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El 14 de marzo del 2018 llegue a la iglesia española de Castellón para predicar sobre Gestión de la Vida Cristiana. Me llevé una sorpresa gratísima que me impactó y que no puedo dejar de comunicaros. Los responsables de los más pequeños de la comunidad se habían embarcado en un proyecto espectacular con relación a la Biblia.

Mira cómo lo presenta Verónica Pal, una de esas responsables:

Pensando en las necesidades de los niños cristianos de hoy en día, nos damos cuenta que no les falta de nada por que nosotros, los padres, nos encargamos de ello con mucho esfuerzo y sacrificio. Les facilitamos que tengan buenos estudios, que cumplan los requisitos escolares, que vistan buena ropa y zapatos, que se alimenten bien, que accedan a la mejor tecnología, etc … luchamos para dejarles, como herencia, una buena situación financiera. Y para que los padres podamos lograr todo esto, trabajamos de sol a sol y, sin darnos cuenta,  les creamos una nueva e inmensa necesidad  que deja  un irremediable vació en la vida de nuestros hijos, a veces con grandes secuelas. Sí, a nuestros hijos no les falta de nada salvo nosotros, nuestra atención.  Nuestra ausencia es un gran vacío que lo suplen con las aplicaciones y los juegos en los teléfonos, y con la tecnología que con tanto cariño les hemos regalado.

Es posible que hayamos llegado a un punto en el que tengamos que echar la mirada atrás, a tiempos en que nosotros éramos niños y que no teníamos tantas cosas pero que éramos felices compartiendo tiempo con nuestra familia. El conocido psicólogo brasileño  Augusto Cury, en su libro “Padres brillantes, maestros fascinantes”, dice:

“Los buenos padres, dentro de sus recursos, se encargan de satisfacer los deseos de sus hijos. Les hacen fiestas de cumpleaños, les compran zapatos, ropa, productos electrónicos, e incluso les proporcionan viajes. Los padres brillantes dan a sus hijos algo incomparablemente más valioso, algo que todo el dinero del mundo no puede comprar: su ser, su historia, sus experiencias, sus lágrimas y su tiempo. Los padres que siempre están dando regalos a sus hijos son recordados por un momento. Los padres que se preocupan por dar a sus hijos una historia se vuelven inolvidables.”

A estas alturas, comenzamos a darnos cuenta de que quizás tengamos que volver, en ciertos aspectos, a la “vieja escuela” que tanto bien nos ha hecho. Debemos asegurarnos que dejamos un legado y una inconmensurable herencia a nuestros hijos mediante el conocimiento de la Palabra de Dios que es la Vida Eterna.

Este proyecto [EL GRAN RETO] es, precisamente, un proyecto bíblico inspirado en una madre que tenía cuatro hijos y que los guió sola en el Camino hacia la Eternidad puesto que su marido no era cristiano. Buscó tiempo para reunir a sus hijos, para pasar tiempo juntos leyendo la Biblia, dibujar, pintar y charlar sobre lo que leían. En el corazón y en la memoria de estos niños se quedaron estos momentos para siempre y fijaron sus bases en la fe en Dios. Los cuatro eligieron seguir el camino trazado por su madre, una inmensa herencia.

¡EL GRAN RETO fue un viaje impresionante ! ¿En que consistió?  ¡En un año recorrimos la Biblia! Para poder leer la Biblia en un año, a cada niño se le entregó una cartulina con el plan de lectura para cada día del año. Cada niño se hizo una tarjeta con el nombre y la edad del niño que la guardó el responsable del Ministerio Infantil. Cada mes se le entregó a cada participante una libreta que tenía 31 paginas en blanco. Cada participante tenía que poner en la tapa de la libreta el nombre, la edad y el mes que correspondía.

Teníamos dos o tres grupos de WhatsApp. El primero era optativo, para niños de cero a cinco años donde se enviaron a diario imágenes de una Biblia con bellas ilustraciones y un lenguaje sencillo para que los papás se las pudieran leer mientras dibujaban con ellos. Nosotros utilizamos la Biblia “El maravilloso mundo de la Biblia para niños” (que se puede adquirir en tu  librería de iglesia).

El segundo grupo de WhatsApp era para niños de seis a diez años, y se comenzó la lectura de la Biblia por el Génesis. Se envió todos los días, por WhatsApp, la imagen que contiene también el texto para leer y que está adaptado para estas edades. Nosotros utilizamos, en este caso,  los  volúmenes de “Descubre La Biblia” (que también puedes adquirir en tu librería de iglesia).

El tercer grupo comprendía las edades de 11 años hasta la edad adulta. En nuestra iglesia hemos tenido la grata sorpresa de que muchos niños de diez años han preferido hacer el reto en este tercer grupo y la verdad es que lo hicieron bien. Este grupo empezó por Juan porque comenzaron estudiando el amor de Dios. Cada día se envió el audio y la referencia que se debía estudiar. Para escribir el diario se siguió el siguiente procedimiento: a) las ideas se expresaron con texto y/o con imágenes; b) el diario se rellenó con texto en un lado e imágenes en el otro, usando  lettering, graffiti, dibujo, collage, pintura o lo que se prefería; c) la preparación de estos diarios quedó a la imaginación de los participantes.

Los sábados por la tarde, si otros eventos no lo impedían, se hacían talleres del diario bíblico. Se les ayudaba a los que iban más retrasados o tenían menos ideas. Los que iban al día ayudaban a sus compañeros .

Como el reto era, además, un viaje, debimos equiparnos para ello. En todo viaje llevamos maletas, mochilas, etc. Por ello, al final del primer mes se entregó una bandolera a los que habían hecho su primer diario. En esta bandolera pusimos las chapas. Cada mes se entregaron a los participantes las chapas correspondientes al libro o a los libros que se habían leído ese mes. Por ejemplo, si habían completado Juan, se le entregaba la chapa de Juan y las podía poner en su bandolera.

Al final de cada mes, en la iglesia, se exponían los diarios de los participantes. A lo largo del año se pudieron hacer exposiciones en otras iglesias  y llevar un programa especial. Periódicamente, hubieron concursos bíblicos y meriendas .

Al final, para quien completó EL GRAN RETO y tuvo los doce diarios, es decir los doce meses, hubo un gran, gran, gran premio porque EL GRAN RETO fue, a su vez, muy grande. Hubo premios para los primeros, segundos, terceros y un premio de participación para todos los que habían rellenado por lo menos un diario.

¿Qué beneficios nos aportó este reto?

  • Desarrollo de la creatividad.
  • Desarrollo de la comprensión lectora.
  • Unidad entre la familia, pues todos nos implicamos en un proyecto común.
  • Conocimiento de la Palabra de Dios que da la Vida Eterna.

La Palabra de Dios nos dice en Deuteronomio 6,6-7: “Graba en tu mente todas las cosas que hoy te he dicho, y enséñaselas continuamente a tus hijos; háblales de ellas, tanto en tu casa como en el camino, y cuando te acuestes, y cuando te levantes.”

En la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Castellón, pastoreada por el Pastor Eliseo de Brito, se apuntaron para hacer EL GRAN RETO 54 niños de dos a quince años de los cuales 19 trajeron el diario el primer mes. También se apuntaron cinco adultos de los cuales uno cumplió el reto. También ha habido tres niños que se apuntaron en los últimos cuatro meses del reto.

Resumiendo, al final del reto, hubo ocho niños que simplemente han participado y se les entregó el premio de participación.  El tercer premio fue entregado a cinco niños que participaron entregando entre dos y cuatro diarios. El segundo premio se debía entregar a los participantes que tuvieran más de seis diarios pero que no llegaron a tener los doce, pero nadie reunió estos requisitos y, por lo tanto, el segundo premio se quedó sin dar. El primer premio fue entregado a 11 niños y a un adulto, quienes completaron los doce diarios habían finalizado EL GRAN RETO.

Como primer premio, a los 12 participantes, se les entregó LA BIBLIA DEL DISCIPULO. Es una Biblia excepcional por la cantidad de información adicional, mapas y estudios que contiene. De hecho, el nombre del grupo de WhatsApp que esta formado por niños y madres y en donde cada día se sigue actualmente leyendo, de forma aleatoria, un capítulo de la Biblia, se llama DISCIPULOS. Este, además, es el objetivo que se han puesto; que con la ayuda de Dios puedan escudriñar las escrituras y ser discípulos  para la Gloria de Dios.

No podemos hablar del proyecto EL GRAN RETO sin recordar la valiosa ayuda de los colaboradores. Eunice Laveda se encargó de la parte gráfica de las chapas, las camisetas, los imanes, los marcapáginas y muchos detalles más. Sergio Fustero, entre otras muchas cosas, se encargó de la presentación del proyecto tanto en Youtube como en nuestra iglesia y en la Iglesia Adventista Lepanto de Castellón (donde hemos sido invitados por la directora del Ministerio de Infancia, Carmen Pecheanu, que actualmente está llevando a cabo este proyecto haciendo EL GRAN RETO con  los niños de su iglesia . Cristina Matei se encargó de que los niños tuvieran las bandoleras y  los estuches, confeccionándolos por ella misma con mucho esmero y cariño. Marcela Agurto Salazar y Alice Stroe participaron con sus excelentes dones en los talleres, decoración y muchos otros detalles. Tibor Szabo se encargó  de la parte audiovisual, donde invirtió mucho tiempo, corazón y  paciencia. Rubén Osorio Álvarez se encargó de poner voz al video EL DIARIO DE UNA BIBLIA (completo y con voz) – que se puede visionar en Youtube.

Simona Paraschiv interpretó la canción – Un legado – en el programa para el final del  proyecto. 

Para los interesado disponemos de todos los materiales mencionados en formato pdf (chapas, marcapáginas con “El diario de una Biblia “,etc.)  y se los podemos facilitar de forma gratuita poniéndose  en contacto con nosotros por el correo [email protected]  

¡Gracias a Dios por todos los colaboradores, a los hermanos de la iglesia que apoyaron económicamente, a los participantes, padres y pastores! ¡Inmensos agradecimientos a todos, Dios os recompense !

No pude evitarlo y me impliqué con el proyecto. Les prometí que si concluían el reto y subían su experiencia a Internet, les regalaría un libro. Nueve de los niños y un adulto subieron ese video a Internet y se convirtieron en Cristubers.

Con todo el gozo del mundo, cumplí mi palabra y el sábado 25 de mayo les visité para entregar esos materiales. No quiero quedármelo para mí solo y os comparto los links de sus TESTIMONIOS:

  1. ERIKA INGRITH ZAGAN
  2. EVA ARIADNA GHIȚĂ
  3. KAREN GONZALES CAZAC
  4. IRENE PORUMBOIU
  5. ELSA NAGY
  6. ENZO FUDULU
  7. ATTILA RUDI PAL y LUCÍA RALUCA PAL
  8. LUCIAN TĂNĂSESCU
  9. CRISTINA MURARIU

Doy gracias a Dios por esta iniciativa y animo a todas las congregaciones de nuestro país a desarrollar actividades similares. Hemos sido y somos el pueblo de la Palabra. ¡Vivámosla! ¡Trasmitámosla!

Autores: Verónica Pal / Víctor Armenteros
Imagen: Iglesia de Castellón

 

Revista Adventista de España