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MAP imagen raEl 3 de diciembre es el Día internacional de las personas con discapacidad que, en nuestra opinión, debería ser el Día Internacional de la diversidad funcional. 

«Pues, así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma función, también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás». (Romanos 12: 4-5).

Todos somos únicos y eso nos hace diferentes, pero la diferencia está perfectamente diseñada para generar unión y no separación. Juntos podemos percibir las diferentes partes de una misma realidad, mirando desde otra perspectiva y construyendo el todo. Porque la percepción condiciona la realidad. Y para ver la realidad, primero es necesario anular el juicio para seguir indagando, y ver otras opciones.

Necesitamos buscar siempre la capacidad y las soluciones más adecuadas a cada reto del día a día. «No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará». (Lucas 6: 37). Y si esto es así, ¿por qué nombramos más las dificultades, los problemas, en vez de las soluciones, las salidas?

Para ser más eficientes en el día a día, estamos habituados a poner etiquetas a las cosas, a categorizar. Es una estrategia útil para funcionar con el «piloto automático», para realizar la «multitarea». Así llegamos a completar todas las demandas de esta sociedad de la velocidad. ¿Cuántos de nosotros comemos mirando la televisión o el móvil, o ponemos la lavadora mientras hablamos por teléfono? Este modo de funcionar desde el HACER, ¿qué puede conllevar? Que nos olvidemos del SER. De allí que una persona deja de Ser Persona para convertirse en una Discapacidad. Porque resalta la etiqueta, la categoría, la dificultad, el problema…

Discapacidad vs. diversidad funcional

¿Qué significado le damos a simple vista a la palabra «dis-capacidad»? Quizá que una persona NO es capaz de hacer una cosa. Una persona que tiene ceguera es una persona discapacitada visualmente. Pero esta persona puede ser madre, cantante, escritora (en braille), psicóloga, una amiga fiel, una buena cristiana, pero sobre todo ES una Persona. Una persona con muchas otras capacidades que la definen más que la «discapacidad» que tiene. Por ello, la Diversidad Funcional, se centra en aquello que la persona puede ofrecer y no en aquello que no es capaz de hacer.

El hecho de que la discapacidad sea más evidente, que se perciba a simple vista, hace que utilicemos más las etiquetas. Así, generamos diferencias innecesarias que conllevan prejuicios que cierran puertas a las personas, las separa del resto y las excluyen. Una persona con hipertensión arterial no lleva el cartelito de hipertenso y, no obstante, puede tener más limitaciones que una persona con movilidad reducida, que con los apoyos pertinentes sería capaz de llevar una vida autónoma e independiente.

Términos y valores

¿Por qué es necesario un cambio en la terminología para hacer referencia a lo mismo? Las palabras o términos, están unidas a ideas y conceptos, que representan, a su vez, valores socialmente y culturalmente aceptados. Estos valores se convierten en patrones de conducta que sirven de vehículo para transmitir creencias y prejuicios a futuras generaciones. Por tanto, si deseamos eliminar prejuicios e ideas preconcebidas que conllevan una exclusión social, tendremos que cambiar las palabras que las sustentan y le dan vida. Porque lo que hacemos y decimos, afecta a cómo nos sentimos. Y lo más importante de todo, es que podemos cambiar lo que sentimos, cambiando lo que hacemos y decimos.

Diversidad funcional hace referencia a la manera de funcionar de cada persona y completa la realidad en su conjunto. Porque para dibujar un paisaje, hace falta mirar desde muchos ángulos para captar todos los detalles.

La Biblia nos dice, «Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos, pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a Él, también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual». (1 Pedro 2: 4-5).

Todos somos esa piedra viva, indispensable para edificar la Casa Espiritual.

NOTA: La Conferencia General de nuestra Iglesia Adventista del Séptimo Día hizo el cambio de Ministerio de necesidades especiales a Ministerio Adventista de Posibilidades (MAP), para enfocarnos en lo que la persona pueden hacer y no en lo que no es capaz. https://revista.adventista.es/ministerio-de-posibilidades/

Autoras: Andreea Ionela Caruntu, Terapeuta ocupacional y Counsellor, y Lavinia Beatrice Denis Dumitriu, Psicóloga especialista en Salud mental comunitaria.

Revista Adventista de España