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El viernes 3 de julio, se reunían en el Centro de Actividades Múltiples del embalse de Entrepeñas el equipo de monitores e instructores del campamento de Tizones “Brave for Jesus 2015”.

Desde el primer momento y hasta el último día, este equipo humano ha impresionado por su entusiasmo, entrega e ilusión. El domingo empezó el bullicio con la llegada de los niños, el encuentro con sus monitores y la toma de posesión de los bungalows. Comenzaba la aventura.

Los recuerdos inundan la memoria y nos permiten volver a saborear cada actividad disfrutada. Los tizones tuvieron un horario bien organizado en el que accedían a diferentes talleres, ratos de baño, devocionales, excursiones y veladas. Han aprendido a jugar por encima de competir, han cantado sin parar, en el taller de manualidades, los hama beads fueron especialmente populares y el inglés ha estado más que presente en veladas y talleres.

Nuestro himno lema compuesto por la directora del campamento, Esther Quiles, ha quedado grabado a fuego en nuestra mente. Los instructores a cargo de las actividades náuticas, sufrieron en silencio el calor implacable y los chicos y chicas conocieron mejor las piraguas y experimentaron todas las velocidades posibles de las lanchas.

Han sido unos momentos entrañables, la tienda de oración cumplió su cometido y hasta los ratos libres estuvieron amenizados con ensayos y concursos inesperados. Hubo ganadores inéditos de récord guinness y un gran interés en conseguir el banderín al bungalow más limpio y ordenado.

Costaba irse a dormir porque las veladas nocturnas tenían chispa e ingenio y aunque terminábamos cantando La Paz y se necesitaba descanso, los niños seguían ávidos por compartir y disfrutar. Aunque nuestro enfermero José Vicente no tuvo tiempo para aburrirse, estamos especialmente agradecidos a Dios por su protección en todo momento. Que Él nos guarde hasta el próximo encuentro y nos ayude a ser Brave hasta que Él venga.

Revista Adventista de España