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El pacto perpetuo – Lección 3 del 4º trimestre de 2021 – ESCUELA SABÁTICA VIVA

¡Disfruta de la lección! Compártela con tus amistades y comenta. Te invitamos a tener una experiencia más allá del sábado convirtiendo tu Unidad de Acción en una Iglesia Hogar en donde la Biblia, la oración intercesora, la fraternidad y la testificación sean vuestro estilo de vida. Así experimentaremos un poder renovador en la iglesia y en el cumplimiento de la misión.

VER VIDEO:  https://www.youtube.com/watch?v=mVr707uBbPo

Para memorizar

“Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti” (Gén. 17:7).

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Apoc. 14:6). Observa, es “el evangelio eterno”,
que siempre existió, que siempre estuvo allí, que se nos prometió en Cristo Jesús “desde antes del comienzo del tiempo” (Tito 1:2, RVA-2015).

Por lo tanto, no es de extrañar que la Biblia hable en otras ocasiones sobre el pacto “perpetuo”, “eterno” o “sempiterno” (Gén. 17:7; Isa. 24:5; Eze. 16:60; Heb. 13:20), porque la esencia del evangelio es el Pacto, y la esencia del Pacto es el evangelio: Dios, por su gracia y su amor salvíficos, te ofrece una salvación que no mereces y que nunca podrás ganar; y tú, en respuesta, le devuelves el amor “con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Mar. 12:30); un amor que se manifiesta por la obediencia a su Ley: “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos” (1 Juan 5:3).

Esta semana veremos la idea del Pacto según se expresa en el libro de Deuteronomio, donde el Pacto y todo lo que este implica se ponen de manifiesto.

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Génesis 12:1–3; Romanos 4:1–5; Éxodo 2:24; Deuteronomio 5:1–21; 26:16–19; 8:5; Mateo 28:10.

Revista Adventista de España