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Los líderes se preparan para cortar la cinta de la nueva iglesia. De izquierda a derecha, Mario Martinelli, Barna Magyarosi, Erton Köhler, Sergio Mato, Oscar López y Sergio Martorell. [Foto: Marcos Paseggi, Adventist Review].

El pasado 20 de mayo de 2023 se inauguraba la iglesia adventista de Colmenar Viejo en Madrid. Un sueño largamente acariciado por Editorial Safeliz. En la inauguración estaba presente el secretario de la Conferencia General (CG) de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el pastor Erton Köhler. 

El nacimiento y desarrollo de esta nueva iglesia fue el resultado del sueño de tener presencia en este pueblo de 48.600 habitantes, donde se encuentran las oficinas de la Unión Adventista Española, así como las instalaciones de Editorial Safeliz.

Safeliz hizo realidad su sueño a través de sus propias donaciones y la búsqueda de fondos. Durante el desarrollo del mismo, se produjeron una serie de acontecimientos que, en opinión de los líderes, «fueron la prueba de que Dios estaba dirigiendo [Su] proyecto».

Apoyo desde el otro lado del océano

La inauguración coincidió con la celebración de ciertas reuniones de evangelización en la nueva iglesia, en las que participó como orador invitado Erton Köhler, secretario ejecutivo de la Conferencia General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Fue un momento significativo para Köhler, quien, en su cargo anterior como presidente de la División Sudamericana de la Iglesia Adventista, supervisó la aprobación de una ayuda especial para este proyecto.

«La División Sudamericana nos dio una cantidad que contribuyó a hacer realidad nuestro sueño», –dijo el presidente de Safeliz, el pastor Mario Martinelli–. «Y nos alegra que el pastor Erton pueda estar hoy aquí para participar de esta celebración».

Martinelli preguntó a Köhler por qué, desde tan lejos, habían decidido apoyar un proyecto en un pueblo de España. Y la respuesta del pastor Köhler fue: «La Iglesia Adventista del Séptimo Día es una familia mundial. Dios nos organizó en regiones para que, de alguna manera, pudiéramos ocuparnos de un territorio concreto. Pero nuestra familia y nuestra misión son globales. Y si hay un reto en algún lugar del mundo, el reto es para que lo afrontemos juntos», –subrayó–.

Un sueño largamente acariciado

Desde 2011, los responsables de Editorial Safeliz tenían el sueño de plantar una iglesia adventista en Colmenar Viejo.

«Teniendo en cuenta que Safeliz distribuye sus publicaciones en más de 130 países y ofrece cursos para que las buenas nuevas del evangelio lleguen a muchos lugares del mundo, no podíamos aceptar que en el mismo pueblo donde está la editorial no hubiera ninguna congregación adventista», –dijo Martinelli–.

El director comercial de Safeliz, Sergio Mato, se mostró de acuerdo y explicó que también suelen hacer negocios con empresas locales. «Queríamos convertirnos en un punto de referencia para ellos, y también en un centro de evangelización para los suburbios del norte de Madrid».

«Dios nos guiaba»

Durante años, los responsables de Safeliz barajaron varias opciones, pero, por alguna razón, ninguna de ellas llegó a buen puerto. «Aunque no lo sabíamos, Dios tenía otra solución en mente», –dijo Martinelli–.

En octubre de 2019, encontraron un edificio que pensaron que podrían alquilar para poner en marcha una congregación. Sin embargo, cuando se pusieron en contacto con los propietarios, les dijeron que el edificio ya estaba alquilado y que el contrato de alquiler no expiraba hasta dos años después.

«Era viernes cuando recibimos la respuesta», –cuenta Rubén Ferreira, uno de los miembros del comité de búsqueda–. «Nos sentimos muy abatidos. Fue un fin de semana muy triste».

El lunes siguiente, sin embargo, les llamó el propietario del edificio.

«No te vas a creer lo que ha pasado», –le dijo el propietario a Ferreira–. «Después de que te fueras el viernes, ¡recibimos una carta certificada de nuestros inquilinos en la que nos comunicaban que rescindían el contrato de alquiler a partir de ese mismo día!».

«¡Nos quedamos muy sorprendidos!» –dijo Ferreira–. «A partir de ese momento, comprendimos que Dios estaba detrás de nuestros planes».

Tras reunirse con los propietarios, les preguntaron si no querían venderlo en lugar de alquilarlo, y ellos aceptaron venderlo. «Después de unos días los cuales los propietarios tasaron el edificio, ¡nos dieron una cantidad que estaba por debajo de su valor de mercado! En ese momento, volvimos a tener la certeza de que el Señor nos guiaba».

Martinelli dijo que cuando presentaron el proyecto a los administradores de la UAE (Unión Adventista Española), lo apoyaron de todo corazón. «Tanto la División Intereuropea, como la UAE nos ayudaron con algunos fondos», —dijo–. «Otras instituciones de la región y de fuera de ella también nos ayudaron, incluida la División Sudamericana».

Una inauguración aplazada

Tras remodelar el edificio, los líderes planearon la primera reunión sabática en la nueva iglesia para el 21 de marzo de 2020. Pero el 14 de marzo, justo una semana antes, el gobierno español impuso un bloqueo debido a la pandemia de COVID-19; se prohibió circular libremente y se cancelaron las reuniones públicas.

Ese abril de 2020, la UAE nombró a Sergio Martorell pastor de la nueva iglesia, y los miembros comenzaron a reunirse vía Zoom. El 22 de mayo se estableció como grupo, con apenas seis o siete familias. Pero con el paso de las semanas y los meses, la congregación fue creciendo. Con el tiempo, los miembros volvieron a reunirse en persona.

«Al igual que hizo el profeta Samuel, nosotros también decimos: “Hasta aquí nos ha ayudado el Señor”», –dijo Martorell–. «La iglesia no es un edificio… no es un techo o las paredes. La gente es la iglesia. Todos los que nos reunimos aquí somos la iglesia. Y doy gracias a Dios por esta iglesia, que actualmente cuenta con 80 miembros bautizados. Es una iglesia pequeña pero muy dinámica. Y una iglesia centrada en la evangelización», –dijo–.

Autor: Marcos Paseggi, Adventist Review. Traducido por Esther Azón de revista.adventista.es 

 

Hay un comentario

  • AMARILDO GUIMARÃES SOUZA dice:

    ¡Grandioso! ¡Alabado sea al Señor! ¡Sigamos firmes en la Misión!

Revista Adventista de España