La máxima comunicación
Compartir el evangelio no es sólo un derecho básico del ser humano sino una gozosa responsabilidad cristiana basada en un mandato divino (Mateo 28:19-20; Marcos 16:15). La proclamación de la Buena Nueva es el máximo acto comunicativo al que puede aspirar un ser humano. Esta comunicación es central en la vida cristiana (1 Corintios 9:16) en tanto en cuanto hemos sido designados como la sal y la luz del mundo (Mateo 5:13-14); hemos sido escogidos para proclamar las obras maravillosas de Dios en nosotros (1 Pedro 2:9); y dicha comunicación posee una dimensión escatológica (Mateo 24:14; Apocalipsis 14:6).
La transmisión de la fe como gran comisión es comprometerse en un diálogo en el que resuena el Evangelio, se expresa la fe en Jesús y se entra en el querer de Dios para con nosotros y nuestros interlocutores. Es mediante la comunicación que el ser humano conoce la salvación (Romanos 10:14-15). No obstante, no todo vale en dicha transmisión pública de la fe y por ello apelamos a una ética basada en principios bíblicos que promueva los valores cristianos y evite en todo momento que nuestra comunicación pueda llegar a ser contraproducente o anti-evangelio (Mateo 23:15; Romanos 2:24).
Nuestra conducta y responsabilidad en el ejercicio de dicha transmisión son esenciales no sólo para el éxito de la evangelización sino para la sana supervivencia del evangelio, de tal forma que aporten a la sociedad relaciones recreadoras, relevantes y empáticas con sus creyentes o con cualquier persona con inquietudes espirituales o de otro tipo. Entendemos que en gran parte el futuro de nuestra iglesia dependerá de manera directa de la salud de la transmisión de la fe. A la sana doctrina debe acompañarle una sana comunicación.
Si bien este Código Ético está pensado para su aplicación en los medios de comunicación, sus valores son transversales y también sirven para cada individuo (Mateo 28:19-20; 2 Corintios 3:2-3; 5:20; 6:1; 1 Timoteo 4:12) y para la iglesia en su forma comunitaria e institucional, en relación a otros individuos, organismos y entidades –sean religiosas o no– (Hechos 9:31; 15:3; Efesios 3:10; Apocalipsis 14:6).
Presentación del Código
Reconocemos la vital y creciente importancia de los medios de comunicación como canales de transmisión de la fe adventista en la sociedad actual.
- Este Código Ético surge de la necesidad de definir una postura oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España en relación a sus iniciativas y conductas institucionales en los medios de comunicación audiovisual.
- Su objetivo es promocionar y consolidar los valores bíblicos que definen el carácter y la identidad de la comunicación del evangelio en la sociedad actual, así como los principios que han de inspirar la producción y transmisión pública de la fe en los medios de comunicación adventistas.
- El documento es fruto de la participación del Departamento de Comunicaciones, la Comisión de Ética y el Consejo Ejecutivo de la Unión de Iglesias Cristianas Adventistas del Séptimo Día de España. El presente Código Ético es una documento vivo, que puede ser sometido a cambios, correcciones y mejoras futuras.
- Su ámbito de aplicación se circunscribe al territorio del Estado Español –sin menosprecio de que pueda ser adaptado a contextos internacionales por parte de otras instituciones adventistas–.
Descarga el Código
Lee aquí el CÓDIGO ÉTICO: LA TRANSMISIÓN PÚBLICA DE LA FE EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ADVENTISTAS DE ESPAÑA
Autor: Departamento de Comunicaciones, Unión de Iglesias Cristianas Adventistas del Séptimo Día en España
Imagen: Photo by Arthur Miranda on Unsplash