Ministerio Personal de la Unión Adventista Española ha lanzado un proyecto para este 14 de febrero, con el propósito de aprovechar esta ocasión para hablar del amor de Dios a nuestros prójimos. Y en respuesta a ello, el departamento de Ministerio Personal de la iglesia de Día Betel-Valencia ha abrazado este proyecto con mucho interés, llevando a cabo un programa especial este pasado domingo, 12 de febrero. Más de 20 personas se involucraron ese día, preparando material misionero, y repartiéndolo en el parque del Río, donde muchas personas estaban disfrutando del día.
¡Dios es amor! El mensaje de la Biblia es claro y no deja ninguna duda sobre ello. En nuestra sociedad el día 14 de febrero es un tiempo en el cual se recuerda el amor bajo el nombre de un santo, pero, lamentablemente, sin hacer ninguna referencia a Aquel que realmente es la fuente del amor puro y verdadero.
El mejor regalo de Dios
Algunas de esas personas se mostraron interesadas por los globos y el mensaje que llevaba: El mejor regalo de Dios: ¡Tú! Otras estudiaban con atención la tarjeta que tenía añadida. Y algunas se interesaban también por quien estaba detrás de esta bonita iniciativa. Y todos, casi 500 personas, disfrutaron de este programa y admiraron la sonrisa, llena de alegría, de los que con todo el corazón compartieron este material con ellos.
La bendición de Dios estuvo con nosotros y pudimos tener un buen clima, pero lo más importante fue el privilegio de revelar, una vez más, la única e inigualable fuente del amor eterno. ¡Qué Dios nos ayude para que podamos seguir gozando de experiencias así! Y que un día podamos ver sus frutos para gloria de Dios.
«En vez de vivir en expectación de alguna oportunidad especial de excitación, hemos de aprovechar sabiamente las oportunidades actuales, haciendo lo que debe hacerse, a fin de que las almas puedan salvarse».[1]
Autor: Laurentiu Stefan Druga, pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España
Referencias
[1] White Elena, El Evangelismo, (Buenos Aires: ACES, 2017), 509.
Que bonita ideea!
Sí, ¿verdad? A nosotros también nos lo pareció. Hermosa manera de compartir el AMOR de Jesús. Bendiciones, Daniela.