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El sábado 30 de septiembre, el departamento de jóvenes de la iglesia de Tenerife Sur organizó un día de ayuno y oración. Comenzó las 9:45 am y finalizó a las 6:30 pm, haciendo énfasis en la necesidad del derramamiento del Espíritu Santo.

Todo el programa estuvo enfocado en la necesidad de orar. El regalo inmerecido que hemos recibido de Dios y como compartirlo con otros. También sobre los frutos del Espíritu Santo que deben estar presente en la vida del cristiano. La dinámica consistió en momentos de alabanza y adoración, tiempo de oración y reflexiones extraídas del libro: Pasos para un reavivamiento personal.

Algunos títulos fueron: ¿Cuál es la raíz de nuestros problemas?, ¿qué cambios podemos esperar?, ¿Tienen solución nuestros problemas?, y La clave de la experiencia práctica.

También contamos con espacios de testimonio, en los que los hermanos contaron sus experiencias de oraciones contestadas y como se sintieron al saber que Dios se preocupa por sus necesidades.

Esta jornada de ayuno y oración nos ayudó a reconocer la necesidad de orar y ayunar. Si el mismo Jesús fue tentado, cuanto más nosotros. Él nos dio ejemplo de oración y unidad con su padre, para recibir la fortaleza ante las pruebas de esta vida. Logramos comprender lo importante que es despojarse del yo y permitir que Cristo sea el centro de nuestra vida. Lo necesario de entender que nuestro ser va mucho más allá del alimento físico. El mismo Jesús lo dijo: «No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios».

Amigos secretos de oración

El día concluyó con un momento especial en el que descubrieron quienes habían estado orando por ellos desde la jornada pasada. Además, intercambiaron obsequios con sus amigos secretos de oración. Al finalizar la jornada de ayuno y oración, realmente fue muy grato darnos cuenta de que a pesar de las horas, seguíamos con mucho gozo y gratitud de haber dedicado ese día, completamente, a estar en sintonía con Dios.

Sigamos ayunando y orando fervientemente, unidos como hermanos, por el derramamiento del Espíritu Santo en nuestra vida y en nuestras iglesias a nivel mundial.

Querido Pueblo De Dios:

Crezcamos en el Espíritu Santo. «Nuestro Señor mismo nos ordenó: “Sed llenos de mi Espíritu”»
Cristo en nosotros, y el Espíritu Santo, nos hacen «portadores de buenas noticias» (Isa. 40:9, NVI). No olvidemos las últimas palabras de Jesús en esta tierra: «Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos… ». Amén.

Autora: Bárbara Rodríguez, comunicaciones de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Tenerife Sur. 

Revista Adventista de España