Desde el Departamento de MIPES de la Unión Adventista Española, nos sentimos profundamente agradecidos por lo vivido este verano. Los Campamentos de Evangelismo Urbano llegaron a Ávila, Zamora y Lugo, donde se vivieron jornadas intensas de servicio, conexión con las personas y proclamación del amor de Dios.
Testimonios
Más de 2000 personas fueron alcanzadas a través de diferentes actividades y publicaciones de nuestra iglesia que fueron entregados por cerca de 150 misioneros respondieron al llamado divino, a través de ellos conocimos a personas como Chus, una joven que con lágrimas nos agradeció que compartiéramos con ella un mensaje de esperanza y que le enseñáramos a orar.
También tuvimos la oportunidad de hablar con Alejandro, un joven que duerme en la calle y que siente la profunda necesidad de conocer el amor de Dios; el pastor de la zona donde se encuentra seguirá en contacto con él para cobijarle junto con los miembros de nuestra iglesia.
Con cada testimonio, los espacios públicos se convirtieron en templos al aire libre. Personas se acercaban no solo a escuchar, sino también con el deseo profundo de ser escuchadas. Allí, en medio del bullicio cotidiano, sentimos con fuerza la gran necesidad que hay de conocer el mensaje de salvación. Y entendimos, una vez más, que la misión no es solo un llamado, es un encuentro con el corazón humano.
Día de Impacto Misionero en Ávila
En Ávila, más de 120 voluntarios —incluyendo familias enteras— salieron a las calles durante el Día de Impacto. Juntos ofrecieron abrazos, literatura y sonrisas que hablaron de fe y esperanza.
Zamora respondió al llamado
La ciudad de Zamora abrió sus puertas a la Expo Biblia, donde cerca de 800 personas pudieron conocer más sobre el mensaje de salvación. Más de 30 manifestaron su deseo de profundizar en la Biblia, ¡un claro signo de que el Espíritu Santo está obrando!
La semilla fue sembrada en Lugo
En Lugo, la ExpoSalud itinerante permitió compartir los principios de vida saludable y se entregaron más de 1000 publicaciones misioneras. Cada recurso fue una semilla de esperanza en manos de quienes más lo necesitan.
Tú también puedes hacer parte de la misión
La Biblia nos recuerda la gran necesidad de predicar:
«¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?». (Romanos 10:14)
Y Elena G. White afirma:
«Dios podría haber alcanzado su objeto de salvar a los pecadores sin nuestra ayuda; pero para que podamos desarrollar un carácter como el de Cristo, debemos participar en Su obra».
(El Deseado de todas las gentes, página 90)
¡Gracias a Dios por estos campamentos de evangelismo!
Queremos agradecer también a todos los que respondieron al llamado con un valiente «¡Yo iré!». Y ahora, te invitamos a ti: súmate a esta misión y oremos juntos por cada semilla plantada. «Servir es nuestra misión».
¡Seguimos juntos en oración!
Autora: Paola A. Fernández, del departamento de MIPES de la Unión Adventista Española.
