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El pasado día 5 de diciembre de 2020 la revista digital vasca Kronika entrevistó al matrimonio adventista Mikel y Belén Arrozpide. A continuación reproducimos esta entrevista:

Los hernaniarras Mikel Arrozpide y Belén Gonzaga son cristianos adventistas que han dado a conocer sus creencias al Kronika.

¿Cómo os definís?

M.A.: En pocas palabras, unos jóvenes que queremos servir a Dios.

¿Qué queréis decir con eso?

M.A.: Viendo todo lo que Dios hizo por nosotros, nosotros también queremos hacer muchas cosas por Él. Lo que hacemos es, sobre todo, compartir las buenas nuevas con los demás. Les explicamos quién es Dios, qué hizo y les contamos los beneficios de contar con la ayuda de Dios en nuestra vida.

¿Cuáles son vuestras creencias?

M.A.: Nosotros somos cristianos. Creemos que el hombre y el mundo fueron creados por Dios. Creemos que Jesús vino a este mundo a morir por nosotros para darnos la salvación. Jesús dijo que después de morir volvería, y cuando eso sucediera, resucitaría a los muertos en Él. Por eso, cuando vuelva aquí, los creyentes fieles irán con él al cielo a disfrutar de la vida eterna.

Creemos que Jesús vendrá por segunda vez al mundo. Por primera vez se vino a dar su vida por nosotros. La segunda vez vendrá a llevar a los fieles. Nos congregamos en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en San Sebastián y no vamos a la iglesia los domingos, sino los sábados.

¿Siempre habéis creído en Jesús?

B.G.: Yo sí, pero Mikel no. Mi familia siempre me ha contado historias sobre Dios y me han transmitido mi fe desde pequeña. Intento ayudar a la gente, doy consejos y oigo a quien lo necesita. Sin embargo, cuando tenía 16 años dejé todo esto y me alejé de Dios. Bebía alcohol, fumaba… hacía muchas cosas mal. Pero dos años después, con 18 años, me acerqué de nuevo a Dios, y ahora estoy mucho mejor con él. Orar y tener una estrecha relación con Jesús me ha ayudado mucho. No sé… es diferente. Ahora me siento muy tranquila y estoy así mucho mejor.

M.A.: Conocí a Belén en el momento que ella dejó de estar con Dios. Pero aquí nunca nos han enseñado a creer en Dios. Al contrario, en la escuela nos han contado lo contrario. Es decir, nos han enseñado que venimos de la evolución, y siempre me ha parecido muy lógico. Cuando descubrí que Belén era creyente empecé a investigar y estudiar las creencias de todas las religiones. Me pregunté: si Dios existe y yo todavía no me he dado cuenta… ¿qué? ¿Estoy haciendo cosas malas? Tuve muchas dudas, no me estaría metiendo en una secta o así…¡quién sabe! Pero no: en ese momento me di cuenta de que la teoría de la evolución no es lógica. Me miraba a mí mismo y veía que somos perfectos. Por ejemplo, ahora miro mi mano y veo que es perfecta. Así que me parece imposible que lo que somos hoy sea el resultado de la evolución. Somos la creación de Dios.

Sin embargo, tenía claro que no iba a aceptar ninguna creencia, a menos que estudiara en profundidad lo que iba a creer. Cuando empecé a investigar me di cuenta de que era verdad y junto con Belén, empezamos a estudiar la Biblia y sé que he elegido el buen camino. Es la mejor decisión que he tomado en la vida y hoy no me imagino mi vida sin Dios.

Entonces, Belén, ¿decís que por creer en Jesús habéis tenido que abandonar ciertas costumbres?

B.G.: No es del todo así. Si alguien dice que es creyente y que quiere a sus padres, pero a la vez pega a su madre, eso está mal. No puedes hacer daño a una persona que te quiere. Pues ocurre lo mismo con Dios: nosotros sabemos cuáles son las cosas que le hacen daño y, por lo tanto, no bebemos alcohol, por ejemplo.

M.A.: Eso es. El alcohol trae muchas muertes y peleas, y Dios no es partidario de ello. Por eso tenemos que aprender a diferenciar.

Sois un matrimonio que os casasteis jóvenes. ¿Qué dice Dios sobre esto?

M.A.: Nos conocimos en el año 2012 y nos casamos en el 2017. Llevábamos muchos años juntos y la Biblia dice que los que son pareja, antes de irse a vivir juntos, tienen que casarse. Y lo hicimos porque Dios lo quiere.

B.G.: Nos casamos en Hernani, en el restaurante Jauregi, y fue el momento más bonito de nuestra vida.

¿Qué es para vosotros Dios?

M.A.: En primer lugar, no es algo alejado de nosotros. Y, en segundo lugar, es alguien más que algo. No debemos pensar que es alguien que quiere castigarnos porque hemos actuado mal. Al contrario, es un padre que nos quiere mucho. Es más, Él nos creó y, por tanto, para nosotros es todo. Está en el día a día con nosotros, porque cuando nos despertamos leemos la Biblia, oramos y agradecemos que un día más nos haya permitido disfrutar de la vida.

B.G.: Tener fe en Dios no es un rito para nosotros. Es decir, no es algo programado. Nosotros oramos y tenemos buena actitud porque de hecho nos sale. Por ejemplo, las personas no creyentes se despiertan temprano por la mañana y mientras desayunan leen el ‘’Kronika’’ u otros periódicos. En nuestro caso, sin embargo, cuando despertamos leemos la Biblia y siempre aprendemos algo nuevo que podemos aplicar ese día.

M.A.: Sí, eso es. Imagínate: yo no puedo despertarme por la mañana y sin dar un beso a Belén irme de casa. Pues lo mismo ocurre con esto: no salgo a la calle sin hablar con Dios ni leer la Biblia. Eso es impensable.

¿Cumplís todo lo que dice la Biblia?

M.A.: Si. como hemos dicho lo que aprendemos con la Biblia lo aplicamos en el día a día. Sabemos que va a ser para nuestro bien.

B.G.: Yo entiendo que eso ocurra. Han pasado muchas cosas malas en la Iglesia y es normal que la gente piense que Dios no existe y que no merece la pena creer en Dios… A veces pienso que los cristianos tenemos la culpa porque no hemos sido un buen ejemplo.

M.A.: A mí me da mucha pena. Me hubiera gustado conocer a Dios antes, porque ahora vivo mucho mejor con él. Nos libra de muchos sufrimientos y nos hace felices. Sin embargo, tenemos claro que no queremos forzar a nadie. Lo peor que puede haber en el mundo es eso, obligar a alguien a algo. Cada uno es libre para elegir y hacer lo que quiera.

¿Cómo creéis que habría que trabajar la religión?

B.G.: No es algo que teóricamente habría que enseñar. Ese no es el deseo de Dios. Creo que la enseñanza religiosa en las escuelas no es la más adecuada. Es demasiado teórico lo que enseñan en las escuelas.

M.A.: Sí, estoy de acuerdo. Habría que explicar con el ejemplo como se vive la vida cristiana. Cuando él vino a este mundo dio pocas charlas y se dedicó más a la acción.

¿Cómo viven esta decisión vuestras familiares, amigos…?

M.A.: Soy el único creyente en mi casa. No lo ven bien ni mal. Simplemente respetan mi decisión.

B.G.: Como he dicho, en mi casa todos somos creyentes y por lo tanto no he tenido ningún problema.

¿Teméis las críticas negativas?

B.G.: Hemos pasado los dos últimos años en Sudamérica y la gente nos ha hecho muchas preguntas. Sin embargo, aquí, en Hernani, nunca nos hemos sentido excluidos. En mi caso siempre me han respetado en la escuela y con mis amigos.

M.A.: La gente cree que es algo raro y hemos recibido críticas negativas, pero sabemos que también criticaron a Jesús y por lo tanto no nos importa. Jesús nos dijo que a nosotros también nos criticarían, y estamos tranquilos por ello.

¿Existe alguna relación entre vuestros estudios y creencias?

M.A.: La verdad es que no. Yo estudié un grado superior para ser tornero. Trabajé durante dos años y medio y luego lo dejé para ser misionero.

B.G.: Yo estudié un grado para atender a personas en situación de dependencia. Es un trabajo maravilloso con el que aprendí mucho. Sin embargo, como hemos dicho, lo dejé para trabajar como misionera.

Habéis estado fuera de casa durante mucho tiempo, ¿no?

B.G.: Sí, hemos estado casi dos años en Colombia, Bolivia y Belice. Hemos estado en los lugares más pobres del país, es decir, no hemos estado en lugares conocidos o ricos de esos países. Al contrario, hemos estado con comunidades que viven en el Amazonas o en el bosque perdidas y casi incomunicadas.

M.A.: Allí trabajamos como misioneros cumpliendo la misión que Jesús dejó a nuestro cargo. En definitiva, esa misión es hablar y enseñar a las personas sobre Dios. Nuestra intención aún no era volver porque queríamos ir a Perú, pero el coronavirus nos obligó a ello. Fue una experiencia increíble, con la que todavía nos acordamos muchas veces.

Para cambiar un poco de tema… ¿Qué es ‘Jainkoa dugu artzai’?

M.A.: Es una herramienta para llevar el evangelio a los vascos. Me gusta mucho el euskera, la cultura vasca y los vascos, y me da mucha pena que haya tan pocos creyentes entre ellos. Por eso, creamos este canal para compartir la Palabra de Dios en Euskera.

B.G.: Lo creamos estando en Colombia. Mikel me decía: nosotros estamos aqui ayudando a la gente y explicando lo que Jesús hizo por nosotros, pero en Hernani ¿quién está? Hay mucha gente que necesita de Dios y necesitamos presentárselo.

Por lo tanto, la lengua tiene mucha importancia en este proyecto, ¿no?

M.A.: Hemos nacido hablando euskera y me parece más bonito hablar y vivir en euskera. Además, leer la Biblia en euskera es más bonito que leer en castellano.

En el futuro, ¿dónde os veis?

M.A.: En este momento es un poco difícil dar respuesta a esta pregunta. Ahora he conseguido un trabajo de tornero y de momento estamos contentos en Hernani. Nos encanta vivir aquí, pero Dios siempre puede cambiar nuestros planes.

Para terminar, ¿qué diríais a aquel que todavía no ha decidido conocer a Dios?

M.A.: Le diría que no tenga prejuicios. Le animaría a ver qué dice la Biblia y a orar. Y después, que decida si quiere ser o no creyente.

B.G.: Eso es, hay que dar una oportunidad a Dios. Sin embargo, como hemos dicho antes, no hay que obligar a nadie y nosotros seguiremos respetando todas las decisiones y creencias.

Autor: Kronika.eus
Entrevista completa en: https://kronika.eus/hernani/1607091617243-jainkoa-bigarren-aldiz-itzuliko-da-mundura-eta-fededunak-berarekin-eramango-ditu

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