El pasado 21 de septiembre de 2024, la Iglesia de Vitoria-Gasteiz, en la Calle Juan de Garay 1, se llenó de alegría y emoción con la ordenación al ministerio del pastor Amarildo Guimaraes. A las 17:30 horas, familiares, amigos y congregantes se reunieron para celebrar este momento especial, uniendo sus corazones en una ceremonia llena de espiritualidad, música y mensajes inspiradores.
Inicio de la ceremonia: Bienvenidas y alabanza
La ceremonia arrancó con la bienvenida de Amarildo Guimaraes, pastor de las iglesias de Vitoria y Burgos, quien expresó su alegría por compartir este día tan importante. Tras la entrada de los pastores, un momento de oración silenciosa permitió a todos los presentes conectarse con Dios y preparar sus corazones.
El primer himno congregacional, «Todas las promesas» (Himnario n.º 412), dirigido por el hermano Juan José Aguirre, anciano de la Iglesia de Vitoria, llenó la iglesia de un espíritu de unidad y adoración. La ceremonia continuó con una oración dirigida por Alexander Pinilla, pastor en Barakaldo y Amorebieta, invitando a todos a abrirse a la presencia de Dios.
Momentos especiales de consagración
Jarib Sánchez, pastor en Bilbao y San Sebastián, dio una cálida bienvenida antes de una hermosa alabanza a cargo de un grupo femenino de la Iglesia de Vitoria. Este fue uno de los momentos más emotivos del evento, resaltando cómo la música conecta a la comunidad en la fe.
Luego, Jarib presentó a la familia pastoral de Amarildo y seguidamente subió junto a él su esposa Lucía. Amarildo y Lucía compartieron unas palabras que reflejaron su agradecimiento y compromiso con su vocación pastoral. Esta pareja ha dedicado su vida al servicio de Dios, desde sus humildes comienzos en Brasil hasta su labor en España, siempre motivados por el amor y la fe.
La historia de Amarildo: Fe y servicio
Amarildo nació el 2 de julio de 1965, en el seno de una familia comprometida con la fe. Desde niño, participaba en reuniones bajo un árbol de mangos, lo que despertó en él un temprano deseo de servir a la iglesia. Conoció a Lucia mientras ambos estudiaban magisterio, y desde entonces, no solo formaron una pareja, sino también un equipo espiritual. Su vida juntos ha sido un testimonio de dedicación y amor por el servicio.
Casados en 1987, Amarildo y Lucia tienen dos hijos: Lucas y Filipe, y recientemente han sido bendecidos con su primera nieta: Bela. A lo largo de su vida, Amarildo ha servido en distintas iglesias, y su compromiso con la obra de Dios ha sido constante y genuino. Al recibir la ordenación, Amarildo renueva su compromiso de seguir sirviendo con humildad y dedicación.
Un mensaje inspirador y la «imposición de manos»
El presidente de la Unión Adventista Española (UAE), Óscar López, compartió un mensaje poderoso sobre el llamado al ministerio pastoral. Subrayó que ser pastor no es solo un trabajo, sino un llamado a servir como instrumento de Dios.
En medio de la congregación que cantaba, se invitó a la familia pastoral subir al estrado y se procedió al acto de imposición de manos, un momento solemne que marcó oficialmente el inicio de esta nueva etapa en la vida de Amarildo.
Exhortación y reconocimientos
La ceremonia continuó con una exhortación del secretario ministerial de nuestra iglesia en España, el pastor Richard Ruszuly, quien motivó a Amarildo y a todos los presentes a seguir fielmente el llamado de Dios. Luego, se entregaron reconocimientos y obsequios de parte de la UAE y la Asociación Ministerial Área Femenina (AMAF), como un gesto de apoyo y gratitud por el trabajo y esfuerzo en el ministerio.
Felicitaciones y despedida
El evento concluyó con un espacio para las felicitaciones, donde diferentes grupos expresaron su alegría y respaldo a Amarildo y a su familia. La Iglesia de Vitoria, la Iglesia de Burgos, y la Mesa Pastoral del País Vasco se unieron en mensajes de ánimo y buenos deseos. Finalmente, el pastor Amarildo dio la bendición final, cerrando con palabras de gratitud y esperanza, afirmándose en su deseo de predicar más a Cristo.
Una nueva etapa de servicio y compromiso
La ordenación de Amarildo Guimaraes fue más que una ceremonia; fue una celebración de la dedicación y amor al servicio pastoral. Este evento no solo marcó un nuevo comienzo para Amarildo, sino que también inspiró a toda la comunidad a seguir apoyando a aquellos que, como él, han dedicado sus vidas al servicio de Dios y de los demás.
Autor: Richard Ruszuly, secretario ministerial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.