El mes de octubre ha sido designado por los cristianos de todo el mundo como el Mes de Reconocimiento al Ministerio Pastoral para honrar a los pastores y a quienes realizan una labor ministerial. Por eso, en nuestra Unión, este sábado 19 de octubre de 2024, ofreceremos un merecido reconocimiento a nuestros pastores.
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Dios ha confiado el cuidado de su Iglesia en manos de los pastores y sus familias. En este contexto, la familia pastoral tiene una gran responsabilidad ante Dios y las iglesias a las que sirven. Las iglesias, por otra parte, necesitan orar por los pastores y apoyarlos en su labor.
En el Día de Agradecimiento al Pastor, los miembros de las iglesias de más de 168.000 congregaciones en 215 países de todo el mundo tienen la oportunidad de expresar su gratitud a Dios por sus pastores, ya estos por su labor. En este día de reposo, el reconocimiento pastoral debe hacerse antes y/o después del sermón, no en lugar del mismo, ya que el servicio de adoración siempre debe centrarse en la Biblia y en nuestro Salvador Jesucristo.
El llamado pastoral
Ser pastor es un llamado maravilloso que el Señor Jesús, el gran Pastor, hace de una manera especial a algunas personas, hombres y mujeres, para servir en Su iglesia, proclamando Su Palabra y cuidando Su rebaño. Así como Jesús dijo en Juan 10:11: «Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas», el llamado pastoral no es solo una ocupación, sino una entrega total en cuerpo y alma.
Independientemente de nuestros dones, todos somos llamados a servir en diversas áreas del Reino de Dios. Como dice 1 Pedro 4:10: «Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, como buenos administradores de la gracia de Dios». No hay lugar para decir que no podemos hacer algo en la iglesia o en la misión; siempre hay espacio para todos y cada uno.
¿Dónde se origina el llamado pastoral?
El llamado para ser pastor es de origen divino. Es algo que se nota y se siente profundamente en el corazón. La persona llamada quiere entregarse por completo al servicio del Señor en la iglesia y en la misión. Es un llamado íntimo y personal, como el que recibió Jeremías cuando Dios le dijo: «Antes que te formara en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué; te di por profeta a las naciones» (Jeremías 1:5). De manera similar, el pastor siente que Dios lo ha apartado desde antes para llevar la Palabra a otros y cuidar a Su pueblo.
Pasión encendida por el Espíritu Santo
El llamado pastoral arde como un fuego en el corazón, alimentado por el Espíritu Santo. Así como Pablo exhortó a Timoteo: «Aviva el fuego del don de Dios que está en ti» (2 Timoteo 1:6), el pastor es llamado a entregarse con pasión en la misión del Señor. Aquellos que sienten este llamado deben buscar formación teológica, ya que la preparación es esencial para guiar al pueblo de Dios con sabiduría y fidelidad.
El camino hacia el pastorado es largo, comenzando con la conversión personal y el crecimiento en santidad. A lo largo de los años, el llamado se va fortaleciendo mediante el servicio en la iglesia local, los estudios teológicos y la supervisión pastoral de un mentor experimentado. Es un proceso de años, culminando en la consagración como pastor ordenado, pero la pasión por servir a Dios y a los demás nunca debería cesar.
Un llamado que transforma toda la vida
Ser pastor no es solo una vocación profesional, sino una dedicación total que afecta a toda la vida, incluida la familia del pastor. Jesús dijo en Mateo 16:24: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame”. El pastor, al responder a este llamado, deja atrás sus propios planes y deseos para abrazar la misión que Dios le ha dado, encontrando en ello el propósito y la realización que su alma anhela.
El pastor no se ve en ningún otro lugar, su corazón está lleno de amor por el rebaño que le ha sido confiado, y su deseo es guiar a las personas a Cristo. Como se menciona en Hebreos 13:17: «Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta». Su vida está impregnada de la misión de guiar, cuidar y enseñar a las ovejas que Dios ha puesto bajo su cuidado.
Cómo celebrar el Día del Pastor
El Día del Pastor es una oportunidad para mostrar aprecio y gratitud por quienes dedican su vida a servir al Señor y a Su iglesia. Como iglesia, podemos honrar y apoyar a nuestros pastores de varias maneras. Jesús dijo en Mateo 10:41: «El que recibe a un profeta en nombre de profeta, recompensa de profeta recibirá». Cuando valoramos a nuestros pastores, no solo los bendecimos a ellos, sino que también somos bendecidos por el Señor.
Organizar una comida fraternal en la iglesia, darles un pequeño regalo o simplemente expresar palabras de agradecimiento pueden ser gestos poderosos que animen y fortalezcan a los pastores. Recuerda que el pastor también es un ser humano con debilidades y que el enemigo busca desestabilizar las iglesias a través de ataques como los chismes.
1 Timoteo 5:17 nos enseña: «Los ancianos que gobiernan bien, sean considerados dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar».
Debemos honrar y apoyar a nuestros pastores en su labor para que la obra del Señor continúe creciendo.
Algunas sugerencias
Muchos líderes de iglesias preguntan cómo pueden apoyar y reconocer la labor de sus pastores en este día. A continuación, ofrecemos algunas sugerencias:
- Descarga y publica el cartel sugerido sobre el «Día de agradecimiento al pastor» en tu iglesia o institución para crear conciencia.
- Incluye en el boletín, o envía un correo electrónico, a los miembros de la iglesia, con información sobre el día especial para que estén informados de antemano.
- Elige dos o tres líderes de la iglesia para que compartan públicamente unas breves palabras de agradecimiento para el pastor o los pastores de su congregación.
- Dedica una oración especial por el pastor y su familia.
- Entrevista a la familia pastoral para conocer más sobre cada miembro de la familia.
- Interpreta una canción que la familia pastoral apreciaría.
- Escribe una carta o prepara una tarjeta especial firmada por miembros/oficiales de la iglesia.
- Ofrece pequeñas muestras de agradecimiento a cada miembro de la familia pastoral, o un regalo modesto, en nombre de la iglesia.
- Invita a la familia pastoral a una comida de convivencia en la iglesia.
- Llama o envía un mensaje de texto, un correo electrónico o algún mensaje a través de las redes sociales a tu pastor ese día.
Conclusión
El pastor es una pieza clave en la iglesia y en la obra misionera de Dios. Es fundamental que como congregación mostremos nuestro cariño, apoyo y respeto hacia ellos. Al hacerlo, contribuimos al crecimiento y fortalecimiento de la iglesia y ayudamos a nuestros pastores a seguir adelante en su ministerio. Como dice Hebreos 13:7: «Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe».
En este Día del Pastor, oremos por nuestros líderes espirituales, apoyemos su labor y celebremos su entrega. Que nuestros pastores sientan nuestro cariño y que sigamos edificando juntos la obra del Señor.
Lo que más importa en el Día de Reconocimiento al Pastor es la gratitud y el reconocimiento de la congregación local y otras entidades de la iglesia. Los pastores son líderes espirituales que necesitan las oraciones, el apoyo y el cariño de su iglesia. ¡Haz que este día sea especial para ellos!
Autor: Richard Ruszuly, secretario ministerial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.