Del 24 al 31 de mayo, la Iglesia Adventista de Granada vivió una semana especial de evangelismo que dejó huellas profundas en la vida espiritual de sus miembros y visitantes. Bajo el lema «Cristo, la única esperanza», cada noche se convirtió en una oportunidad para renovar el compromiso con Dios y compartir el mensaje eterno de salvación. Al final, 12 personas se comprometieron con Jesús a través del bautismo y una profesión de fe.
En la campaña contamos con la presencia del pastor Ricardo Escobar, perteneciente a la conferencia Adventista de California en Estados Unidos, quien estaba acompañado de su esposa Reina. El pastor proclamó un mensaje claro, bíblico y centrado en Cristo. Sin duda, el pastor Escobar fue un instrumento del Espíritu Santo, quien obró poderosamente en los corazones presentes. También nos acompañó el pastor Didier Noriega, igualmente desde EE. UU., quien enriqueció la semana con su entrega y pasión por el evangelio.
12 bautismos y una profesión de fe
Cada día, con un promedio de 50 personas por noche, se congregaron para escuchar la Palabra y alabar juntos a Dios. El fruto de este esfuerzo misionero no se hizo esperar: 12 preciosas almas descendieron para participar de las aguas del bautismo y una por profesión de fe, testificando públicamente su decisión de seguir a Jesús.
- Ahinoam G.
- Altagracia C.
- Ángel L.
- Aracely F.
- David R.
- Juan Pablo R.
- Kevin V.
- Luisa María R. (PROFESIÓN DE FE)
- María Ángeles M.
- Mónica M.
- Noelia V.
- Patricia C.
- Sofia R.
Como iglesia, damos gracias a Dios por dirigir cada detalle de esta semana. Fue un tiempo de reavivamiento espiritual, en el que no solo vimos crecer la familia de la fe, sino que también fuimos desafiados a seguir adelante con más fervor en la misión.
Seguimos orando para que lo que comenzó en estos días continúe dando fruto para la eternidad.
«Debe realizarse un reavivamiento y una reforma bajo la ministración del Espíritu Santo. Reavivamiento y reforma son dos cosas diferentes. El reavivamiento significa una renovación de la vida espiritual, una vivificación de los poderes de la mente y del corazón, una resurrección de la muerte espiritual. La reforma significa una reorganización, un cambio en las ideas y las teorías, en los hábitos y las prácticas. La reforma no traerá los buenos frutos de la justicia a menos que esté vinculada con el reavivamiento del espíritu. El reavivamiento y la reforma han de realizar la obra señalada, y al hacer esta obra ambas deben combinarse». (Elena de White, The Review and Herald, 25 de febrero de 1902).
Autor: Diego Ricardo Mahecha
Fotos: Kevin Soria