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El sábado 25 de febrero el Ministerio de la mujer de nuestra iglesia adventista de Valencia-Timoneda preparó una velada muy especial para nuestras queridas «maestras del bien».

Después del servicio de culto, Ministerio de la mujer obsequió a las mujeres mayores de nuestra iglesia, quienes son un pilar importante de la misma, con una comida fraternal en la que gozaron del alimento físico y de la buena compañía. Una vez finalizada la comida, continuaron con el programa especialmente preparado para ellas, por el equipo del Ministerio de la mujer, titulado: «Maestras del bien».

Comenzaron distribuyéndose por parejas por toda la sala y tuvieron diversas entrevistas, entre ellas, donde estas «maestras del bien» pudieron conocerse más íntimamente.

A esta actividad le siguió una reflexión en la que resaltaron que para el Señor, su valor y su servicio no tienen fecha de caducidad. Quisieron estimar cada bella cana que había comenzado a florecer en sus cabellos, ya que eran resumen de sabiduría y experiencia.

Se las motivó a valorarse en cada etapa de sus vidas; a que no temieran a envejecer, porque el Señor dice que aun en la vejez darán frutos. Y se les instó a que, como «maestras del bien» sigan acompañando y guiando a las más jóvenes.

Ejemplos bíblicos de «maestras del bien»

Ministerio de la mujer expuso dos ejemplos bíblicos de conducta. Uno de ellos, fue el de una mujer de madurez espiritual llamada Elisabeth. Ella recibió a su prima, una joven María, soltera y embarazada, y no la juzgó ni la rechazó, sino que la recibió con amor y le dio su bendición.

El otro fue el de la suegra de Rut. Noemí, «la que es dulce, amable, generosa, gran consejera, íntegra, la que inspira amor y lealtad». Y como impactó ella en la vida de su nuera hasta el punto de Ruth no quiso separarse de ella.

Finalmente, realizaron una dinámica titulada «La maleta de mi vida» la cual consistía en preparar una maleta para un viaje decisivo: «el viaje de la fe, el último viaje». Todo ello, acompañado de bonitos momentos de unidad y de reflexión.

Gracias a esta hermosa actividad y reconocimiento, nuestras «maestras del bien» salieron motivadas para seguir dando lo mejor de ellas mismas.

Agradecemos, una vez más, a Dios y a todas las hermanas de la iglesia, por el apoyo recibido.

Autora: Cristina Fresneda, iglesia de Valencia – Timoneda

 

Revista Adventista de España