La risa es parte de un lenguaje universal que todos los humanos reconocen. Aunque nos comuniquemos por la palabra, la comunicación no verbal –nuestros gestos y actitudes– transmite mensajes que influyen en las relaciones. El buen humor fortalece las conexiones humanas, cambia el ambiente en un grupo y ayuda a establecer vínculos.
El buen humor también reduce la ansiedad, aumenta la participación y aumenta la motivación. Esto se puede llevar también al ámbito familiar o laboral, ya que podemos modificar positivamente el espíritu del grupo donde estamos, y hacer que sea más interesante la convivencia y disfrutar de ella.
En 1964, el periodista Norman Cousins, director de la revista Saturday Review, fue diagnosticado con espondilitis anquilosante, enfermedad que hoy tiene tratamiento, pero que en esa época, con las limitaciones de la medicina, tenía muy poca esperanza de mejoría y podría llevarlo a la muerte. Sobre la base de investigaciones que él había leído sobre cómo la depresión afecta negativamente la salud, hizo el razonamiento de que la risa actúa como remedio y, por lo tanto, decidió luchar contra la enfermedad con la risa. Convenció a los médicos de que le inyectaran vitamina C a dosis elevadas y, como tratamiento complementario, veía todos los días, donde estaba internado, películas cómicas, programas de televisión graciosos, y leía libros que lo hicieran reír.
Risa contra el sufrimiento
Así, observó que diez minutos de risa lo ayudaban a dormir dos horas, por lo que utilizó este remedio para poder sobrellevar el sufrimiento. La mejoría que obtuvo fue tal que vivió 26 años más. Norman Cousins fue un impulsor de investigaciones sobre el efecto que tiene sobre la salud pensar en positivo. Actualmente, el Premio Norman Cousins es el honor más alto otorgado por la Sociedad de Investigación en Psiconeuroinmunología a un individuo por sus destacadas contribuciones a la investigación sobre el tema.
El buen humor tiene efectos fisiológicos positivos, como la disminución de las hormonas del estrés, la epinefrina y el cortisol, y el aumento de la dopamina, que es el neurotransmisor que se relaciona con el placer y el sistema de recompensa en el nivel cerebral. De esta forma, actúa como un antídoto contra el estrés, y mejora además el sistema cardiovascular y el inmunitario, y ayuda a equilibrar el sistema endocrino.
Cuando se hicieron estudios por resonancia magnética para ver qué partes del cerebro se activan al reírnos, se observó la participación especial de la amígdala cerebral. Precisamente, esta parte del sistema nervioso disminuye su función en personas con depresión. La disminución de la risa es uno de los síntomas que podemos encontrar en una persona que está entrando en un cuadro depresivo; y la risa puede ser también parte del tratamiento de la depresión.
La importancia de estar alegres
Elena de White escribió: «La madre debe cultivar un genio alegre, contento y feliz. Todo esfuerzo hecho en este sentido será recompensado con creces en el bienestar físico y el carácter moral de sus hijos. Un genio alegre fomentará la felicidad de su familia y mejorará en alto grado su propia salud» (Elena de White, El hogar cristiano, p. 392).
El sabio Salomón también escribió: «El corazón alegre embellece el rostro» (Prov. 15:13) y «La luz de los ojos alegra el corazón» (15:30). Pidamos a Dios esa luz en nuestros ojos; que todos puedan ver en nosotros algo especial: la felicidad que tenemos de saber que somos hijos del Creador del Universo.
Autor: Werner Arnolds, médico Clínico y docente, vive en Ibarlucea, Prov. de Santa Fe, Rep. Argentina.
Imagen: Shutterstock
Publicación original: Beneficios de un espíritu positivo
Referencias:
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M. Brandon, “Humor, laughter, learning, and health! A brief review”, Advences in Physiology Education (julio de 2017), t. 41, pp. 341–347.
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N. Cousins, Anatomy of an illness as perceived by the Patient. Reflections on Healing and Regeneration (New York: Norton), 1979.
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https://www.pnirs.org/society/society_awards.cfm
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D. Mobbs, M. Greicius, “Humor Modulates the Mesolimbic Reward Centers” Neuron, (diciembre de 2003), t. 40, N° 5, pp. 1.041-1.048.