«¿Cómo deberíamos nosotros, como instituciones educativas adventistas, prepararnos para el futuro?» -preguntó Joo-hee Park, rector de la Universidad Sahmyook Health, al comienzo de su presentación en la conferencia de la Red Global Adventista de Internet (GAiN) en la Isla de Jeju, Corea del Sur, el 15 de septiembre-. «¿Cómo hacer para que las personas vengan a nuestras iglesias y colegios?»
En los siguientes minutos, Park, un anciano de iglesia adventista que posee un título doctoral en ingeniería y enseñó sistemas de información médica durante 21 años, compartió un proyecto que, como líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, dijo, «deberíamos pensar de manera detenida y al que deberíamos ofrecer respuestas».
La era de la comunicación
Park explicó que no es fácil predecir el futuro. «Pero todo el mundo ya ha dado señales respecto de la tecnología digital», expresó. «Los gobiernos mundiales y las corporaciones globales han elegido y tomado decisiones al respecto».Recordó a su audiencia que este es un mundo en el que todos pueden sumarse y conectarse, comunicándose con otros y funcionando juntos. «Pueden adorar juntos, pueden comunicarse entre sí, pueden aconsejarse mutuamente, y pueden jugar juntos», dijo Park.
Los desafíos del metaverso
Contra ese trasfondo, Park explicó que en este mundo de transformaciones, él ha estado trabajando en una plataforma de metaverso, que definió como «la primera prueba en el mundo». Y añadió: «El desafío ahora es, ¿cómo usaremos esto, qué tipo de edificación construiremos allí, qué tipo de adoración practicaremos en esta plataforma, y de qué manera llevaremos a cabo reuniones de evangelización?»
La razón de ser de este impulso es obvia, según Park. «Nuevas generaciones de niños se están acostumbrando a la realidad virtual, y a menudo juegan con la inteligencia artificial. Nuestro desafío ahora es cómo traer esas nuevas generaciones a la iglesia. Y si no lo experimentamos antes que ellos, no podemos presentarles esas herramientas», -dijo-.Park invitó a los asistentes de la conferencia GAiN Asia a que visiten la Universidad Sahmyook Health que administra la Iglesia Adventista para experimentar de primera mano todas las herramientas de realidad virtual.
La metaiglesia
La metaiglesia que creó Park –una red de mundos virtuales en 3D enfocada en la conexión– fue inaugurada solo una semana antes de la conferencia de la GAiN, reportó.
«Establecimos un lugar que denominamos Centro Misionero Visión Global, donde llevaremos a cabo estudios con congregaciones individuales. Por ello, si vienen al campus de la universidad en un par de años, podrán ver los resultados de nuestra prueba piloto», -contó Park-. Añadió que reunió a 64 universidades de Corea del Sur, y las puso en una plataforma que denominó Metaversity 2.0. «Hay profesores que dan conferencias mediante esta plataforma. Fue la primera conferencia de metaverso: la primera en Corea, la primera en el mundo», -según Park-.
Contó que cuando asumió el cargo como nuevo rector de la universidad en julio pasado, la ceremonia fue transmitida en vivo por medio de esa plataforma. «Entonces, todos los exalumnos de nuestra institución pudieron seguir la ceremonia de asunción si así lo desearon», -dijo Park-. «Dentro de ese mundo en metaverso, el plan es contar con otros edificios e iglesias locales construidos dentro de nuestra plataforma de metaverso».Tecnología muy costosa
Park explicó que esta es aún una tecnología sumamente costosa, más allá del alcance de una iglesia local. «Es por eso que tenemos que trabajar juntos. En algún lugar del mundo, alguien tiene que empezar a producir contenidos de RV y ponerlos a disposición de todo el mundo», -dijo Park-. «Y esto es algo que podemos lograr si trabajamos juntos. Por ejemplo, ¿qué sucedería si pudiéramos crear contenidos sobre los días de la creación en RV? Hay iglesias de otras religiones que ya lo están haciendo. Esa es otra razón por la que tenemos que reunir todos estos materiales. Y en la Universidad Sahmyook Health, estamos haciendo exactamente eso».
Un robot de IA
Park presentó entonces a Adam, un robo de IA que puede servir como asistente de instructor bíblico. Park dice que nombró Adam al robot de conformidad con la estrategia digital de la Universidad Sahmyook Health, que él ha denominado «Edén Digital».
Explicó que ha probado este robot de segunda generación ya durante un tiempo. «Hice que este robot aprendiera la Biblia», -dijo-, «incluidas las 28 doctrinas fundamentales de nuestra iglesia en varios idiomas».
Park explicó que Adam puede aprender cada doctrina y creencia, porque está programado para hacerlo así. Para probarlo, Park preguntó al robot si podía compartir un versículo bíblico representativo que hable del amor. Unos pocos segundos después, Adam «recitó» Juan 3:16: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito». Entonces añadió, con lo que los participantes consideraron una voz humana sumamente real: «Este versículo destaca el inmenso amor de Dios por la humanidad».«Si le hacen más preguntas, podrán ver qué nivel ha alcanzado la IA», -dijo Park-.
Park lanzó, no obstante, una importante advertencia. Con la IA, «existe la posibilidad de informar erróneamente», -dijo-, «porque los robots confían en lo que dice la IA. Cuando los robots como este lleguen a estar disponibles en todo el mundo, tendremos que asegurarnos de que hayan sido entrenados para enseñar nuestras creencias fundamentales y presentarlas de manera correcta. Es una misión que tenemos para el futuro: aprender cómo usarlo y formularle las preguntas adecuadas».
La importancia de hacer las preguntas adecuadas
Explicó que, en el presente, la conferencia más famosa en Corea del Sur es una que procura explicar cómo crear las órdenes adecuadas, para maximizar el uso del robot.
«La manera de formularle las preguntas, por cierto, afectará las respuestas que recibamos», -dijo Park-. «Para prepararnos para el futuro, es fundamental capacitarse para aprender cómo formular esas preguntas», expresó.Park contó que pocos días después de su presentación, el robot sería llevado a su oficina en la Universidad Sahmyook Health. «Pasaré el próximo año entrenándolo», -dijo Park-. «Por ello, cuando ustedes terminen haciéndole preguntas a Adam, él les responderá sobre la base del entrenamiento que estoy planeando darle».
El robot mostrará el campus
Y añadió: «Si visitan nuestra universidad dentro de un año, este robo les dará un recorrido por nuestro campus. Adam también trabajará como guardia del campus. Podrá trabajar las 24 horas los siete días de la semana, y siempre se mostrará amable».
Park también anunció que la idea es que todos los estudiantes tengan un pequeño robot, que pueda responder las preguntas que puedan llegar a tener. «En el presente, Adam no está totalmente listo, y [lo que les cuento] les puede parecer como algo que sucederá en un futuro lejano, pero esto estará disponible mucho antes de lo que imaginan».
«Sé que todos ustedes son líderes y especialistas en ciertas áreas», -dijo Park-. «Trabajemos juntos y estudiemos de qué manera podemos hacer que esto sea una realidad».
Autor: Marcos Paseggi, Adventist Review.
Es increíble que por lograr un avance tecnológico o copiar lo que otras iglesias hacen o lo que el mundo hace, se han olvidado que existe el Espíritu Santo, que cada tema espiritual es instruido por el Espíritu Santo ya que nuestro Señor Jesús lo dejó como consolador para el ser humano, no un robot que hay que decirle qué decir, qué hacer o sea un mensaje controlado por el ser humano y una máquina que no sabe la necesidad espiritual de las personas. Nos estamos olvidando del trabajo del Espiritu Santo y del método de enseñanza de Cristo. Un robot sólo es una máquina programada sin conocimiento, sin sentimiento, sin esperanza, etc. Es una máquina llena de información que ni siquiera la vive ni la siente. Recuerden Cristo no necesitó una máquina para dar a conocer su mensaje. No copien lo del mundo
Respetamos tu opinión, Itzenia, pero en absoluto hemos olvidado la existencia y la acción del Espíritu Santo. Una cosa no tiene nada que ver con la otra. Utilizar la tecnología para acercar la Biblia a las personas es, simplemente, una herramienta más de evangelización. El Espíritu Santo está sobre todo y es Él quien inspira los diferentes métodos y quien mueve los corazones de las personas a aceptarle. Nadie ha puesto a ningún robot por encima o en lugar del Espíritu Santo. Tampoco el robot suple la interacción, el cariño y la comprensión del pastor o del misionero. El robot no tiene más objeto de ser que el de expresar textos bíblicos, acompañar a los visitantes, o responder preguntas como lo hace Internet cuando buscamos respuestas. Es una herramienta más de conocimiento para la evangelización. No sustituye a nada. Bendiciones.