completa: relatos, sabiduría, enseñanzas y visiones rebosantes de todo lo que Dios ha hecho por nosotros y de todo lo que nos quiere enseñar. Palabras para motivar e inspirarnos, sí, pero también para instruir, corregir y recibirnos con los brazos completamente abiertos en esta larga y sinuosa narrativa que al final nos guía exactamente a donde necesitamos llegar.
Solo la Biblia completa puede conseguir esto.
Tan solo los libros que Dios nos ha dado pueden llevar a cabo el trabajo que deseaba lograr en nuestras vidas y hacerlo mediante sus palabras.
Así que, lee a lo grande.
Autor: Glenn Paauw, posee una experiencia de más de 30 años en el ministerio bíblico cuyo objetivo ha sido publicar, investigar, hablar y escribir sobre el tema de leer y vivir bien la Biblia.
Traducción: Xenia Moldvai.
Imagen: Photo by Kiwihug on Unsplash
Fuente original: https://instituteforbiblereading.org/verse-of-the-day-therapy-shrinking-bible/