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La Biblia no teme mostrar las debilidades de la humanidad caída. Desde Génesis 3 en adelante, el pecado humano y sus tristes resultados saltan a la vista. Al mismo tiempo, también vemos casos de personas que muestran una gran fidelidad a Dios, incluso cuando se enfrentan a incentivos poderosos para ser cualquier cosa, menos fieles. Y algunos de los ejemplos más conmovedores de esa fidelidad los vemos en el libro de Daniel. Sin embargo, mientras estudiamos Daniel, tengamos en cuenta que el verdadero héroe del libro es Dios. Estamos tan acostumbrados a las historias que enfatizan la fidelidad de Daniel y sus amigos que podemos olvidarnos de exaltar la fidelidad de aquel que guió y sostuvo a esos cuatro jóvenes mientras confrontaban el poder y el encanto del Imperio Babilónico. Ser fiel ya es un desafío en la propia tierra y lugar, y ni hablar de enfrentar presiones de una tierra, cultura y religión extranjeras. Pero los protagonistas humanos enfrentan los desafíos porque, como el apóstol Pablo, ellos saben “a quién han creído” (2 Tim. 1:12), y en él confían.

PARA MEMORIZAR: “A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños” (Dan. 1:17).

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 2 Reyes 21:10–16; Daniel 1; Gálatas 2:19, 20; Mateo 16:24–26; 2 Corintios 4:17; Santiago 1:5.

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Revista Adventista de España