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https://www.adra-es.org/wp-content/uploads/2014/05/Foto-1web-e1400756553524.jpgCon el motivo del seminario de formación para el seguimiento y justificación  del proyecto “Fortalecimiento de Capacidades de Comunidades Rurales para la Resiliencia a Crisis alimentarias y el Desarrollo Productivo Sostenible en Tahoua, Níger”, financiado por AECID, tuve la oportunidad de viajar a principios de mayo en este país africano.

Como os podéis dar cuenta este fue mi primer viaje a África, fue una experiencia tanto intensa como muy interesante.

Cuando llegas por la noche al aeropuerto de la capital Niamey, y en el viaje hasta el hotel prácticamente no ves nada de las calles por donde pasas en coche. Es al siguiente día por la mañana, con los 30 grados de temperatura, cuando abres la ventana de tu habitación y te encuentras debajo con una zona donde la gente vive su día a día en una especie de tiendas de caña, que de repente te das cuenta de que estás en un mundo completamente diferente.

Luego sales a la calle hay con una concentración tremenda de comercio ambulante donde cada uno vende lo que puede, desde alimentos preparados en condiciones muy diferentes de las que estamos acostumbrados nosotros, hasta las clásicas botellitas de gasolina por si de repente te quedas sin combustible estés donde estés. En esa extensa concentración encuentras prácticamente todo lo que podrías necesitar. Y todo es muy, pero que muy negociable…

https://www.adra-es.org/wp-content/uploads/2014/05/Foto-2web-e1400756634280.jpgMe impactó mucho la simplicidad de la gente, en el mejor de los sentidos. Gente sincera, casi siempre bien dispuesta, lista para apoyarte en todo lo que necesitas, a pesar de encontrar mendigos en cada esquina y señales de pobreza extrema.

Otra cosa que me llamó la atención es la categoría de vehículos que se está utilizando en estas calles de cuales solo dos (las principales) están asfaltadas: muchos todo-terreno y el resto de coches antiguos o bastantes deteriorados, casi nada de clase intermediaria. Y no podría ser de otra manera en una ciudad donde el suelo, sea en la calle, en el campo o en las “aceras”, es básicamente arena.

Una realidad durísima que me encontré fueron las imágenes (y no pocas) de animales y niños buscando casi juntos en la basura de la calle. Y no era un juego ni nada parecido.

En cuanto a ADRA Níger, me encontré a un equipo diverso (cristianos y musulmanes), pero muy unido, compañeros que intentan a través de sus esfuerzos y del apoyo que les estamos ofreciendo involucrarse en varios temas previstos dentro del proyecto que estamos desarrollando durante 18 meses en este país.

https://www.adra-es.org/wp-content/uploads/2014/05/Foto-4web-e1400756581574.jpgEn pocas líneas os he intentado transmitir más imágenes y sentimientos que informaciones y números, para que podáis tener una visión básica y resumida sobre cómo se ve la capital de Níger a través de los ojos de un europeo que llega por la primera vez a África.

Las palabras no serían suficientes para describir sentimientos. Quizás las fotos nos puedan acercar un poco más a la realidad, aunque también están limitadas. Una cosa sí que os aseguro que después de este viaje, yo personalmente empecé de verdad a querer mucho más a esta gente, a los beneficiarios de nuestro proyecto, y sentí que mi trabajo de oficina, metido todo el día entre papeles y números, coge de repente un sentido tan lleno y satisfactorio, porque… los verdaderos héroes en toda esta historia… no somos nosotros. Pero sobre este tema quizás os hablaré en un futuro no tan lejano.

Fuente: ADRA-España

ADRA es una organización no gubernamental que provee desarrollo sostenible a la comunidad y ayuda de emergencia sin discriminación política, religiosa, por edad, género, raza o etnia.

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Revista Adventista de España