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¿Serán la paz, la alegría y el cariño las claves de la eterna juventud? Carmen Lorenzo, de la iglesia adventista de A Coruña, falleció el 9 de septiembre de 2023, a la edad de 102 años. Una mujer «del corazón» como decía su madre. Con la sonrisa siempre puesta y con mucho amor para repartir. Desde HopeMedia, compartimos contigo esta entrevista, In memoriam, realizada con mucho cariño por el pastor Samuel Gil. Una entrevista del Ministerio de la Mujer y del Departamento de Comunicaciones de la Iglesia Adventista de España.

Carmen Lorenzo nació el 30 de junio de 1921 en Jaguayal, (Ciego de Ávila – Cuba), en el año 1921. En 1933 emigró a Madrid, España, donde, en 1934, fue bautizada, junto a otros hermanos, por el pastor Isidro Aguilar. Su madre había conocido la iglesia en Cuba, de mano de unos hermanos que le ofrecieron estudiar la Biblia. De modo que ella ya conocía la iglesia cuando llegó a España, y su madre llegó bautizada.

Carmen fue colportora, junto a la hija del pastor Aguilar, y recordaba con mucho cariño aquellos años compartiendo libros y esperanza, previos a la guerra civil.

Ella es la madre de Samuel e Isabel Martínez. Por parte de Samuel y Elena Villá, (su esposa), tiene 2 nietos y, como no podía ser de otra manera, de sus hijos y nietos, se puede repetir el refrán: «De tal palo, tal astilla», en el sentido más positivo.

Carmen Lorenzo era una mujer «del corazón», como decía su madre. Alegre, siempre sonriente, como se puede apreciar en la foto, y muy amable. Un encanto de persona, como así la recuerdan sus hermanos en la fe de la iglesia adventista de la Coruña, y sus paisanos cubanos que la conocen.

Una mujer para la que, conocer a Jesús, marcó una gran diferencia en su vida. Para ella, conocer la iglesia fue una bendición.

Para Carmen, la fe de su madre fue el baluarte de su vida y su ejemplo marcó su vida. Ojalá cada padre y madre podamos marcar, de ese modo, las vidas de nuestros hijos. Ojalá seamos, como fue la de Carmen, verdaderos hijos e hijas de Dios. El ejemplo marca, construye y perdura. Carmen es la prueba, y sus hijos y nietos, después de ella.

Nos quedamos con su mayor esperanza: «Llegar al cielo, donde disfrutaremos de la verdadera libertad».

Una mujer entrañable a la que, estamos seguros, abrazaremos cuando Cristo vuelva.

Como dice 1ª de Tesalonicenses 4:14-17: «Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero».

 

Revista Adventista de España