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Al comenzar este desafiante capítulo, se deben hacer algunas observaciones iniciales. En primer lugar, Daniel 11 en general mantiene un paralelismo con los esquemas proféticos anteriores en Daniel. Al igual que en los capítulos 2, 7, 8 y 9, el mensaje profético se extiende desde los días del profeta hasta el tiempo del fin. En segundo lugar, aparece una sucesión de potencias mundiales que a menudo oprimen al pueblo de Dios. Tercer lugar, cada esquema profético culmina con un final feliz: en Daniel 2, la piedra destruye la estatua; en Daniel 7, el hijo de hombre recibe el reino; y en Daniel 8 y 9, el Santuario celestial se purifica mediante la obra del Mesías.

El capítulo 11 se ajusta a tres puntos básicos. En primer lugar, comienza con los reyes persas, y analiza sus destinos y el tiempo del fin, cuando el rey del norte ataca el monte santo de Dios. Segundo lugar, se describe una sucesión de batallas entre el rey del norte y el del sur, y cómo afectan estas al pueblo de Dios. En tercer lugar, concluye con un final feliz, cuando el rey del norte enfrenta su muerte junto al “monte glorioso y santo” (Dan. 11:45).

PARA MEMORIZAR: “También algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblanquecidos, hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo” (Dan. 11:35).

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Daniel 11; Daniel 8:3–8, 20–22; Isaías 46:9, 10; Daniel 8:9, 23; Mateo 27:33–50.

https://www.youtube.com/watch?v=yT5jLE9fnDU

Revista Adventista de España