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Del 3 al 5 de octubre, el Departamento de Familia organizó un retiro espiritual en el Albergue Juvenil Argentina, en Benicasim. Bajo el lema «Navegando con propósito», más de 55 personas —niños, jóvenes, adultos y mayores— se embarcaron en una travesía de fe, comunión y crecimiento espiritual.

Foto grupal: todos los participantes juntos, mostrando la diversidad y unidad de las familias presentes.

La temática del mar inspiró cada dinámica, recordándonos que nuestras vidas son como embarcaciones que necesitan dirección, propósito y un capitán confiable. Y ese capitán es, sin duda, Jesús. Él guio cada momento de oración, cada predicación, cada alabanza y cada actividad grupal, llenando el ambiente de paz, alegría y unidad.

Además de los espacios espirituales, hubo tiempo para disfrutar de la creación: paseos junto al mar, juegos, puestas de sol que hablaban del poder de Dios y comidas compartidas que fortalecieron los lazos entre hermanos. Las fotos grupales y los momentos capturados en la playa, el comedor y durante los cantos y reflexiones son testimonio de una experiencia profundamente bendecida.

Testimonios:

Los testimonios de los participantes reflejan el impacto del encuentro:

  • «Lo pasamos muy bien, un lugar precioso.»
  • «Doy gracias a Dios por este fin de semana, gracias a las personas que lo han hecho posible y gracias por todos los detalles. ¡He disfrutado muchísimo!»
  • «Ha sido un bonito encuentro para fortalecer nuestro enlace con el Capitán, en compañía de muchos tripulantes. Gracias al equipo de familia implicado.»
  • «¡Qué encuentro más maravilloso! Nos hemos sentido en familia, llenos de amor y paz.»
  • «¡Qué fin de semana más especial y bendecido!»

Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento al equipo del Departamento de Familia por su dedicación, creatividad y entrega. Cada detalle, cada actividad y cada momento compartido fue una bendición. Gracias por permitirnos navegar juntos, con propósito y con Cristo al timón.

«Él calma la tempestad, y las olas se aquietan.
Entonces se alegran, porque se apaciguaron;
y así los guía al puerto que deseaban.»
(Salmo 107:29-30)

Autora: Pili Ortega, corresponsal de revista.adventista.es de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Zaragoza-Torrero.

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