La Biblia da consejos para los que quieren desarrollar y ejercer un liderazgo saludable y justo: Seamos sabios, con criterio y experiencia.
Aparentemente, la vida adulta es mucho más veloz que nuestra niñez. Al ver pasar el tiempo tan rápidamente, sin duda pensamos si estamos alcanzando nuestros objetivos de vida. A veces nos preguntamos: «¿Cómo va nuestra trayectoria profesional?»
Al iniciar la carrera, buena parte de las personas establece dónde quiere llegar, las posiciones que quiere ocupar y en cuánto tiempo alcanzar todo eso. No hay nada de malo, porque esos planes contribuyen e impulsan el desarrollo humano y profesional. Al juntar los dos factores expuestos anteriormente, tiempo y objetivo, nos encontramos con la frenética carrera por liderar.
El crecimiento y la expansión de las organizaciones trae, naturalmente, la necesidad de ampliar sus líderes, pero la pregunta es: ¿Qué necesito para ser un líder? Podemos encontrar una buena respuesta a esta pregunta en el texto bíblico: «Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga por vuestros jefes» (Deuteronomio 1:13).
Sabios, con criterio, en las decisiones
Según el Diccionario Michaelis: «Sabio es quien actúa o se expresa usando la razón, el sentido común y el código moral». Es una buena definición de sabiduría. Ahora pregunto: ¿Es usted sabio? ¿Ha utilizado la sabiduría para tomar decisiones o ha actuado según los impulsos de su corazón?
Decidir es algo que muchas personas anhelan hacer, pero es muy importante recordar que toda elección impactará positiva o negativamente en la organización y en las personas involucradas. Por esa razón, es necesario tener sabiduría al tomar decisiones, pues, aunque parezca algo no tan importante, traerá un impacto en las personas y la empresa o institución.
Vale resaltar que nuestra sociedad actual está cada vez más conectada, y todo lo que hacemos parece estar en una vitrina y ser el escenario para ser juzgados. Por ese motivo, el consejo bíblico de ser sabios, criteriosos y experimentados en nuestro liderazgo no podría venir en momento mejor que este.
La experiencia nos ayuda mucho en el momento de tomar una decisión, pues lo que ya enfrentamos o vivimos en algún momento de nuestra vida nos ayuda en esta función.
Cuando juntamos sabiduría, criterio y experiencias previas, la posibilidad de tomar buenas decisiones es grande, traerá buenos resultados para la organización y para las personas. Para James Tucker, un líder competente conoce la teoría, la aplica y se refleja sobre sus resultados. En consecuencia, eso contribuirá al éxito de quien tomó las mejores decisiones durante su trayectoria profesional.
Liderazgo y relaciones
El psicólogo americano Adam Grant señala que el éxito en nuestra carrera es el fruto de cómo promovemos nuestras interacciones con las personas dentro de las organizaciones. No tengo dudas de que las decisiones que tomamos determinan fuertemente cómo nos relacionamos con los que nos rodean. Mi invitación a la reflexión es pensar en cómo hemos impactado en la vida de otros a través de las decisiones que tomamos.
¿Quiere tener éxito? Sea sabio y base su criterio en Dios, porque esos elementos, sumados a las experiencias previas, lo ayudarán a hacer buenas elecciones y, en consecuencia, impactar positivamente el medio donde vive.
Autor: Eduardo Lopes, administrador, magister en liderazgo y negocios internacionales y doctor en gestión de la competitividad (FGV). Cuenta con más de 20 años de experiencia profesional con desempeño en puestos.