“Las mujeres pueden, y quieren, involucrarse más en la vida de la iglesia”, dice Ardis Stenbakken, directora mundial del Ministerio de la mujer de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, hablando del Día internacional de la mujer, designado este 8 de marzo por las Naciones Unidas.
“Las mujeres adventistas tienen dones del Señor para contribuir al cumplimiento de la misión, y pasión por el servicio” -dice Stenbakken-, tratando de retratar a las mujeres adventistas, y los desafíos que enfrentan. A la directora mundial del Ministerio de la mujer le gustaría ver un grupo activo del ministerio de la mujer en cada iglesia adventista. “Estamos intentando satisfacer las necesidades reales de las mujeres en nuestras iglesias y en nuestras comunidades”, ella dice. “Una de las primeras cosas que Cristo hizo fue satisfacer las necesidades cotidianas de las personas”. “El setenta por ciento de la iglesia está compuesto por mujeres”, ella agrega. “Si alguien quiere que pase algo, debe conseguir que la mayoría se involucre”-puntualiza-.
“Desde Filipinas hasta la India, pasando por los Estados Unidos, la evangelización es una de las áreas en la que las mujeres están volviéndose más activas”, dice Stenbakken. Ella atribuye unos 260.000 bautismos durante los últimos tres años a programas para alcanzar a otros, efectuado por el Ministerio de la mujer alrededor del mundo. “Escuchar el evangelio y las historias de la biblia desde el punto de vista de una mujer tiene a menudo gran impacto” -explica-. “En muchas partes del mundo, sólo las mujeres pueden alcanzar a las mujeres. Previamente ellas han estado a menudo sólo involucradas en trabajo entre bastidores que se les ha asignado .”
Los ministerios de la mujer también trabajan para tratar los problemas que enfrentan las mujeres en la sociedad–problemas que incluyen la pobreza, el abuso, el analfabetismo y la escasa salud.
“La alfabetización todavía es un gran problema”-dice-. “En muchas partes del mundo la educación de las mujeres no es una prioridad. Pero la habilidad de leer y escribir es esencial para conocer la importante información de salud, para el desarrollo económico, y para el crecimiento espiritual. Nosotros estamos trabajando tanto en las Naciones Unidas, como a través de los programas de alfabetización locales, para incrementar la alfabetización de las mujeres”.
El Ministerio de la mujer de la iglesia mundial también es la fuerza motora detrás del Día del énfasis en la prevención del abuso, el 24 de agosto, qué responde a la preocupación por el problema del abuso, y distribuirá información a través de las iglesias alrededor del mundo. Stenbakken dice que la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha comprendido la necesidad de proporcionar un lugar seguro y afectuoso para las víctimas de abuso. “Y para hacerlo, tenemos que hablar sobre el problema del abuso–sus causas y soluciones.”
Mirando hacia el futuro, a Stenbakken le gustaría ver una mayor aceptación de las mujeres como líderes. En el Ministerio de la mujer para las regiones locales, a veces se les paga a las directoras un estipendio, y a veces nada, dice. Varias regiones todavía tienen a hombres como directores del Ministerio de la mujer. “Está cambiando, pero todavía no ha cambiado”, -añade Stenbakken-.
Según Stenbakken, las mujeres necesitan más educación si se van a involucrar. “Nuestro dinero institucional para dar trabajo a graduados va sólo a los hombres”, -dice-. Su departamento ha dado 630 becas a mujeres en más de 60 países. El dinero viene principalmente de la venta de libros devocionales producidos por el Ministerio de la mujer.
El Ministerio de la mujer se inició en torno al año 1898, cuando Sarepta Myrenda Irish Henry abanderó la iniciativa con el estímulo y el apoyo de la pionera de la iglesia, Elena G. de White. Pero en los años que siguieron, este Ministerio fue declinado como un departamento en funciones de la Asociación General de la iglesia.
“En los años 80 y y 90 las mujeres comenzaron a decir: “Eh, nosotras tenemos algo de valor que queremos compartir también,’” -dice Stenbakken-. El actual departamento de Ministerio de la mujer fue establecido en 1990. Hoy su misión es animar a las mujeres en el crecimiento espiritual, la participación, la toma de decisiones, y el alcanzar a otros en la iglesia, y a través de su trabajo, alcanzando para Cristo a otros, tanto a hombres como a mujeres.