Análisis con IA confirma la autenticidad de manuscritos bíblicos. El método utiliza datación por radiocarbono y el modelo de Inteligencia Artificial (IA) por investigadores de una universidad holandesa.
Un análisis diferente, coordinado por investigadores de la Universidad de Groningen, en Holanda, reafirma la autenticidad de los llamados Manuscritos del Mar Muerto. Se trata de documentos descubiertos en los años 1948 y 1949 en cavernas de Judea, con copias de grandes porciones de textos alusivos al Antiguo Testamento de la Santa Biblia.
La nueva metodología utilizada une la datación por radiocarbono y un modelo de Inteligencia Artificial. En la práctica, los fragmentos analizados muestran que los escritos pueden ser más antiguos de lo que se pensaba. Quien comenta esa metodología, en esta entrevista para la Agencia Sudamericana de Noticias (ASN) es el teólogo adventista Luiz Gustavo Assis.
Él es licenciado en Teología por el Centro Universitario Adventista de Sao Paulo (Unasp), magíster en Arqueología del Antiguo Cercano Oriente y Lenguas Semíticas por la Trinity International University, y doctorando en Biblia Hebrea por el Boston College. Su estudio doctoral tiene que ver con la adquisición y producción de conocimiento oracular (profético) en la Biblia Hebrea, especialmente en el libro del profeta Ezequiel.
En este momento, Assis se desempeña como pastor senior de dos congregaciones adventistas en las ciudades de Anaheim y Orange, en el estado de California, Estados Unidos.
¿Cuáles fueron los grandes hallazgos de esta nueva metodología de datación y por qué es tan importante para la confiabilidad del texto bíblico?
Los resultados más significativos vienen de la aplicación de una metodología inédita que combina la datación por radiocarbono (C14) con análisis paleográfico automatizado por medio de inteligencia artificial. Por paleografía, me refiero al estudio de la escritura, formato y evolución de las letras a lo largo del tiempo. El modelo desarrollado, llamado Enoch, demostró un grado notable de precisión, incluso llegando a identificar fechas más antiguas de lo que se suponía para ciertos manuscritos de Qumran.
Su importancia trasciende la mera cuestión cronológica: los datos refuerzan la idea de que determinadas composiciones bíblicas ya circulaban en formas relativamente estables a partir del 2° siglo antes de Cristo. Eso, a su vez, ofrece una posible base empírica para discusiones sobre la confiabilidad de la transmisión textual del Antiguo Testamento. El estudio no contribuye en nada con respecto a las historias narradas en el texto bíblico.
¿Cuál es la diferencia de ese método con relación a los anteriores? Utilizó IA, ¿verdad?
Es un método diferente a los enfoques tradicionales, que dependen de la evaluación subjetiva de especialistas con respecto al estilo de la escritura. Eso queda claro cuando los especialistas divergen de la lectura y datación de pequeños fragmentos textuales entre los manuscritos del Mar Muerto o un pedazo de cerámica con una pequeña inscripción. Esa metodología introduce un componente cuantitativo: algoritmos de inteligencia artificial entrenados con manuscritos ya datados por Carbono-14.
La principal innovación está en la forma como el modelo cruza variables geométricas de la escritura, como la curvatura, el espaciado y ángulo de las letras, con cronologías conocidas. El resultado es un sistema capaz de identificar patrones imperceptibles al ojo humano y producir estimativas probables con alto grado de precisión. Además de reducir el factor subjetivo de análisis paleográfico convencional, este enfoque ofrece mayor transparencia metodológica y, sobre todo, escalabilidad. Ahora hay que esperar para ver cómo reaccionarán a estos estudios los principales nombres de la paleografía hebrea (Emanuel Tov, Christopher Rollston, Bill Schniedewind, Shmuel Ahituv, P. Kyle McCarter, Jr., entre otros).
En el caso del libro de Daniel, este descubrimiento pone en duda una tesis de la alta crítica, ¿verdad?
Potencialmente, sí. La crítica histórica, especialmente en su formulación clásica en los siglos XIX y XX, sustentó que el libro de Daniel habría sido compuesto en el contexto del periodo macabeo (c. 165 a. C.), en función tanto de su vocabulario como también de su orientación apocalíptica, considerados más compatibles con el ambiente helenístico (griego).
Sin embargo, si los manuscritos de Qumran (4Q114) que contienen fragmentos de Daniel fuesen confirmados, por medio de esta nueva metodología, como anteriores al periodo macabeo (entre los años 230-160 a. C.), tal constatación impone un desafío significativo a esa hipótesis. La circulación de copias ya en aquella época implicaría una composición anterior, lo que abre espacio para una datación exílica (referencia al exilio por el cual pasó el pueblo judío en la antigua Babilonia), o incluso pos exílica precoz, en línea con las tradiciones más conservadoras. Nuevamente, esos resultados solo tienen que ver con la transmisión textual del libro de Daniel, no con sus historias y profecías.
¿Cree que podrían realizarse nuevos descubrimientos con respecto a la autenticidad y la confiabilidad de los manuscritos del Mar Muerto?
El campo está en plena transformación. El uso de inteligencia artificial, sobre todo en el análisis combinado de caligrafía, materialidad y patrones lingüísticos, promete reconfigurar el estudio de las lenguas bíblicas, así como ya se ha realizado en el estudio de literatura cuneiforme y clásica. Vale recordar que muchos fragmentos de Qumran aún no han sido analizados con los recursos disponibles hoy.
En ese sentido, es plausible suponer que futuros descubrimientos no solo profundizan nuestra comprensión cronológica, sino que también revelan vínculos entre tradiciones textuales hasta entonces consideradas aisladas. Eso también debe permitir reconstrucciones de manuscritos fragmentados e incluso la identificación de diferentes manos de escribas en un único manuscrito.
Autor: Felipe Lemos, periodista, especialista en marketing, comunicación corporativa y maestro en la línea de Comunicación en las Organizaciones. Autor de crónicas y artículos diversos. Gerencia la Asesoría de Comunicación de la sede sudamericana adventista, ubicada en Brasilia.
Publicación original: Análisis con IA confirma la autenticidad de manuscritos bíblicos