El sábado 18 de junio disfrutamos de una gran celebración en la Iglesia de Barcelona – Urgell. Realizamos siete bautismos y tres profesiones de fe.
Por la mañana, seis personas se entregaron al Señor a través de las aguas del bautismo, y tres más lo hicieron por profesión de fe. Y por la tarde, en la zona de Aiguafreda, tuvimos el regalo de disfrutar del bautismo de un joven muy querido por nosotros, en plena naturaleza.
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Cada una de estas vidas, con orígenes y trayectorias muy diversas, son un milagro en más manos de nuestro Dios. Es emocionante ver cómo descubrieron la verdad en Cristo, y cómo el Espíritu Santo ha ido produciendo el anhelado crecimiento y desarrollo.
Trabajo en equipo
Lo más bonito de todo es que, en diversos casos, estos frutos para Cristo fueron la suma de múltiples colaboradores y de un enriquecedor trabajo de siembra en equipo: Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que da el crecimiento. (1 Cor. 3: 6-7). Y es que no hay nada más nutritivo y eficaz que un estudio bíblico compartido entre varios.
Le damos muchas gracias a Dios por estas almas entregadas en Sus brazos de amor. Es nuestro anhelo que estos nuevos hermanos en la fe puedan sentirse en familia en nuestra querida Iglesia, y que más que nunca permanezcamos unidos en un mismo propósito, sentir y ministerio compartido.
Por nuestra parte, aprovechemos estos momentos tan felices, de esos siete bautismos y tres profesiones de fe, para renovar nuestro pacto y compromiso personal con Aquel que todo lo merece.
«Él dijo: “El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, veas al Justo y oigas la voz de su boca, porque serás testigo suyo ante todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate, bautízate y lava tus pecados invocando su nombre”». (Hch. 22: 14-16)
Autor: Daniel Moreno, pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Barcelona-Urgell.
