Skip to main content

Rómulo Dayaday, de 68 años y con un brazo amputado, dirigió su camino a la supervivencia hacia el centro de evacuación más cercana durante el tifón Yolanda el año pasado. Perdió todas sus cosas y su casa.

ADRA ayudó a Rómulo y a su familia a reparar su casa, sólo unos meses después del súper tifón. Pero a medida que se acercaba el segundo tifón Rubí, se preocupó  por su familia, recordando lo sucedido hace algo más de un año.

Afortunadamente, él no tuvo que desplazarse al centro de seguridad porque él y su familia fueron capaces de prepararse para la tormenta en su nueva casa. Protegieron su casa sujetándola al tronco de un árbol usando las herramientas y cuerdas de la caja de herramientas para emergencias que ADRA les entregó. Luego aseguraron sus cosas y fueron al centro de evacuación más cercano según las instrucciones de sus dirigentes barangay.

“Es una sensación impagable ver que nuestra casa sigue ahí después de regresar del centro de evacuación”, dijo Dayaday.

“Estamos muy agradecidos a ADRA, porque después del tifón, sabemos que todavía tenemos una casa propia para vivir. Estamos muy contentos porque esta es una casa duradera, ni un solo rastro de destrucción es visible”, dijo Dayaday con mucha alegría.

Junto con ADRA Filipinas, ADRA Australia y ADRA Nueva Zelanda siguen ayudado a cientos de familias con el proyecto BUILD en Ajuy Iloilo, proporcionando equipos de refugio y capacitación en carpintería a los hombres y mujeres para la reparación de sus casas.

Con el apoyo de las redes de ADRA, ADRA Filipinas también ofrece un programa de reducción de riesgos de desastres a todos los habitantes en Ajuy, Iloilo, donde los líderes más competentes de cada poblado fueron entrenados para ser instructores en el curso de Reducción del Riesgo de Desastres basada en la comunidad y gestión de sus respectivos barangay .

Por otra parte, el Sistema de Alerta Temprana de las comunidades se fortaleció a través de los kits proporcionados por ADRA.

Revista Adventista de España