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La familia pastoral de la Unión Adventista Española se une en estos días de recogimiento para recordar y homenajear la vida y el ministerio del pastor Eugenio Rodríguez Pérez, quien el 21 de septiembre de 2025 se durmió en la esperanza bienaventurada de la resurrección.

Ceremonia de despedida

El velatorio tendrá lugar en el Tanatorio Atrium Campanar (Valencia):

  • Lunes 22 de septiembre: de 16:00 a 21:00 horas
  • Martes 23 de septiembre: de 9:00 a 12:00 horas

La ceremonia de despedida será el martes 23 de septiembre a las 12:00 horas en el mismo tanatorio, y el sepelio tendrá lugar a las 13:00 horas en el cementerio de Campanar (Valencia).

Primeros años

Nacido en Barcelona el 29 de enero de 1926, Eugenio creció bajo el cuidado y ejemplo de su madre Eugenia, quien lo crio sola y le transmitió valores de fe y perseverancia. En su juventud conoció el Evangelio, experiencia que marcó su vida para siempre y lo llevó a ingresar al Seminario en Madrid para formarse como pastor.

Su primera experiencia pastoral la vivió en la iglesia de Vigo, donde se entregó al servicio y también visitaba la iglesia de Oporto. Fue allí donde conoció a Alcinda, la mujer que sería su fiel compañera de vida y ministerio.

Contrajeron matrimonio en Oporto, formando un hogar cristiano que fue bendecido con tres hijos: Juan, Benjamín y Rubén.

Su ministerio

El pastor Eugenio Rodríguez entró oficialmente en la obra ministerial el 1 de enero de 1949 y fue ordenado al santo ministerio en septiembre de 1954. Desde entonces, su vida estuvo dedicada plenamente al servicio de la iglesia y de la misión.

Sirvió como pastor en Tánger y en Portugal, en las iglesias de Viseu, Espinho y Lisboa. En la Unión Portuguesa fue nombrado secretario de departamento y más tarde departamental de Actividades Laicas, impulsando la misión y el compromiso de los miembros.

Su ministerio trascendió fronteras cuando fue llamado a servir en la Unión Sudeuropea con sede en Roma. Allí también fue departamental de Actividades Laicas, abarcando los campos de Portugal, España, Italia, Grecia e Israel.

Posteriormente, trabajó en la Misión Española, y en la Unión Norte Brasileña desempeñó funciones como departamental de Actividades Laicas, contribuyendo al crecimiento de la obra en aquel vasto territorio.

Al regresar a España, continuó pastoreando y coordinando diferentes iglesias y zonas: Lérida, Urgel, Vigo, Vives y la zona de Valencia. Su labor fue siempre reconocida por su entrega incansable, su espíritu misionero y su amor por la iglesia y las almas.

Gracias a Dios por su vida, y su ministerio

Hoy, al recordarlo, no solo evocamos sus muchos años de servicio. También la huella que dejó en cada comunidad, en cada miembro y en cada compañero de ministerio. Aunque llevaba ya algunos años retirado, su nombre y su ejemplo siguen vivos en la memoria y en el corazón de muchos.

Jesús mismo nos prometió: «Vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis» (Juan 14:3).

Con gratitud a Dios por su vida y servicio, aguardamos el día glorioso en que Cristo lo despierte a la inmortalidad.

Con el reconocimiento y aprecio de todos los obreros en activo y jubilados de la Unión Adventista Española, despedimos a nuestro compañero en la esperanza bienaventurada.

Autor: Richard Ruszuly, secretario ministerial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.

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