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El Departamento de Ministerio personal te invita a seguir disfrutando de estos 10 días de oración que cambiarán tu vida. 10 días que comenzaron el 9 de enero, y que culminarán el sábado 19 con una jornada especial. Estos 10 días de oración te llevarán a una experiencia más profunda con Dios. 

«Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón» (Jer. 29: 13).

Historia para reflexionar

Según el libro el Camino a Cristo de EGW: «Hemos de entregar a Dios todo el corazón, o no se realizará el cambio que se tiene que efectuar en nosotros, por el cual hemos de ser transformados conforme a la semejanza divina. […] La guerra contra nosotros mismos es la batalla más grande que jamás se haya reñido. Rendir el yo, entregando todo a la voluntad de Dios, requiere una lucha. Ahora bien, para que el alma sea renovada en santidad, ha de someterse antes a Dios»

Desde la infancia, yo tenía el deseo de ser como Jesús. A medida que consagraba mi vida a él, oraba para que me transformase. Él contestó mi oración de una manera de lo más interesante.

Mi suegro se vino a vivir con nosotros después de que su esposa muriera de cáncer. Nos sentimos contentos de tenerle más cerca y queríamos que fuera parte de la vida de nuestra hija pequeña. Esperábamos que vivir en nuestra casa y participar en los cultos familiares tuviera una influencia positiva en él.

Un día enfermó y las pruebas revelaron un tumor con metástasis hasta la columna vertebral que le causó una parálisis permanente de cintura para abajo.

En lugar de ingresarlo en un centro de atención médica, decidimos que lo le atendería. Pero por desgracia le resultó increíblemente humillante no poder ocuparse de sí mismo, y yo me llevaba la peor parte de su frustración.

Como consecuencia, en ocasiones me sentía resentida. Oraba pidiendo ayuda a Dios, y Él me respondió que le entregara mis luchas y Él me daría de su gracia para seguir ocupándome de mi suegro. Y así lo hizo.

Finalmente, tuvimos que ingresar a mi suegro en un centro de atención médica. Una tarde recibimos una llamada que nos decía que acudiéramos porque había sufrido un derrame cerebral. Mi esposo se sentó junto a él y le susurró al oído: «Papá, ¿sabes que Jesús te ama? Si se lo pides en tu corazón, él te salvará». Entonces, una lágrima le resbaló por la mejilla. En los últimos momentos, creo que aceptó a Jesús como su Salvador.

Acciones

  • Alabanza
  • Confesión y reclamo de la victoria sobre el pecado
  • Súplica e intercesión
    • Deseo orar por las cinco personas de mi lista
  • Acción de gracias

Entra en: https://adventista.es/oracion/

Descárgate el PDF del vídeo 3 en: https://bit.ly/2LPRCAI

Gabriel Díaz. Departamento de Evangelismo, Escuela Sabática y Ministerio Personal de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.

 

Revista Adventista de España