Del día 2 al 10 de diciembre, en la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Burgos, presencial y por Zoom, se realizó una semana de enriquecimiento espiritual y evangelismo con la temática: «Amar es mi misión». Una formación basada en el evangelio de Juan 13: 31- 35, centrada en los versículos 34 y 35: «Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros».
Aprendiendo a Amar
Los cristianos, hacemos parte de un mundo que está lleno de personas con prejuicios, envidiosas, orgullosas, egoístas, etc. Eso nos lleva a seleccionar a quien amar. El problema es que el comportamiento de las personas está condicionado. Depende de las diferentes circunstancias de cada uno frente a traumas, sufrimientos, decepciones, etc. Por eso debemos entender que no conocemos los condicionantes propios de cada individuo. Comprender esto nos hará más tolerantes y capaces de amar a los demás como Jesús quiere.
A través del análisis del profundo dolor y dificultades que cada uno tiene que afrontar en su día a día, percibimos que Jesús nos dejó una misión que persigue ofrecer alivio al sufrimiento. Algo que, además, perfecciona nuestro carácter a fin de que seamos aptos para el Reino de los cielos.
El comprender a los demás nos debe llevar a aceptarlos y a ser compasivos, empáticos y dispuestos a amarlos. No como nosotros queremos que sean, sino como son. Hemos de poder ayudarlas a superar sus dificultades, cumpliendo así, la misión asignada a los auténticos discípulos de Jesús.
Quisiéramos agradecer al Señor por el privilegio de pasar una semana cerca de los hermanos, amigos e interesados en conocer más al Señor.
Agradecimientos
También agradecemos a todos los hermanos por abrir sus casas para recibir a la familia pastoral. Y no podríamos, públicamente, dejar de agradecer a nuestro querido hermano y amigo, nuestro anciano Luis Hernández, por su gran labor en acompañarnos y organizar la agenda de visitación cronometrada. Gracias a él pudimos visitar al máximo de hermanos y amigos. Que el Señor le recompense por esta gran obra que lleva a cabo en la iglesia del Señor.
El privilegio de poder visitarlos en sus casas, percibir de cerca sus luchas, nos hace más afectivos y empáticos con sus cuitas. A la vez, nos ofrece una visión más clara de nuestra misión como pastores de la grey del Señor.
Realmente confirmamos que las personas necesitan Amor del bueno. Necesitan compasión, amistad verdadera, necesitan que, como mensajeros de Cristo, les hagamos llegar sus abrazos.
Los seres humanos, necesitamos AMAR y ser amados. Cuando se nos enfría el amor, necesitamos del calor del amor fraternal para seguir adelante.
Un versículo viene a mi mente, Gálatas 6:9: «No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos». Al obedecer a Cristo, al poner en práctica el Amar como nuestra misión asignada por el mismo Jesucristo, la imagen de Dios, que se está perdiendo por las consecuencias del pecado, se va restaurando en nosotros.
Que Dios nos ayude a comprender, para mostrar el tan grande Amor derramado en la Cruz por nosotros.
Autor: Amarildo Guimaraes, pastor de la iglesia de las iglesias de Vitoria y Burgos.
Imagen de Sara Bodnariu.
Agradecimientos especiales a la Joven pareja; Jesús y Eriane quienes acogieron a la familia Pastoral en su casa todos estos días. Que el os Señor recompense por vuestra generosidad y Hospitalidad.