Con el deseo de que las relaciones familiares se vean fortalecidas, y con el propósito de que cada hogar experimente el crecimiento que Dios quiere para sus hijos, el departamento de Familia de la Iglesia Adventista Rumana de Castellón Lepanto ha llevado a cabo un campamento para las familias del 10 al 12 de mayo en el Valle de Cabriel, donde se han reunido más de 70 personas.
La familia, sin lugar a duda, es un gran regalo de Dios para la humanidad. Desde las primeras páginas del libro de Génesis vemos como el Creador puso las bases de las relaciones matrimoniales, de forma que pudieran llegar a ser un instrumento para el desarrollo y del crecimiento social, espiritual y personal de cada ser humano. A través de la familia, Dios expresa, a cada hombre y mujer, su deseo para nosotros: ¡Creced y sed felices!
Más de 70 personas hemos podido disfrutar de la naturaleza, de la amistad y sobre todo de la familia. Las charlas, las alabanzas, las oraciones, las risas, los juegos, nos han hecho sentirnos a todos más cercanos, con ganas de pasar más tiempo juntos y seguir creciendo en unidad.
A través de varios talleres, que han estado a cargo del pastor Laurentiu Druga y de su esposa Claudia, hemos recordado: por una parte, lo frágiles que somos, tanto a nivel personal como familiar, y por otra, que Dios nos acompaña y nos puede dar la victoria en las batallas diarias.
Juntos, conociendo a Dios
Lo importante es conocernos cada vez mejor entre nosotros, y juntos conocer cada día profundamente a Dios. De esta forma alcanzaremos un vínculo irrompible en amor, servicio y felicidad. Y esta es la promesa del Dios que creó a la familia, para el ser humano, desde el Edén.
Dirijamos nuestra mirada a nuestras familias. No son perfectas, pero el amor de Dios y su gracia tienen el poder de transformarlas. Aunque el siglo de la velocidad nos absorbe, no perdamos de vista aquello que realmente es necesario e importante. No dejemos de disfrutar del mejor lugar del mundo: nuestro hogar, nuestra familia. ¡Es un regalo de Dios!
Por último, deseamos compartir la siguiente cita inspirada sobre las familias:
«Los padres crean en extenso grado la atmósfera que reina en el círculo del hogar, y donde hay desacuerdo entre el padre y la madre, los niños participan del mismo espíritu. Impregnad la atmósfera de vuestro hogar con la fragancia de un espíritu tierno y servicial.
Si os habéis convertido en extraños y no habéis sido cristianos de acuerdo con la Biblia, convertíos; porque el carácter que adquiráis durante el tiempo de gracia será el carácter que tendréis cuando venga Cristo». (Elena de White, Hogar Cristiano, página 12).