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El pasado mes de septiembre, el Ministerio de Salud de la Iglesia de Santa Cruz de Tenerife realizó en las instalaciones del Mercado Nuestra Señora de África, ubicado en la capital de nuestra bonita isla de Tenerife, su segunda actividad médico misionera. Escogimos este lugar porque es muy visitado por sus residentes y los viajeros que llegan a la isla, ya que este mercado es uno de sus destinos favoritos, en donde se disfruta de la variada gastronomía y de las mejores verduras y frutas durante todo el año, un lugar donde podemos hablar de alimentación y ofrecer salud.

La actividad estuvo a cargo de todo el equipo del ministerio y por supuesto acompañado de dos de nuestros médicos, personal de enfermería y una farmaceuta, estuvieron realizando control de tensión arterial y obsequiando más de 80 revistas sobre salud y cuidados en general, también los 8 remedios naturales, tuvimos una venta de libros de salud y regalamos botellas de agua, resaltando su importancia en estos días soleados.

El trabajo médico misionero

El libro de Elena G. de White titulado Consejos sobre la salud, en el capítulo 11 nos dice:
«El trabajo médico misionero es una obra de pioneros para el Evangelio, es la puerta por la cual la verdad para estos tiempos hallará entrada en muchos hogares. El pueblo de Dios debe estar formado por misioneros médicos genuinos, porque deben aprender a administrar a las necesidades tanto del alma como del cuerpo. Nuestros obreros deben dar evidencia de la más pura abnegación mientras salen para dar tratamientos a los enfermos, basándose en el conocimiento y la experiencia obtenidos por medio del trabajo práctico.

»Se debe realizar un trabajo especial en las ciudades por donde la gente pasa constantemente. Cristo dedicó mucho tiempo a trabajar en Capernaum porque era una ciudad frecuentada constantemente por viajeros que muchas veces permanecían en ella durante varios días.

»El Señor buscaba a la gente dondequiera que se hallaban y presentaba delante de ellos las grandes verdades relativas a su reino.  Mientras iba de un lugar a otro, bendecía y consolaba a los sufrientes y sanaba a los enfermos. Esta es nuestra obra. Grupos pequeños deben salir a realizar el trabajo que Cristo les encomendó a sus discípulos. Mientras trabajan como evangelistas, pueden visitar a los enfermos, orar por ellos y si la ocasión se presenta, darles tratamientos, no con medicinas, sino con los remedios que la naturaleza provee».

Una experiencia gratificante

Predicar, reír, escuchar, servir a cada persona ha sido una experiencia gratificante. Sabemos y estamos seguros de que el contacto humano es primordial porque eso mismo hizo Jesús cuando estuvo aquí en la tierra. Además, la sierva del Señor nos resalta en esas bonitas palabras inspirada por el espíritu santo.

Seguimos trabajando por el bienestar de cada ser humano.

Autor: Peter Lugo Plasencia, Web Máster y Comunicaciones de la Iglesia Central de Santa Cruz de Tenerife. @Iasd_Tenerife

Revista Adventista de España