El sábado 8 de junio de 2024, vivimos una preciosa ceremonia bautismal en la Iglesia Adventista de Valencia-Betel, para la honra y gloria de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Cuatro personas, delante de una iglesia llena de testigos visibles e invisibles, han testificado su amor por Cristo y su deseo de seguir viviendo según su voluntad por toda la eternidad. Ellos son: Alejandra, Yasmín, Florín y Marius.
Uno de los lugares más mencionados en el Antiguo Testamento es Betel. Ese fue el lugar que Abraham escogió para construir un altar a YHWH al llegar por primera vez a Canaán, y también es el nombre de esta iglesia adventista de habla rumana de la ciudad de Valencia.
Alejandra y Yasmín – dos hermanas que han compartido la misma fecha de nacimiento, con la diferencia de un año -, y Florín y Marius, dieron testimonio de su fe en Jesús como su Salvador personal, y también de su deseo de seguirle fielmente a partir de esta nueva fecha de nacimiento en Cristo.
Bautismo de agua y espíritu
La iglesia disfrutó de un programa entrañable, lleno de todo tipo de alabanzas a Dios. El mensaje del programa recordó a los presentes, miembros bautizados o no, lo importante que es identificarnos con nuestro Creador y también con su misión. Al igual que el bautismo que Dios nos ofrece no es solo de agua, sino también del Espíritu, la misión no ha sido ofrecida solo como una opción, sino como un fuego que debe arder a diario en cada cristiano.
Dios nos llama a ser misioneros y a levantar altares allí donde estemos. Así que, Alejandra, Yasmín, Florín y Marius, ¡bienvenidos a Betel (Casa de Dios), bienvenidos a vuestra iglesia en España, y bienvenidos a la misión de Cristo!
¡Maranatha!