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Ante el reto que estudiamos en las lecciones de Escuela Sabática, el trimestre pasado, de proclamar el triple mensaje cósmico, en nuestro medio, y al mundo, el Consejo de la Iglesia de Murcia, votó la realización, entre otros, de dos proyectos especiales para profundizar en este cometido tan importante. En primer lugar, una Jornada especial, el sábado 6 de mayo de 2023, sobre «El relato bíblico de la creación», con el especialista Antonio Cremades; y en segundo lugar, una actividad de testimonio personal, público, en la Plaza de Santo Domingo, el sábado 17 de junio, a favor de la paz.

6 de mayo: Honrando a Dios como Creador

En primer lugar, invitamos al profesor y doctor en Biología, D. Antonio Cremades, para una Jornada especial, el sábado 6 de mayo, sobre «El relato bíblico de la creación», a través de tres ponencias.

Estas se pueden ver y descargar en el canal oficial de la Iglesia adventista de Murcia: HopeMedia Murcia, en YouTube.

1ª Ponencia: https://youtu.be/tgLr1q6qAFA

2ª Ponencia: https://youtu.be/kf-SKmyddqE

3ª Ponencia: https://youtu.be/YC-BGLTkBP8

En ellas se nos presentó una explicación autorizada, desde la historia, la biología, y la teología, sobre cómo podemos entender esos primeros pasajes de La Biblia. Especialmente, de las razones por las cuales ese relato es digno de confianza y nos alienta a reconocer a Dios como creador de todo el Universo y la vida, en nuestro Planeta Tierra.

De este modo, alcanzamos a ver los motivos por los que debemos darle honor, gloria y alabanza por su amor y poder infinito, e invitar a cada habitante de nuestro mundo a participar de esta experiencia de adoración enriquecedora, única y restauradora.

17 de junio: Trabajando por la paz

En segundo lugar, realizamos una actividad de testimonio personal, público, en la Plaza de Santo Domingo, el sábado 17 de junio, en el centro de nuestra ciudad, a favor de la paz. No solo es necesario asistir a las víctimas de los conflictos…, sino procurar su cese.

En medio de un Conflicto Cósmico, de dimensiones y consecuencias colosales entre el bien y el mal, la vida y la muerte, la paz y la guerra… creemos que es esencial posicionarnos como creyentes, de manera firme, por el lado correcto.

En un mundo de relaciones complejas en todos los ámbitos, y cuando la presencia de tanta violencia en nuestro planeta ostenta una posición relevante, es urgente y preciso hacer frente a esa manifestación incesante del adversario y sus devastadoras consecuencias de dolor, sufrimiento y muerte, con nuestro testimonio personal y la acción.

Es nuestra responsabilidad evidenciar, de manera audaz, nuestra apuesta inequívoca por la paz, poniendo en evidencia el silencio, la indiferencia y resignación de nuestro mundo ante la guerra. 

Rechazando el mal

Debemos expresar nuestro rechazo a la complicidad con el mal. Más aún, cuando a través de los diferentes medios y soportes informativos se explica con todo detalle, el día a día de cada conflicto que tiene lugar en nuestro mundo, pero no se abordan sus verdaderas causas, consecuencias, y posibles soluciones, resulta prioritario explicarlas de la forma más adecuada y sencilla a todos los niveles.

Necesitamos adelantarnos a los acontecimientos que nos esperan, antes que sea demasiado tarde. Porque el tiempo es corto, y cada habitante de este planeta debe conocer la información privilegiada que aporta la Ciencia, la Palabra de Dios, y el Espíritu de la Profecía, sobre cómo prevenir el mal…, y resolverlo a nivel personal, familiar, y social.

Por ello, realizamos esta concentración, debidamente comunicada a la Delegación del Gobierno y al Ayuntamiento de Murcia, aprovechando los derechos y libertades que nos ofrece nuestra Constitución Española, desde hace 45 años, así como la invitación de la fundación Pluralismo y Convivencia desde la Presidencia del Gobierno, y los reiterados llamados de nuestras autoridades a expresar públicamente, fuera de los muros de nuestras iglesias, nuestro mensaje. 

Se interpretaron varias piezas musicales por un grupo de herman@s, acordes con la temática y la ocasión.  Se repartieron obsequios a los transeúntes: flores, abanicos con el símbolo de la paz, globos a los niños, y un sobre con documentos que argumentan nuestra posición, y propuestas para alcanzarla.

Una labor que Cristo nos encomendó

Entendemos que esta experiencia, sintoniza con la invitación que Cristo nos hizo para trabajar por la paz: «Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios» (Mat. 5: 9).

Igualmente, con reiteradas declaraciones de la Conferencia General Adventista en diferentes momentos y contextos:

«Por precepto y por ejemplo, los adventistas tienen que levantarse para trabajar a favor de la paz y la buena voluntad hacia los hombres, a fin de ser conocidos como pacificadores y constructores de puentes…

Invitamos a todos los adventistas y a todas las personas de buena voluntad a que, dentro de sus posibilidades, contribuyan a crear una atmósfera de cooperación y fraternidad que conduzca a intercambios entre culturas y sistemas ideológicos diferentes, y a una mejor comprensión entre los individuos de todas las razas, creencias religiosas y convicciones políticas…». (Declaración adoptada por el Congreso de la Asociación General en Dallas, Texas, en abril de 1980.)

Momentos muy emotivos 

Resultó muy emotivo y animador, recoger, entre otras…, numerosas muestras de sorpresa y gratitud, por parte de los transeúntes, al recibir nuestros regalos, sin que pidiéramos nada a cambio, y su aprecio ante nuestra iniciativa en favor de la paz, la convivencia y la fraternidad. Escuchar su deseo expreso de que lo repitamos pronto y más a menudo.

De igual manera, resultó muy satisfactorio poder dar testimonio silencioso con nuestra indumentaria… Mientras caminábamos por las calles de la ciudad.

Creemos que estas experiencias vividas, así como las herramientas utilizadas, pueden ser de utilidad para transmitir el evangelio de forma personal, fácil y gratificante, permitiendo establecer lazos de amistad y convivencia con cualquier persona que nos encontremos cada día en nuestro camino, sea cual sea sus circunstancias e ideología, comunicando un precioso mensaje de paz, amor y esperanza, por el cual optar ante los importantes acontecimientos y decisiones que nos esperan en el futuro.

«Entonces Gedeón edificó allí un altar a Dios, y le puso por nombre «Dios es paz». Hasta el momento en que este relato se escribe, este altar todavía está en Ofrá, ciudad del grupo familiar de Abiézer». (Jueces 6:24)

Autores: Elvira Vázquez Álvarez y Mariano Gómez Seco, coordinadores de los departamentos de Escuela Sabática y Ministerio Personal de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Murcia.

Revista Adventista de España