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«Desde 1863 hasta 2023, a lo largo de todos esos años, nuestra iglesia ha sido una fuente de inspiración, esperanza y transformación para innumerables personas en todo el mundo. 160 años de una rica historia y una misión para compartir el amor de Dios. Sin duda, hemos alcanzado hitos significativos que merecen ser celebrados.

En este momento único, es importante que reflexionemos sobre nuestros logros pasados y renovemos nuestro compromiso con los valores y principios bíblicos y fundamentales que nos guían. También es una oportunidad para que reconozcamos el arduo trabajo de todos los miembros, líderes y voluntarios que han contribuido al crecimiento y a la influencia positiva de la Iglesia Adventista en nuestras comunidades». [1]

Y sobre todo, este es el momento de coger impulso y seguir, sin descanso, hasta la meta (Filipenses 2: 14). Porque, sin duda, hoy estamos más cerca de la segunda venida de Cristo que cuando comenzamos a creer. (Romanos 13: 11)

Para conocer más sobre estos 160 años, entra AQUÍ

Tres mil conversos en un día

La Iglesia Adventista del Séptimo Día continúa añadiendo conversos a sus filas. Las personas conocen las verdades bíblicas y descubren que nosotros guardamos esas verdades y las cumplimos. Miles que reciben la palabra, cada año, se bautizan. Hechos 2:41 dice: «Entonces, los que recibieron gustosamente su palabra, se bautizaron: y aquel día se les añadieron unas tres mil almas». ¡Qué hermoso que las personas recibían la Palabra de Dios gustosamente! Así es como tenemos que compartir el mensaje, gustosamente, para que las personas puedan recibirlo del mismo modo.

Aquel día, se añadieron unas 3000 almas. ¿Puedes imaginar lo que es eso? En algunos lugares del mundo miles se han llegado a bautizar a la vez, es cierto. Pero más allá del número, lo importante es que todas esas personas hayan podido comprender la salvación y enamorarse de su Salvador.

Dice Elena G. de White en su libro Evangelismo, pág. 692: «Se acerca el tiempo en que habrá tantos conversos en un día con el día de Pentecostés, después de que los discípulos recibieron el Espíritu Santo». ¿Imaginas lo que es eso? Miles de personas, convertidas genuinamente. Y esa no fue la obra de los discípulos, fue la obra del Espíritu Santo. Es Él quien obra «el querer como el hacer por su buena voluntad» (Filipenses 2: 13) No somos las personas ¡Es la obra de Dios!

Los discípulos fueron los medios a través de los que el Espíritu Santo hizo su labor. Ellos recibieron el Espíritu Santo, porque estaban unidos en amor… y estaban unidos en amor, porque tenían el Espíritu Santo. ¿Sabes cómo podemos nosotros tener el Espíritu Santo? ¡Pidiéndolo! Él está deseando actual en nosotros y a través nuestro.

Medición del progreso de la misión

Sin duda, el Espíritu Santo está trabajando HOY a través de miembros y líderes implicados en la misión.

«Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén». (Mateo 28: 18-20).

Aquí podemos ver la medición del progreso de la misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en el mundo.

Así es, unas tres mil personas se bautizan en la Iglesia Adventista, diariamente, en el mundo. Ciertamente, la proporción no es comparable a la del Pentecostés por la extensión del área geográfica, pero los datos son ciertamente alentadores. [2]

Y es que el Señor nos pide que nos levantemos ahora. Que brillemos ahora. Que iluminemos el mundo hoy.

Levántate y resplandece

«Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz. Y la gloria del Señor ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra y oscuridad las gentes; pero el Señor se levantará sobre ti, y su gloria se verá sobre ti. Los gentiles vendrán a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento». (Isaías 60: 1-3)

El Señor nos está llamando a ponernos en pie, a actuar, hoy, ahora. Nos pide que resplandezcamos, que seamos reflejos suyos, que iluminemos la oscuridad de tantas vidas tristes y sin esperanza con los rayos de Su luz.

Y Elena G. de White afirma, en su libro Evangelismo, pág. 35, que:«Ha llegado el momento en el que, como nunca antes, los Adventistas del Séptimo Día deben levantarse y resplandecer, porque su luz ha llegado y la gloria del Señor ha nacido sobre ellos». Si era así entonces, ¡Aún más lo es hoy!

¿A qué estamos esperando para ponernos en pie y brillar en Cristo, para iluminar a otros?

Muchos ya lo están haciendo, ¡sumémonos a ellos! Si el Señor nos ha conducido hasta aquí, podemos tener la seguridad de que va a seguir haciéndolo.

Hasta aquí nos ayudó el Señor

«Hasta aquí nos ayudó el Señor» (1 Sam 7: 12) Dios está deseando ayudarnos. De hecho, lo ha hecho y lo sigue haciendo.

Hoy somos más de 22 millones de adventistas en el mundo, presentes en más de 200 países, con casi 9600 escuelas; 230 hospitales, etc. y 57 editoriales, imprimiendo en 443 idiomas. Tenemos 19 centros multimedia y 22 industrias alimentarias.

Sin duda, hemos crecido mucho en estos años. El Señor nos ha ayudado hasta aquí [3], y lo va a seguir haciendo, aunque es cierto que todavía tenemos algunos «asuntos pendientes». 

Asuntos pendientes

Entre los «asuntos pendientes» tenemos la falta de obreros. «Luego dijo a sus discípulos: “La mies a la verdad es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe mas obreros a su mies”». (Mateo 9: 37-38)

Y es que necesitamos todas las manos posibles para terminar la tarea de presentar el mensaje de salvación «a toda nación, tribu, lengua y pueblo» (Apoc. 14:6)

Elena G. de White dice en Ser como Jesús, página 278.2: «Se me dio la instrucción de que a medida que nos acercamos al final, habrá grandes reuniones en nuestras ciudades… y que los preparativos deben hacerse para presentar la verdad en estas reuniones. Cuando Cristo estaba en la tierra, Él aprovechó tales oportunidades. Dondequiera que un gran número de personas se reunían para cualquier propósito, Su voz se oía, clara y distinta, dando Su mensaje…».

Cualquier momento es bueno para compartir la luz de Jesús. Necesitamos realizar más reuniones, ofrecer más oportunidades a las personas. «se reunían para cualquier propósito» y «su voz se oía clara… dando su mensaje».

Tenemos un mensaje: La salvación. Pero también tenemos mensajes de salud, de educación, etc. muy importantes de parte de Dios. Tenemos herramientas suficientes para alcanzar a la sociedad con temas que necesitan escuchar en medio de tanta confusión. Las personas necesitan escuchar nuestra voz, de parte del Señor, con claridad. No importa la ocasión.

Y es que todavía quedan lugares en el mundo que no conocen nuestro mensaje.

Países sin presencia adventista oficial

En cuanto a las ciudades que necesitan ser alcanzadas [4]:

Y si lo traducimos a personas, o a religiones, la mayoría aún no han escuchado la advertencia e invitación final de Cristo [5].

Sin embargo, nuestra iglesia sigue trabajando para alcanzarlas. Así, la labor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) en el mundo se desarrolla en 7.11 lenguas y dialectos vivos; 342 idiomas y dialectos, utilizados en las publicaciones; 313 idiomas y dialectos escuchados en las emisiones de la IASD y 496 idiomas y dialectos utilizados en el trabajo oral.

Alcanzando al mundo

En el año 2022 vimos un crecimiento neto de la población de 71.671.000, en ese año, mientras que el crecimiento neto del mundo era de 7.963.235.000 personas. De las cuales, 4.539.043.950 (el 57% de la población mundial) viven en las áreas urbanas [6].

Estos datos nos hacen ver la importancia de alcanzar a las personas en las ciudades.

Sin embargo, no es fácil. Hay ciertos desafíos que debemos afrontar.

Desafíos 

Tenemos desafíos en el entorno, en nuestro clima interno y en nuestra propia actitud personal.

Entorno exterior

  • Barreras del mundo no cristiano.
  • Urbanismo (insular).
  • Restricciones por pandemia.
  • Intolerancia religiosa.

Clima interno

  • Complejidad de la estructura organizativa.
  • Reticencia a adoptar nuevos métodos.
  • El concepto de misión es solo para el clero.

Actitud personal

  • Miedo a ser diferente o perseguido.
  • No estar listo.
  • Atracción por el «mundo».
  • No comprender nuestra autoridad delegada.
  • No creer en Mat. 28: 20 «Yo estoy con vosotros siempre…».

Conclusión

Tenemos una misión, y no podemos dejar que las dificultades nos impidan alcanzarla. El Señor nos llama a terminar su obra.

Cumplimos 160 años de fidelidad al Señor y a su Palabra. 160 años de servicio y de amor por las personas… y ojalá el resto de años por cumplir, lo hagamos con Cristo en la Tierra Nueva.

«Tomó luego Samuel una piedra, y púsola entre Mizpa y Sen, y púsole por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová». (1º Samuel 7: 12)

Que el Señor nos siga ayudando.

 

Referencias

[1] 160 años de la Iglesia Adventista
[2] FUENTE: Oficina de Archivos y Estadísticas, Conferencia General de la IASD; actualizado el 31 de marzo de 2023.
*Ficha de la Oficina de Investigación de la Población Mundial; Mid 2022 pop. 7,963,235,000.
[3] FUENTE: Oficina de Archivos y Estadísticas, Conferencia General de la ASD; Actualizado, Apr 3, 2023.
[4] FUENTE: cia.gov/the-world-factbook/static. (Consultado: 20. 13 de mayo 2023)
[5] FUENTE: Los campos de la cosecha – Estadísticas 2013: www.wholesomewords.org/missions/greatc.html, (consultado: 20 de marzo de 2015)
NOTA: La línea «Ateos, animistas, seculares-posmodernos» no aparece en la FUENTE, así que la hemos añadido para equilibrarla con la población mundial de 7.238.184.000 habitantes (a fecha de 31 de diciembre de 2014).
[6] https://prb.org/wp-content/uploads/2022/09/2022-World-Population-Data-Sheet-Booklet.pdf (Consultado: 13 de mayo de 2023)

Fuente: Adventistas.org/es

 

Revista Adventista de España